Sin remordimientos.

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[Una semana después de la cena]

[Who put the weight of the world on my shoulders? - Oasis]

Carta 1.

Desde que te fuiste... todo ha sido tan raro. Tuve un intempestivo encuentro con Karla. Sí, no sé qué hacia acá, pero estaba. Me la topé un par de veces. Debo decir que sigue igual de linda, y sigue provocando cosas en mi interior.

Pero tranquila, le he puesto un alto, finalmente. Creo que es hora de ir dejando ir todos esos recuerdos y mala vida de antes.

Me queda poco más de un mes para volverte a ver en el campo de juego... Me encantaría que cuando vinieras encontraras a un chico mucho más fuerte... de mente y cuerpo.

No he parado de entrenar ni si quiera un día.

Sigo acoplándome al equipo escolar.

Lo siento, debo marcharme... te extraño un mundo.

Siempre tuyo, V.

Zeta apretó fuertemente la carta y se limpió un poco las lágrimas de sus ojos. La idea del gran reencuentro no le gustaba para nada. Ni tampoco el hecho de que le afectara tanto. Ella no era así.

Vladimir la había hecho débil.

—¿Vas a entrenar? –preguntó Ever, parándose frente a ella tapándole el sol. Ambos se encontraban en el pórtico de la casa beige. Allí llegaba la correspondencia de parte de Ve.

Zeta inclinó su cabeza para evitar que el rubio la viera llorando. —¿Mande? –preguntó sin poder evitar el carraspeo que dejaba ver su real estado sentimental.

Ever se puso en cuclillas para verla mejor. —¿Estás bien?

—Lo siento –respondió la chica, alzando la cara con una falsa sonrisa—, estoy muy sensible

—Ah, entiendo...—replicó Ever rascándose la nuca— estás en esos días.

Zeta negó con su cabeza y dejó escapar una leve sonrisa. —Estúpido... pero sí, también.

Ever se puso de pie, sobando la cabeza de la chica. —Jaja, lo siento, no soy bueno con las chicas.

Lo último dio pie a que Zeta se zafara de su estado de ánimo. —No sé de qué hablas, Eliza está encantada contigo... —dijo maliciosamente la chica.

—Supongo que sí –la falta de ánimo en su voz fue muy descriptiva.

Zeta no quiso ahondar en el tema. —Creo que siempre supe que ustedes terminarían juntos, bueno al menos desde que comencé a hablar con Ve.

Ever se vio confundido y curioso por el comentario y le dirigió una mirada interrogativa— ¿Hablaste con él de nosotros?

Ella asintió y sacó, de una pequeña mochila que cargaba a los entrenamientos, un sobre blanco y pequeño. —Toma.

Carta 2.

No tengo la menor idea de qué piensas que estoy haciendo... pero no, ella y yo somos solo amigos.

¿Ever y Eliza por fin están juntos? Ya se habían tardado. Un amor que ha durado desde los 4 años... digo, ya era hora.

La mirada de ella siempre brilla cuando veía a E, por alguna razón siempre trataba de ocultarlo, quizás tenía miedo a perderme si lo admitía.

Es difícil admitirlo, pero él es el mejor para ella que yo.

—Bueno –su voz se entrecortó—, al menos soy el mejor para algo... o alguien.

Zenit II: Promesas/decepciones.Where stories live. Discover now