Caídos

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Derrotas como estas son las que te hacen replantearte toda tu vida. Dirán 'es solo un juego' pero no pueden estar más equivocados. No para mí, y no para muchos otros, esto no es un juego únicamente. Es la oportunidad de ser alguien en la vida. De ser amados u odiados, de ser bendecidos o ultrajados; es el todo y el nada.

El balón en tus pies, te permite tomar una decisión y afrontar después sus consecuencias. El fútbol es mi vida, no hay nada más importante para mí.

—¿Ever?

Lentamente Elizabeth atravesó el umbral de la puerta. El rubio se encontraba tirado en la cama, con el uniforme puesto aún. El partido había terminado casi 8 horas atrás.

—¿Sigues aquí?

El reloj marcaba las 3 de la mañana. La chica castaña lo miraba ahí, tendido sobre su propia dignidad rota, con un dejo de tristeza.

—No sé qué decirte... voy a preparar la cena...

Dijo la castaña antes de darse la vuelta y verme a mí recargado sobre la pared en la penumbra que formaba la luz del corredor al impactarse con el marco de la puerta.

—Carajo, Ve... ¿qué haces aquí? –dijo asustada Elizabeth.

—Déjalo, solo está dándome apoyo moral... –dijo el rubio.

Ella me miró, yo le sonreí levemente. No sé qué habrá pasado por su mente. Pero su resultado fue: —'Están locos'

Un leve susurro mientras se marchaba. –Ja –dijo Ever hablando contra la colcha de su cama—, y eso que no vio a Jota...ni a Zeta.

Yo sonreí ante esa burla. Joao se encontraba debajo de la cama, se le podía ver únicamente un pie salido. Zeta estaba del otro lado de la puerta, a lado de un buró, por lo cual Elizabeth no la había podido notar.

—¿Qué harán ahora?

—No nos preguntes eso –dijo Zeta con la voz más triste que le recuerdo. Sorbió su nariz y no contestó más. La oscuridad le ayudaba a que su llanto pasara desapercibido.

—En el segundo tiempo-

—Ni lo digas, Ve... —me interrumpió Jota sacando la cabeza por debajo de la cama.

—Tengo que decirlo, jugaron excelente.

—Sí, porque ya no estabas tú en medio campo. Nos lo regalaste –aclaró Ever, regañándome por eso.

—No les voy a decir mentiras... Jugaron del asco. Tienes mejores jugadores que nosotros. 1 vs 1 son mejores en casi todas las posiciones.

—Casi –apuntó Jota.

—Menos en la columna vertebral –dijo Zeta, aún con la voz muy cortada.

—Entonces no jueguen por el centro –me permití sugerir.

—Tú sabes que eso es imposible –espetó molesto Ever.

—Sí, antes nuestro juego estaba enfocado en el centro, pero... solo si ustedes fallaban –dije, tratando de animarlos a jugar por las bandas. —Ya no me tienen, pero tienen a Ever. Se tienen a ustedes; y a Max. Eso es algo que no aprovecharon.

—Ni si quiera pude darle un pase decente –balbuceó Ever.

—Miren, estoy aquí para darles apoyo-

—Y te lo agradecemos –aclaró Jota, interrumpiéndome de nuevo–, pero no nos entiendes. Deberías estar festejando.

—No hay nada que festejar..., eso era una broma, me duele tanto como a ustedes que mi equipo pierda. Ustedes siempre serán mi equipo.

Zenit II: Promesas/decepciones.Where stories live. Discover now