Al día siguiente.
[Río Uruguay]
El agua cubre mi cara por completo. Entiendo entonces que el tiempo es relativo, nosotros, nuestras acciones, son insignificantes. Todo sigue su curso.
¿Por qué es el tiempo relativo? Durante el lapso que estuve en la mitad de una balsa me di cuenta que nada es lo que parece. Estuve tan obsesionado con la idea de tener a Karla que cuando al fin la pude poseer no era lo que yo quería. No de la manera como lo hubiese hecho.
Estoy seguro que la amé, pero en tiempo pasado. No la perdí, pues nunca fue mía del todo. Su vida y la mía se entrelazaron por el azar y ahora hemos dejado de existir en la misma realidad.
La vi tomada de la mano de Cristian. Un tipo acomplejado, que solo la quiere como un trofeo. Y ella lo acepta así. No sé su razón, pero en este momento no quiero saber nada de ellos.
El tiempo es relativo. En el segundo en que fui arrojado al río en una balsa pequeña no lo vi, hasta después. Cuando un agujero en el casco me decía que iba a tardar un poco en hundirme y muy poco en ahogarme. Con mis pies llenos de cemento y con una soga al cuello. Al estilo del mago más grande del mundo.
'Haz lo que sabes hacer, y desaparece' las últimas palabras del cretino guardaespaldas que me pateaba la balsa hacia el río. Y ahora estoy aquí, hundiéndome poco a poco.
La balsa ya ha sido rebasada. Me sumerjo lentamente viendo a lo lejos como el carro lujoso se marcha sabiéndome muerto. Falta poco tiempo para el partido más importante de mi vida.
Sin embargo ellos saben que no moriré ahora. No moriré hasta que no recupere lo más preciado que tengo en la vida. A mi chica de ojos azules. A mi Zeta.
Los Grande me interceptaron cuando quise volver con mi familia, y me trajeron a la fuerza al río. No sé el tiempo que transcurrió. Pero cuando me lanzaron al río pude ver el reloj municipal en un gran edificio. Proclamaba 4:26. El partido empieza a las 5:30. Todo está dicho.
Una mano coge la mía y la empieza a halar hacia la orilla. Tardo un par de segundos tirado en la arena. Hasta que un golpe de sol me hace fruncir el ceño.
—La he perdido...
—No sé de qué hablas –dice casi sin aire mi rescatador—pero la muerte no es la solución a nada.
—Necesito encontrarla...
—Entonces –tose un poco- necesitas saber dónde puede estar, dónde empezar a buscar.
Miro extrañado al hombre, es Miguel. ¿Quién diría que mi gurú también sería mi salvador? Mi mente empieza a divagar hasta que finalmente se centra en un pensamiento.
— ¿Cómo sabías que estaba aquí?
Él sonríe. –No lo sabía, fue casualidad.
Me ayuda a romper los bloques de cemento en mis pies y al liberarme mi perspectiva del tiempo cambia de nuevo. Falta una hora para el partido. Necesito moverme y necesito un plan.
Miguel intenta ayudar a secarme, es una pérdida de tiempo. Y yo sé de eso.
—Necesito volver con ella.
—Los argentinos están en el estadio, yo estoy aquí, buscándote.
— ¿Mi familia? –pregunto algo paranoico.
—No lo sé, deben estar en el estadio o de camino a él.
—Debemos buscar a...
—León...—una voz se escucha detrás de mí, trago pesado pues la voz se me hace familiar.
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Zenit II: Promesas/decepciones.
Teen FictionElizabeth es una pequeña chica campirana viviendo en una ciudad que ella detesta. Su único apoyo desde que está en esta situación es un joven futbolista de 16 años conocido como 'Ve', un amado e idolatrado chico de la ciudad. Pero todo eso cambiará...