Detrás De La Puerta (HOT-SMUT)

CAPÍTULO 31

Liam entró a su habitación y encontró a su compañero dormido en su cama muy tranquilamente y sonriente. Él sin poder evitarlo se colocó en cuclillas a un costado de donde el otro se encontraba descansando y por primera vez en mucho tiempo se puso a admirar la belleza de aquel hombre que tenia frente a él.
Vio que Malik había colocado la cajita musical en el tocador haciéndole un espacio para poder ponerlo. Sonrió de la nada, y en ese momento supo que quería verlo siempre feliz y sonriente no importaba si no era a su lado o la causa de su felicidad.

Todos esos pensamientos le trajeron otros, que haría si Zayn después de confesarle cuanto lo aprecia y ama no quiere nada con él, por su mente paso que si eso pasará no le diría que él era quien le mandaba los regalos, eso lo hacía feliz y quería tener al menos el conocimiento de que indirectamente él lo hacía feliz.

Suspiro hondo y fue a su cama para poder descansar, pero en ningún momento quito la mirada de su compañero hasta quedarse dormido.

Zayn llegó a la escuela temprano sin dejar de pensar en quien pudo haberle mandado aquel regalo, un momento creyó que Liam había sido pero borro por completo ese pensamiento porque eso era muy ilógico y aparte por la forma en que le contesto las preguntas anoche.

Entró al sanitario antes de ir a su respectiva clase pero cuando estaba por salir alguien abrió la puerta y lo golpeó haciéndolo caer con la nariz muy adolorida y sintiendola caliente.

-¡Auch!- se quejo mientras caía al piso.

-Mierda- gruñó aquel tipo con un asentó inusual -No otra vez, ¿Por qué me pasa esto a mi? - renegó -¿Te encuentras bien?-.

Pero cuando el rubio logró agacharse Zayn ya tenia toda la boca y parte de sus mejillas llenas de sangre.

-Creo que no- se respondio el mismo.

-Pasame papel-  dijo volteado la cara hacia arriba para evitar que saliera más sangre.

El joven le paso un poco de papel y lo ayudó a ponerse de pie.

-Soy Zayn- dijo el moreno cuando se limpiaba la cara con agua de los lavamanos.

-Soy Niall- contestó muy contento -Y creo que ya descubrí la forma en que conozco a nuevas persona-.

-¿Cómo?- pregunto mientras continuaba limpiándose.

-Hace unos días estampe la puerta contra otro tipo y ahora lo hago contigo- dijo nervioso y riendo -Y no se si eso sea bueno-

-Yo tampoco se si sea bueno pero tienes mucha fuerza hermano- afirmó entre risas.

Soltó una carcajada -Lo siento, en serio-.

-Si, no te preocupes- le dijo mientras se secaba con una toalla de papel su rostro -No pasa nada- y sonrió.

-Perdona mi atrevimiento pero eres muy lindo- comentó y bajo la mirada apenado, se había sonrojado.

-Gracias- río nervioso -Tus ojos azules son muy lindos-.

-Gracias- estaba aún más sonrojado que antes.

Se miraron y antes de que se dijera algo más un desconocido entró al baño.

-No tengo amigos o conocidos aquí y al otro tipo que le estampe la puerta pues siempre esta ocupado, y quiero salir- dijo un poco más nervioso.

-Si, algún día deberíamos salir- acepto Zayn mientras se dirigía a la salida del baño.

-¿Qué te parece si hoy?- pregunto.

-Claro- aceto el moreno con una sonrisa -Te veo en la salida en la entrada de la escuela-.

-Claro- dijo muy emocionado.

Iba caminado pero se regreso con el rubio al darse cuenta de un pequeño detalle.

-Oye- le dijo a Niall al alcanzarlo -¿Crees que me puedas prestar tu camisa? -.

-¡Oh!- dijo al darse cuenta de que el pelinegro tenía la playera llena de sangre seca- Claro, además traigo la playera-.

Regresaron al baño. Niall siempre vestía una camisa a cuadros arriba de su playera y con pantalones holgados, con su cabello acomodado en un pequeño copete que lo hacía resaltar sus ojos claros, por esa razón Zayn se dio cuenta sin evitarlo que el rubio tenía ojos azules.

Le dio la camisa y Zayn se quitó su playera enfrente del rubio, esté no pudo evitar mirar su marcado abdomen y sus tatuajes que tenia en el, Zayn se dio cuenta pero no dijo nada, solo se colocó la camisa que le quedaba un poco pequeña y apretada en el pecho.

-Creo que eres más pequeño que yo- comentó riendo.

-Si pero creo que se te ve mejor ese color rojo con negro de la camisa que a mi- acepto.

-Gracias- le dijo - Pero tenemos que pasar al rato a mi casa por una camisa limpia para mi-.

-Claro, yo te acompañó-.

Fueron las últimas palabras entes de irse a sus clases.

Liam por su parte llegó tarde como era de costumbre, pues aunque tuviera todo el tiempo del mundo siempre había una razón o pasaba algo para que llegará tarde, ese era su don.

Las clases comenzaron y cuando terminó la primera clase entró una llamada en su celular. Contestó, era Sam.

-Hola Sam- saludo muy contento mientras camina a la siguiente clase.

-¡Liam!- dijo exaltada -¿Ya diste el primer paso?-.

-Si, le di el primer regalo, creo que le gusto mucho- le comento emocionado -Y no tienes idea de lo hermoso que se veía y de lo feliz que me hizo verlo feliz-.

-Eso es muy buena señal- le dijo -Y me siento bien por ti-.

-Gracias-  contestó con una sonrisa -Tengo hambre, pero no quiero gastar dinero para comprar el siguiente regalo-.

-Eso se me hace super tierno pero debes comer- lo regalo - Te llevo de comer al rato a tu casa y así sirve que empezamos con la relación falsa-.

-Gracias, pero no quiero causarte más molestias- afirmó.

-No son molestias- acepto -Lo hago con gusto, justo ahora eres mi único amigo, y por el dinero no te preocupes yo te ayudo a comprar los regalos-.

-Eso seria pedirte mucho- contestó -Y creo que con lo de la relación ya es mucho-.

-No aceptare un no así que mejor nos vemos al rato- y colgó.

El suspiro rendido y juro que le pagaría hasta el último detalle.

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