Salimos Natsuki, Laura y yo a comprar unas cosas. Jacob tenía un campeonato de natación, así que Nat quería que las acompañase al centro comercial, algo a lo que obviamente no me negué.
Las chicas querían comprar ropa para las fiestas, como todas las suecas de nuestra ciudad. Ayudé a escoger los conjuntos y las acompañé a la caja, donde me enfadé bastante. Llevábamos como veinte minutos haciendo cola para pagar... justo cuando nos toca... aparecen dos chavales. Uno le dio una cachetada (palmada en el trasero) a Natsuki y otro a Laura. Estaba claro que yo no iba a consentir eso. Los empujé antes de que pusiesen las manos en alguna otra parte de su cuerpo, después pagamos y nos largamos de esa horrible tienda.
Fuimos a tomar algo para intentar olvidar ese... mal trago, por llamarlo de alguna forma. Decidimos volver a casa. Todos estábamos ocupados llevando bolsas, así que la caminata de vuelta se nos hizo un pelín larga. Nat hoy se quedaba en casa de Laura, algo que me tranquilizaba. Dejamos en el sitio todo y yo me fui a casa.
Sinceramente, estaba un poco nervioso. Ese tipo de acciones me hacen sentir inútil, por no poder evitarlas y... ¡NO SE CÓMO EXPRESAR QUE ME JODIÓ QUE LE TOCARAN EL CULO!
Narra Natsuki
Andrew parecía disgustado. Pensé en escribirle, pero pensé que sería excesivo. Estuve hablando con Laura sobre lo del centro. Ambas nos sentíamos un poco nerviosas, a ella nunca le había pasado algo y así y a mi... bueno, en el orfanato me pasó de todo. Quise hacer algo para animarlo; gracias Laura, se me ocurrió elavorar del mundo para él. Nos pusimos manos a la obra. Dos horas, DOS HORAS, haciendo la maldita tarta de tres chocolates. Probé un pequeño trozo... DELICIOSA. Pedimos un taxi que nos llevó hasta su casa, ya era de noche así que no era buena idea ir solas. En cuanto timbramos, nos recibió un malhumorado Andrew, para no variar. Entramos y le enseñamos la tarta. Su cara no cambió en absoluto.
-¿Tres chocolates? -la seriedad en persona.
-Sí -al unísono.
-¿Casera?
-Por supuesto -estábamos coordinadas.
-¿Para animarme? -levantó una ceja.
Laura y yo nos miramos.
-Yo solo la miré, me gustó, la probé y dije comamos. La noche está para chocolate blanco, de esos que no se prueban hace tiempo.
Andrew rio.
-Tengo que enfadarme más amenudo -declaró cogiendo la tarta y llevándosela a la cocina.
Corto trozos para todos, los cuales devoramos en poco tiempo. Estaba deliciosa, de echo, en menos de diez minutos ya no quedaba. Nos reímos por nuestro vicio al chocolate. Andrew se ofreció a llevarnos en su coche a casa, es obvio que nosotras aceptamos. Nos montamos atrás las dos, ya que era muy posible que conociéndonos tuviéramos un accidente. En menos que canta un gallo ya habíamos vuelto. Nos acompañó al porche. Mientras Laura entraba yo decidí quedarme a hablar con Andrew.
-Me ha encantado la tarta -confesó.
-Nos ha encantado preparártela.
-Me tenéis malcriado.
-Nos tienes muy mimadas.
Hubo un momento de silencio. Le acaricié la cara y observé sus profundos ojos. Él me acarició el pelo. Se acercó a mí... yo me puse en la punta de mis pies, era realmente alto. Justo antes de besarnos, Laura apareció de nuevo, así que nos separamos. Se nos quedó mirando, sin decir nada. Andrew se puso la mano en la nuca.
-Bueno, hasta mañana chicas.
Chocó los puños con mi amiga, mientras que a mi me sujetó la mano, besando su dorso. Subió a su coche y se marchó como si no hubiese sucedido nada. Me sentí avergonzada, sobretodo porque Laura iba a interrogarme.
Narra Andrew
Vaya, por fin me atrevo a dar el primer paso sin cagarla, voy mejorando. Sin duda, lo que más me ha gustado a sido ver su sonrojo. Lo único que me apena es que Laura se haya entrometido, pero eso no pasará la próxima vez. Supongo que muchos estaréis pensando que me he vuelto un sentimental, pues la respuesta es no, nunca lo he sido, simplemente soy un caballero. Me preocupa un poco lo que su hermano pueda pensar... pero aún me preocupa más Nícolas.
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La novela casi se ha terminado y quiero anunciar que he empezado la segunda parte de NO ME IMPORTAN LOS RIESGOS. Quiero publicarla al terminar esta. Os pido paciencia con los capítulos, ya que pronto vuelvo a clases y las ideas no caen del cielo. <3
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Mi hermanastra
Teen FictionJacob, el único hijo de una de las familias más prestigiosas de Suecia. Sus padres deciden adoptar a una niña por su cumpleaños. Él no sabrá como reaccionar a una serie de circunstancias que acabarán con su felicidad.