capítulo 35: "Se fue con una chica"

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Alex.

 Para no ser fan número uno de las fiestas, debo decir que ésta me ha gustado mucho. Para ser viernes por la noche, no habían tantos invitados como imaginé. Los disfraces de todos eran increíbles y había más de lo que imaginé; hadas, personajes de películas, algunos animales, etc.

La casa de Lucas era inmensa lo que nos permitía distribuirnos tranquilamente por el espacio. Había muchísima comida y una hermosa decoración. Sabía que él no se sentía en las mejores condiciones por lo de su relación, pero por nada del mundo iba a cancelar la fiesta y se lo agradecería siempre de corazón. La música está en un volúmen considerado. Hay personas bailando por la sala, otras están en la piscina. Algunos besándose en alguna esquina, lo normal de las fiestas hoy en día.

  A estas alturas creo que consumí más alcohol de lo normal. Imágenes de Lucas hace un rato lanzándose a la piscina con la ropa completa, llegan a mi mente y comienzo a reírme como psicópata. Acá es donde tomo conciencia de que no estoy del todo sobria.
 

Las paredes siento que se me vienen encima y todo mi alrededor comienza a darme vueltas velozmente. Mi mirada se nubla y lo último que logró ver es una figura masculina acercándose a mí que no logro reconocer con exactitud.

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   Despierto en una habitación completamente desconocida. Todo está absolutamente ordenado en su lugar, las paredes son de un color pastel y es muy cómoda. Veo por un ventanal ubicado del lado derecho, que el clima se ve como si dentro de poco comenzaría a anochecer, ¿Tanto dormí?. Me levanto de la cama de un golpe y mi cabeza duele increíblemente. Desventajas de la resaca, no vuelvo a consumir alcohol en toda mi vida.

Espero unos segundos a que la intensidad del dolor disminuya y me dirijo al baño que se encontraba en la habitación. Hago mis necesidades y enjuago mi cara y boca con muchísima agua. Salgo de la habitación y bajo las escaleras lentamente. Aún me encontraba medio adormilada.
  
 

– ¡Por fin despiertas mujer! - exclama Lucas sentado en un sillón.

– ¿Qué hora es? ¿dónde estoy? ¿qué rayos me pasó? No recuerdo nada completamente

– Bueno, Alex el no recordar nada son los efectos del alcohol – responde obvio – son las siete de la noche, ayer aproximadamente a las cinco de la mañana te desmayaste y luego despertaste. Tomaste agua y una pastilla y te volviste a dormir. Y pues estás en mi casa, creo que eso es obvio – se encoge de hombros.

– ¿Y  las demás personas? - pregunto curiosa.

– Muchos se fueron en la mañana, otros al mediodía, y en la sala aun quedan unos pocos - me explica y yo solo asiento con la cabeza.

– ¿A qué hora terminó todo específicamente? – pregunto mientras camino a la sala de estar donde se encuentra mi cartera y mi celular.

– A las diez de la mañana fue que se comenzaron a ir las primeras personas.

Solamente asiento con la cabeza aunque sé que tal vez Lucas no me esté mirando. Un sobre dentro de mi cartera gris, con letras rosas. Llama mi intención. Y no es el sobre cómo tal, si no hacía quién está dirigido: Alexandra Williams.

Observo el sobre con el ceño fruncido. Que yo recordara eso no estaba ahí. ¿Quién lo habría puesto?. Mi intriga es más grande que yo, y justo en el momento en el que abriría el sobre, la voz de Lucas me interrumpe.

– Alex, ¡ven a comer! - dice entrando a la habitación en donde me encontraba sin camisa

  Guardo rápidamente el sobre en mi cartera como estaba anteriormente, y dirijo mi mirada fijamente a Lucas.

–¿Qué cocinaste? - pregunto con una ceja alzada

–Pasta a la carbonada - dice y sonríe -

  Él sabe cuánto amo esa comida, y algo que agradeceré toda mi vida es haberlo escogido como mejor amigo. Dejo la cartera en la mesita de noche y bajo a la cocina. El resto de la sala se encontraba vacía al igual que la casa. Lo que indicaba que ya todos se habían marchado. Y gracias a Dios, ya no quedaban muchas cosas por limpiar.

  Pensar en Tyler me hace sentir triste, el sabía que no estaba en perfecta condiciones. Y sé que tiene otras responsabilidades y cosas que hacer. Pero que no se haya quedado o aunque sea dejarme un mensaje hace que me sienta un poco triste, y más aún cuando era mi cumpleaños.

Tomo asiento y mientras Lucas devoraba su comida rápidamente. Pensar en toda la situación anterior hizo que mi hambre se esfumara de un momento a otro y comía muy lento.

– ¿Qué te sucede? - pregunta dejando de comer.

– No es nada - miento.

– Te conozco bien Alex, puedes confiar en mí, ¿Qué te sucede? - me mira un poco preocupado

– ¿Dónde esta Tyler? - pregunto directa.

– Se fue, como a las cinco de la mañana más o menos, si – responde debatiendo algo en su cabeza.

– ¿Se fué solo?  - alzo una ceja.

– Ehh.... Yo... N-o... Se... n-ada - responde tartamudo

– Sé que estás mintiendo, dime la verdad.

– Bien... Él se fue con una chica, no se quien era sólo, ni logro recordar su cara.
   

  En ese preciso momento mi corazón comienza a latir más de lo normal. Y puede sonar exagerado. Pero soy su novia, aunque sea esperaba que estuviese acá conmigo. Y lo peor es que se fue con una chica. Y yo que pensaba que este cumpleaños podría pasarla bien y resultó todo lo contrario.

  No me había dado cuenta que estaba llorando hasta que siento una lágrima resbalar por mi mejilla. Siento una extraña mezcla de sentimientos y emociones que no podría explicar exactamente en este momento. Aún no puedo creer todo lo que está ocurriendo.

– Alex, no llores, seguro todo es una confusión - dice tratando de tranquilizarme.

Sin embargo, no le hago caso, y me voy corriendo a la habitación en donde estaba anteriormente, me encierro y tomo el sobre dispuesta a abrirlo. Mis manos comienzan a temblar y siento un nudo en la garganta.

Esto no puede ser real, es una broma de muy mal gusto. Y este día no podía ser más extraño y deprimente.

La hija del presidente  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora