Zenit II: Promesas/decepciones.

La última cena

—Jaja, claramente esto es obra de Vladimir... –expresaba Elizabeth al mirar el lugar.

—¿Crees que yo no podría planear algo así?

Elizabeth se mordió los labios tratando de ocultar su risa.

—Bah, no digas más –dijo Ever riendo mientras miraba el espectáculo frente a ellos.

En la playa de la Bahía Blanca había dos mesas perfectamente preparadas de manteles blancos para recibir a ambas parejas. Justo al lado de cada mesa un mesero, que no eran otros que Josué y José; vestidos elegantemente de camiseta blanca de manga larga y pantalón de vestir negro.

Las mesas tenían un ramo de rosas rojas como centro de mesa y un par de velas encendidas. La luna alumbraba el resto del lugar haciendo innecesarias las velas extras que circunvalaban el entorno. Delimitando el área que estaba especificada para el evento.

Elizabeth se sorprendió cuando una mano le tomó la suya con firmeza.

—¿Te asusté, pequeña? –dijo Vladimir quien aparecía a su lado.

Elizabeth se quedó completamente estupefacta, al ver la sonrisa y los ojos de Vladimir, todo su rostro irradiaba una complicidad y felicidad impresionante.

—Para nada –dijo mientras movía su cabeza negando.

Por un leve instante que para ella duró absolutamente nada sostenía las manos de ambos chicos. A su derecha tenía a un rubio un poco más alto que ella, con sus ojos azules recibiéndole, vestido con una camisa de botones gris, de manga larga. A su izquierda, bueno, no había forma de describirlo. Simplemente era Ve.

La burbuja se rompió. Ever le soltó y Zeta apareció al lado jalándolo del brazo.

—¿Qué sucede?

—Pensé que querías hablar con Ve –dijo Ever dejándose llevar por Zeta, la cual portaba un lindo vestido azul marino, entallado como era su costumbre.

—Sí pero... —de la nada Vladimir carraspeó para llamar su atención y con sus manos y brazos hizo un ademán de servidumbre para que Elizabeth iniciara su caminata a la mesa de la izquierda.

—¿Vamos? –dijo Ve aún en la pose.

—Claro... —indicó nerviosa.

[Hymne à l'amour - Edith Piaf]

[Mesa 2]

—¿Qué has pensado?

—Uh, tienes que ser más específica –declaraba Ever, él le estaba dando la espalda a la otra pareja.

—Jaja, lo siento; aunque no lo creas estoy muy nerviosa –admitió Zeta, rodando los ojos continuamente hacia la espalda de Elizabeth.

—¿Por qué? Creo que está claro que Ve es tuyo...

—No es por eso, tonto.

—¿Por mí? –levantó una ceja.

—Ve me puso aquí, contigo, por algo.

—No entiendo.

—Creo que tú y yo tenemos que hablar seriamente.

—Ok –hizo su plato a un lado–. Empieza.

Zeta suspiró, colocando sus manos sobre su vestido. —Creo...–al oírse a si misma reculó– no, estoy segura, de que estoy enamorada de Ve.

—¿Eso debería sorprenderme?