Los renglones torcidos de Dios

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[Los renglones torcidos de Dios - Mago de Oz]

POV: Elizabeth.

Después de 5 días de intenso trabajo físico en la el manzanal del señor... bueno, de mi padrastro, hemos vuelto a casa.

Bueno, eso es un decir.

Alejandra decidió quedarse un par de días más con su madre. Joao y Ever volvieron a casa, a la acogedora y más cálida primavera de la costa. Ahora los dos viven juntos en la casa de Ever.

Quizás yo debería estar con ellos, pero no fue así. Decidí quedarme con Karla, que me esperaba desde hace unos días. Tuve que volver con ella... ¿o realmente lo quería hacer? Eso no lo sé ni yo.

Me recibió con un cálido abrazo y muchas cosas que llorar juntas.

Eso claramente le molestó a Ever; me dijo que si seguía a su lado era una tonta. Que no estaba lista para nada y menos para una relación. Supongo que ahora sí terminó conmigo. Todo parecía tan bien y ahora esto.

No pude reclamarle, yo... no sé; este viaje más que ayudarme me perjudicó.

[Flashback]

-¿Qué harás al llegar?

-Karla me está esperando, me quedaré con ella.

-No te entiendo -resopló-, simplemente no quiero entenderte.

-Es mejor así.

-Creo que sí -él se paró del asiento y tomó su maleta.

El tren llegó a Paysandú y cada quien tomó su camino. Joao se acercó a mí pero yo me negué de su presencia con un movimiento. Él asintió con una mueca y empezó a seguir al rubio, dejándome tan sola como me sentía. Tan rota como me veía...

[Final del flashback]

No sé si quiero superar a Ve, y eso le molesta, lo sé. Estando con Karla lo único que haces es sufrir. No seas tonta. Sus palabras aún resuenan en mí. Tiene razón, argh.

¿O será... que no quieres olvidarlo porque lo amas aún?

Odio cuando Ever tiene razón... pero odio más no poder dejar todo esto atrás y seguir débil.

-Cris se fue, más bien lo corrí...-dijo Karla, al verme tan hundida en mis pensamientos.

-Ok... ¿pero esta no es su casa? -Ella sonrió y luego volvió a su cara triste.

-Sí, es un poco complicado -cabizbaja explicaba mientras me ayudaba a desempacar mi maleta.

-¿Eso qué significa? -pregunté curiosa.

-Desde el lunes tendremos que buscar una casa.

-¿Volverías con tus padres? -pregunté retóricamente.

-Sí, lo sé, suena horrible. Volví hace un par de días y a mi padre no parece molestarle. Me ofreció una casa. Quizás si las cosas no se arreglan tendré que aceptarla.

-¿No se arreglan con Cristian?-dije entendiendo lo que venía para mí.

-Así es, pequeña, lo siento mucho... Yo fui la que insistí en que te quedarás y ahora pasa esto -dice con una mueca en el rostro.

-No... no te preocupes.

-Igual puedes volver con el güero -agrega, de la nada.

En automático al recordar al chico rubio suspiro. -No, nos peleamos...

Zenit II: Promesas/decepciones.Where stories live. Discover now