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...–¿Te ha servido para algo?
–(Ingrit): Por desgracia, para aferrarme más a tí y mentirme mucho más a mí... -su voz es demasiado triste, tiene un tono aún más triste de lo qué pudiera imaginarme-...
–¿Y aún así no te acercarás y me concederás lo qué te he pedido?
-le refutó con lágrimas en mis ojos, cómo señal de qué lo anhelaba con toda mi vida-...
–(Ingrit): Supongo qué ésto sería lo ultimo que haga por tí Son Hyun Woo... -sigue sonando quebrantada.
En ése momento, paso de estar en frente de mi cama, a estar en frente de mis ojos, cómo lo había anhelado durante todo éste tiempo. Ella está inclinándose hacia mi oído derecho, para susurrarme, pero en un acto de arrebatamiento, le tomó el rostro y lo junto con la el mío de la forma mas dulce y cariñosa qué pudiera sentir, cierro mis ojos, y junto mis labios con los de ella, está era la única manera de que comprendiera que la amo, qué la sigo amando. Y que todo lo planeado por el medio en el qué estoy me importa un carajo, porqué la anhelo conmigo.
El beso dura varios minutos, pensaba qué se rehusaria, o qué me alejaría de ella del modo más ruin y frívolo qué pueda haber imaginado; pero no, afortunadamente no fue así, sino qué correspondió con la ternura que tenía cuándo la conocí; fue un beso en dónde nuestros labios se están diciendo todo, y se marcan el uno al otro para qué nadie más pueda acercarse a ellos.
Me estaba devolviendo la vida, me estaba devolviendo la felicidad, ella era la única que puede darme vida o quitármela sí se le dá la gana.
Adoré con todo mi ser éste momento, qué sabía tendría que terminar, pero que a mi vez me va a costar mucho reponerme y dolerá guardar en el rincón del olvido.
Han pasado algunos momentos, cuándo ya hemos reaccionado, ambos nos miramos sorprendidos y muy impactados por ésto qué acabó de suceder, quería hablarle pero quién continuó con lo qué le había pedido hace unos minutos atrás, fue ella-...

–(Ingrit): Son Hyun Woo, acabas de ver y sentir qué te amo, dolorosamente te amo. Te amo con las pocas fuerzas qué tengo en mi ser; pero, también sé, qué éste amor podría convertirse en un odio infinito, del cuál no haya salida...
–¡Maldita sea!, ¿por qué no lo intentamos una maldita vez más?...
–(Ingrit): Porqué, ambos perderíamos todo. Pero, a tí, sería al qué peor le vaya.
–El medio no es excusa... -me ha interrumpido en un momento dónde pensé se concedería mi deseo-...
–(Ingrit): Hay algo de mí, qué tú no conoces, pero qué también impediría mucho más el hecho de regresar...
–Yo te conozco mejor qué nadie, y sé que ésto no es así; qué son sólo excusas para no volver...
–(Ingrit): Aunque lo hiciera, eso sería una estupidez, porqué saldrás más lastimado de lo qué yo pudiera salir lastimada...
–¿Me estás mintiendo?
–(Ingrit): Veo qué te estás poniendo peor, y no quiero hacerte esto...
–Ambos somos unos malditos masoquistas adictos al dolor, así qué respóndeme con sinceridad ¿hay alguién más en tu vida, y por eso te rehúsas a volver a mí?
-ella suspira, con todo el dolor qué pudiera haber existido-...
–(Ingrit): Prefiero qué creas ésto qué dices, y qué reafirmes la hipótesis de qué no te amé; a qué nos sigamos hiriendo así...
–¡Eso no es una respuesta digna!
–(Ingrit): Adiós, mi Son Hyun Woo. Sólo quiero que seas feliz con tu prometida Soyou a qué... me sigas amando.
–¡ELLA NO... -Ingrit se ha ido, ha salido corriendo por los pasillos del hospital con lágrimas en sus ojos, dejándome solo, dolorosamente solo-...

ELLA NO ME AMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora