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...–(Ingrit): Siento mucho no decirte nada sobre ésto...
–No tienes que disculparte por algo qué se ha salido de nuestras manos.
–(Ingrit): Mejor salgamos a caminar.

-Sólo pude acceder a su petición. Descubrir qué la pesadilla aún sigue, ha hecho un hueco en mi fe, qué la convirtió en polvo; pues esperaba un poco más de tiempo para poderla tener a mi lado.

Al salir de caminata con ella me sentía muy triste, intentando olvidar lo que acababa de oír hace poco. Pues era cómo sí la misma vida se estuviera riendo de mí, todo éste tiempo.
Al parecer todo lo qué he estado haciendo para ella, fue producto de algo estúpido que no tendría un final bonito.
Sin embargo, no quería dañar la poca paz qué tenía a su lado.
Además de que verla disfrutar todo esto cómo una pequeña niña daba sentido a mi vida.

Al caer la tarde, estamos sentados en un lugar lejano de la playa, contemplando el bello atardecer qué estaba transcurriendo en éstos momentos; ambos con miradas fijas en el occidente, viendo como se iba ocultando el sol, para darle paso a la vida nocturna, a la vida de las tinieblas qué serían iluminadas por las pequeñas piezas perfectas para hacer creer en la esperanza, y son estelares. Sí, me refiero a las estrellas del cielo, qué iluminaban todo con su luz tenue y hacian pensar en los más bellos momentos posibles.
Es allí dónde ella en un breve momento fugaz me dice...

–(Ingrit): Aquí, quiero decirte algo...
–Dime querida, ¿qué quieres hacerme jurar está vez?
–(Ingrit): Tu tranquilidad...
–¿Qué quieres decir con “mi tranquilidad”?
–(Ingrit): Sé qué la hora de la verdad se está aproximando, y no quiero qué repruebes tu felicidad por mí, quiero saber que serás un Son Hyun Woo dulce y feliz, hasta el día en qué nos veamos de nuevo...
–Yo... -Al oirla decir estas palabras se me salen algunas lágrimas qué se han ido con el agua del mar azúl-...
–(Ingrit): Sé que te cuesta mucho dejarme ir, pero está vez no es porque alguién lo haya hecho, sino qué es aquél Anciano dulce con el qué soñamos, qué me necesita para tener el punto máximo de mi felicidad total.
–¿Qué pasaría sí me llegará a ir contigo?
–(Ingrit): No lo creó, porqué tal vez, Él te quiera dejar aquí...
–Sólo dime ¿serías feliz sí me fuese contigo?...
–(Ingrit): Sería la mujer mas dichosa en todo el universo, hasta tendría motivos para sonreír o hacer cosas tontas. Así cómo tuve los suficientes motivos para ser feliz aquí, contigo, aún estando sin tí. Aún viendo todo gris, y pensando que lo mejor qué pude haber hecho fue entregarme por completo a tí, sin interés alguno mas qué el de tu bienestar.
–¿O sea qué no te arrepientes de haberme entregado todo de tí?
–(Ingrit): Claro qué no, es más, te puedo decir que la primera vez en que estuvimos juntos, y me hiciste tuya, fue una utopía divina que no quería se terminará jamás...

ELLA NO ME AMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora