34.- Largo de Aquí

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Narra Lucas

Los días pasaron muy rápido para todos excepto para mí. Cada día me convencía que estar con Rebekah era mala idea, ella en verdad lo intentaba pero el problema era yo, no me sentía cómodo.

Mañana sería el baile y yo no le había dicho nada. Ella esperaba que la invitara, pero mis pensamientos volaban en dirección a Maya como siempre lo hacían.

<< ¿Iría Maya con alguien? >> Giré la cabeza para sacarme esos pensamientos.

-¿Qué pasa? - preguntó Rebekah.

-Emm... Se me olvido un libro en el salón, te veo en la cafetería ok - le dije y empecé a caminar hacia el salón.

Iba a mitad de camino cuando recordé que el libro se lo presté a Yogui. Me regresé y cuando estaba por dar la vuelta en los casilleros oí a Zay y a Rebekah.

-Hola Zay - saludó ella.

-¿Qué quieres? - le respondió este molesto.

-Lucas intenta averiguar por qué te alejaste de él, espero y no se te ocurra abrir la boca o... - hablaba con un tono muy diferente <<Malvado diría yo>>

-¿O qué? No te pareció suficiente alejarlo de todos. Sobre todo de Maya.

-Le dije a Maya que Lucas regresaría a mi lado, no pudo evitarlo. Lucas no le creyó.

-Nunca has tenido a Lucas.

-Es mío y de nadie más, no permitiré que nadie ni Maya y mucho menos tu intenten quitármelo. Si llegas a decirle algo de esto, que no te sorprenda que otra vez alguien quiera darte una paliza.

-Vas a mandar a alguien a golpearme otra vez, como lo hiciste cuando expulsaron a Lucas. Esa vez no te salieron las cosas bien.

-Esta vez será diferente. Lucas no podrá ayudarte, acabaré contigo y con cualquiera que se entrometa entre Lucas y yo.

Rebekah me había engañado todo este tiempo.

-Así que era cierto todo lo que me dijo Maya - dije saliendo a la vista de ambos.

Rebekah abrió de golpe los ojos - Lucas yo...

-Me mentiste, no sólo te encargaste de separarme de Maya sino que también mandaste golpear a mi mejor amigo - espeté con enojo.

Rebekah estaba pálida y Zay guardaba silencio.

-Lucas todo lo hice para poder estar juntos.

-No te quiero, nunca te quise. Estoy contigo por lastima pero jamás voy a amarte – me acerqué a ella acorralándola contra los casilleros - Ahora no quiero volver a verte. Lárgate de aquí y no vuelvas a molestarnos - golpeé uno de los casilleros y ella saltó del miedo.

-Lucas - gritó Zay y me sujetó del brazo para que no la golpeara.

Rebekah salió corriendo.


Espero que les guste. Háganmelo saber en sus comentarios, ya que estos me inspiran a escribir más.

Gracias por leerme 👌😉

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