- ¡Pero miren quien tenemos aquí! Si es nuestra queridísima Alexandra Williams ¿te recuerdas de mi?.. Pues si no lo has echo yo soy Eliot Uzcategui, el hombre al que tu querido padre le arruinó la vida, y ahora tu pagarás por todo eso - dice acercándose amenazadoramente -
Eliot se acerca a mi y empieza a patearme y golpearme, y duele como el mismísimo infierno, aún estoy atada y no puedo defenderme lo único que hago es llorar.
Llegan alrededor de cinco hombres más y me rodean, entre ellos empiezan a golpearme, patearme y lanzarme a los lados de la habitación.
Quiero hacer algo pero simplemente no puedo, todo me duele, y estoy completamente atada, no puedo defenderme, solo lloro es lo único que puedo hacer. No entiendo que sucede y la frustración de no poder hacer nada mezclada con la confusión. Solo me generan unas enormes ganas de vomitar.
Mi ropa la rasgan y hace que quede trisas, mis piernas y brazos duelen como la mierda, y lo peor de todo es que no entiendo por qué me hacen esto.
Luego de alrededor de una hora de golpearme los demás hombres se van, dejándome sola con Eliot, lo cuál me da mucho miedo. Mi respiración se tranca y comienzo a sudar frío.
Se acerca amenazadorante a mi y de un solo momento me gala la cinta que estaba en mi boca haciendo que grite fuertemente por el dolor que ha causado.
-¿Por qué me haces todo esto? ¿Qué te hice? - digo débil y llorando -
- No, cariño - dice cínico - tú no me has echo nada, sino el estúpido de tu padre. - continúa - te contaré una historia, yo era uno de los postulantes para el cargo de presiente pero tu padre me ganó, a los meses, caí en ruina total, no tenia dinero, ni nada, mi hija menor de 7 años le detectaron cáncer y no tenía el dinero para pagar los tratamientos, fui a donde tu padre que era mi "amigo" - hace comillas con los dedos - y sabes que hizo tu bello Papi, me echo a la calle como un perro y desde allí juré que me vengaría de él, y ¿qué mejor que hacerlo con su adorada niña? , mi hija murió hace 3 meses, al igual que tú lo harás luego de días de tortura eterna. - dice y pasa una de sus asquerosas manos por mi rostro -
- No es mi culpa todo lo que hizo mi padre, lamento mucho lo de su hija, pero no solucionaras los errores causados. No me hagas nada - ruego -
- Yo no te haré nada, de eso se encargarán los demás - dice y se va -
Al irse entran dos chicos, como dos años mayores que yo, ellos se quedan vigilantes a mi, pero no dicen ni una sola palabra, ni siquiera me han tocado. Lo cual agradezco pues creo que tengo una fractura en las costillas de todos golpes anteriormente. Mi cuerpo sangra y duele.
Trato de desatar el nudo de mis manos, pero se me es imposible, están muy bien atadas, llorar es lo único que hago, lloro porque no me puedo desatar, lloro porque no se cuanto tiempo estaré aquí, lloro porque no quiero morir.
Y quizá puedes pensar, que tonto llorar en una situación así en vez de buscar alguna solución para salir de ahí. Y tienes razón, pero mis neuronas no dan para más, mi cuerpo se siente como si un camión hubiese arrastrado todo mi ser. Y algunas veces en los momentos donde mas necesitamos salir adelante, es donde más caemos. Y nos quedamos estancados ahí, solamente viendo ka inmensa obscuridad.
En unos cortos segundos, mi cabeza la cual siento que explotará de tanto llanto, cierro mis ojos lentamente y me dispongo a dormir. Pienso en todos los sueños que quería lograr, lo bien que la había pasado y cómo se encuentra todo ahora, una última lágrima se desliza por mi mejilla y finalmente logró dormir.
ESTÁS LEYENDO
La hija del presidente (TERMINADA)
Novela JuvenilDicen, que no terminamos de conocer a las personas pues siempre nos sorprenden con algo nuevo. Yo pienso que la mayoría de las personas sólo muestran lo que desean que los demás sepan, pero muy pocos demuestran lo que realmente son. Tal vez por dive...