Es un secreto

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A las dos levantaron al resto y bajaron a comer aún en pijama. Cabe decir que se sorprendieron al vernos a mí y a Nat ya preparados. Jacob me miraba fijamente, como intentando adivinar qué había sucedido. Mi hermano me sonreía con los ojos entrecerrados.

Nos levantamos. Las chicas cogieron su ropa y fueron a una habitación a vestirse, mientras que los chicos iban a otra. Yo me quedé en el balcón hablando con Nat.

Narra Jacob.

Salí de la habitación y busqué a mi hermana. Pude encontrarla hablando con Leo en el balcón. Me acerqué a ellos intentando calmar mi respiración, recordando que ambos habían sido los primeros en despertarse y que estaban duchados.

Interrumpí su conversación cuando me vieron.

-Leo, podemos hablar. -Le dije algo tenso.

Asintió. Lo conduje hasta la habitación del fondo. Allí, cerré la puerta y me apoyé en ella. No podía evitar mirarlo mal.

-Quiero saber qué hiciste con mi hermana a noche.

Su rostro se puso pálido.

-Nada.

-No me mientas.

-¿Qué te hace pensar que hicimos algo?

Le expliqué mis razones. Suspiró y me miró con ojos llorosos.

-Ella y yo queremos tener una relación.

-Eres de otra ciudad, ¿recuerdas?

-Era lo que le estaba diciendo antes de que aparecieses. Hemos quedado en que solo seríamos pareja cuando nos viéramos, luego romperíamos.

-¿Eres consciente de que eso le hará mucho daño? -Me estaba conteniendo mucho con este chico.

-Lo sé, por eso ella me dijo que no. Prefiere que lo de ayer se quede en un secreto, por eso te pediría que no le comentases esto a nadie.

Pensé que debía castigarle por lo que había hecho.

-Te guardaré el secreto -Suspiró de alivio-, con una condición. -Me miró a los ojos. -Me debes un favor.

-De acuerdo, haré lo que sea.

-Muy bien, cuando llegue el momento sabrás lo que debes hacer.

Salí de la habitación. Vi que Natsuki estaba mirando su móvil en el balcón. Tenía la mano en la boca y los ojos llorosos.

Narra Natsuki.

Esto es horrible. Después de que mu hermano se llevase a Leo, recibí un mensaje de una chica de mi clase que me odia.

Hola Natsuki.

Hola Tamara.

Quiero que me hagas un
favor.

¿De qué se trata?

Tengo un hermano que
va en tercero de eso.
Su novia lo ha dejado y
se siente mal. ¿Podrías hacerle
un servicio de prostitución?

POR SUPUESTO QUÉ NO!!

Olvidé decirte que si no lo haces publicaré una foto tuya comprometida.

¿Comprometida?

El mejor amigo de Nícolas
os sacó una foto mientras
os besabais. En ella él te
está metiendo la mano en
la camiseta y otra en el
pantalón. Supongo que
no te gustaría que se viese.

Por favor Tamara,
no la difundas.

Si haces lo que te pido
no lo haré.

¿Dónde y cuándo?

En mi casa, pasado
mañana de cuatro de la
tarde a siete y media.

Allí estaré.

Salí de la conversación. Tenía miedo, no sabía si eso que decía era verdad.

Leo llegó hasta a mí. Debió de ver la tristeza en mis ojos, porque me abrazó y me preguntó qué ocurría. Se lo conté todo y le enseñé la conversación. Lleno de rabia, estuvo a punto de llamar a la policía, pero lo detuve.

-Si haces eso difundirán la foto.

-¿¡Piensas hacerlo!?

-Sí.

-¡PERO SI EL CHAVAL ES MÁS PEQUEÑO QUE TÚ! ¡Y SEGURO QUE TE GRAVAN!

-Cálmate, no pasará nada.

Me abrazó y lloró sobre mi hombro. Le acaricié la espalda y le canté con susurros en el oído.

-Si hubiese sido responsable esto no te habría pasado.

-No tengas miedo. He soportado muchas cosas, podré con esto.

Narra Leo.

Nuestros padres vinieron a buscarnos. Quería decírselo, pero Nat me pidió que no lo hiciese, por lo que lo dejé pasar.

Me sentía fatal por ella, espero que tenga algo preparado.

Mi hermanastraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora