Luego de almorzar, subo a mi habitación, cepillo mis dientes y me doy una ducha, me pongo un pantalón tiro alto vino-tinto y una camisa blanca que me llega por el ombligo, mis botines negros, un collar, mi anillo de corona y mi cabello suelto, en lo mochila metí unas pinturas, silicon, pelotas de anime, alambre y otras cosas para usar en el proyecto, también metí tres caja de galletas para comer , mi billetera y mi teléfono.
Bajo y le digo a Stan que me lleve a la dirección que está en el papel, luego de unos 30 minutos llegamos, es una pequeña casa color violeta, muy linda , al llegar me bajo y tocó el timbre.
– Te aviso cuando termine Stan, y gracias por traerme
– Está bien, señorita
A los minutos sale Tyler para abrirme la puerta.
–Hola, pasa - dice
–Hola - saludo con una sonrisa tímida
Paso a la casa y la detallo sin sonar grosera, solo me causaba curiosidad. Es pequeña, pero sin duda acogedora. El piso es de cemento pulido y las paredes son de un color azul claro. Tiene algunas manchas debido al agua de las lluvias, pero sin duda es hermosa.
Mientras observo la casa se me acercan dos niñas una castaña de unos 4 años y otra catira de unos 6 o 7 años, las cuales me sonríen tiernamente. Inmediatamente les respondo la sonrisa y me agacho un poco para saludarlas, al hacerlo me doy cuenta que la niña más pequeña tiene síndrome de down y me doy cuenta por sus ojitos y su facciones en la cara, rápidamente mis ojos se cristalizan.
Y es que simplemente no soportó ver a niños sufriendo, por eso quiero ser doctora. Poder ayudarlos a crecer y/o expresarse me llenaria de una felicidad inmensa. Es injusto como muchas personas hoy en día, tachan a otros por ser “diferentes” cuando simplemente estos seres son una grandiosa muestra de amor y bondad.
–Hola – me dice la niña castaña -
–hola cariño, ¿cómo te llamas? - le pregunto sonriente -
- Alejandra - me responde -
- Que hermoso nombre -
- Sip ¿tú cómo te llamas?- me pregunta
-–Y me llamo Alexandra –respondo.
–Hola –me dice la otra niña.
– Hola - sonrío - ¿y tú cómo te llamas?
– vanessa - me responde - yo te he visto en la televisión, y también toco el violín como tú, y cuando sea grande voy hacer igual que tu - me dice la niña sonriendo felizmente-
Mis ojos vuelven a cristalizarse, se siente tan bien, que una niña quiera ser como tú, sin duda alcanza todas tus expectativas. Que de algún modo seas su ejemplo a seguir, aunque sea en algo muy pequeño, es sin duda maravilloso. Te da la sensación de que algo estás haciendo bien.
- Me alegro mucho, tengo que escuchar como tocas¿eh? - le sonrío a lo que ella asiente con la cabeza.
–Oh, veo que ya conociste a mis hermanas - me dice Tyler - ven, vamos hacer el trabajo .
–¿Ya te vas? – me pregunta alejandra.
– voy a estudiar pero luego jugamos si quieres ¿vale?
Ellas simplemente dieron aplausos con sus manitos, son adorables.
Me dirijo a una mesa en donde haremos el trabajo.–Tus hermanitas son muy lindas - le digo sonriendo -
–gracias - sonríe.
Luego de unas 3 horas terminamos la maqueta y pese a todo el tiempo y esfuerzo nos quedo genial.
–Oye, me preguntaba eh ... Si.. Si tú te querías quedar a cenar... No sé si quieres - pregunta un poco nervioso -
–si claro, me encantaría quedarme a cenar - sonrío
–hola ¿ya teminaste de estudial? -me pregunta tiernamente Alejandra -
– ¡hola! si,justo acabo de terminar – respondo con mucha emoción
– sonríe – ven vamos a jugar con mi hermana - dice dándome la mano.
– Creo que le agradaste - me dice tyler- yo mientras voy hacer la cena - sonríe -
- Está bien
Alejandra me lleva a una pequeña habitación muy deteriorada , con dos colchones al fondo y unos dos o tres juguetes.
Siento como algo dentro de mi se rompió, al ver como viven estás criaturas, y hay un millón de personas mas viviendo en las mismas o incluso peores circunstancias. Y pienso en todas aquellas veces en donde nos quejamos, porque simplemente somos egoístas y no vemos que hay personas que tienen menos y sin embargo sonríen, no se quejan y son felices.
Duramos unos minutos jugando, barbies y con muñecas, fue divertido y me recordé mi infancia, cuando era pequeña siempre quise tener una hermanita menor, pero no se pudo. Recuerdos con mi hermano vienen a mi mente, pero se eliminan rápidamente al recordar que aún en mi habitación guardo todos mis juguetes para cuando tenga una hermana, pero ya sé en que lo usaré realmente....(........)
Comimos lasagña que preparó Tyler y estaba buenísima, veo la hora en mi celular y son las 08:30 pm.
–Muchas gracias por la comida tyler, pero creó que ya me debo ir - sonrío -
– No hay de qué - me responde la sonrisa.
Llamo a Stan para que me venga a buscar y me dice que en 40 minutos estaría aquí, mientras espero veo como Tyler lleva a las niñas a cepillarse los dientes y a ponerse sus pijamas, una pregunta retumba en mi mente :
¿Y su madre?
Me parece muy extraño, puesto que no he visto ni una fotografía de alguien, y en todo este tiempo que he estado aquí no la he visto.
- ¿Tyler? - preguntó y este voltea a verme - sé que tal vez sea muy curiosa pero ¿y tus padres? - pregunto un tanto dudosa.
- Me sonríe - papá murió de cáncer cuando Ale tenía 1 año y medio - recuerda triste - y mi madre nos abandonó cuando se entero que alejandra nació con síndrome de down. - responde -
Allí si sentí un gran pinchazo en mi corazón, cuidar a sus hermanitas no debe ser nada fácil, además que mala la madre por abandonarlos y más a esa preciosa niña. Y es inevitable pensar en cuántas personas viven día a día una situación algo similar.
-– Supongo lo difícil que ha sido , ¿y tú cuidas solo a tus hermanas? - pregunto interesada -
- Así es, ellas se quedan donde una vecina mientras yo trabajo, pero del resto están conmigo - responde mirándome a los ojos.
- ohh... - fue lo único que pude articular - Ya me vinieron a buscar, creo que ya me voy
- ¿Ya te vas? - dicen al unísonido Alejandra y Vanessa con caras tristes
- Si ya me tengo que ir, pero luego las vendré a visitar - ellas sonríen felizmente y me dan un abrazo - tengan, para que las coman luego - digo entregándoles un paquete de galletas a cada una .
- Gatias - responde ale
- Gracias Alex - me responde vanessa -
Yo solo sonrío y me despido con la mano.
- No te hubieras molestado con las galletas. Gracias igual - dice Tyler -
- No es molestia - sonrío - bueno, ahora si ya debo irme - me despido agitando la mano.
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La hija del presidente (TERMINADA)
Teen FictionDicen, que no terminamos de conocer a las personas pues siempre nos sorprenden con algo nuevo. Yo pienso que la mayoría de las personas sólo muestran lo que desean que los demás sepan, pero muy pocos demuestran lo que realmente son. Tal vez por dive...