Capítulo ҉ 17

9.1K 792 105
                                        

Me quedé prácticamente absorta cuando vi cómo Patrick Swayze levantaba por fin a Baby. Enseguida pensé que se sentiría al estar a tal altura, por encima de todo, por encima del dolor, del sufrimiento, del miedo... Allí estaba ella, sostenida por aquel que jamás la dejaría caer.

-Guao -murmuré sin apartar los ojos de la pantalla.

-Era de esperar que acabaría cogiéndola -dijo él rompiendo la magia.

-Shh, no me estropees Dirty Dancing.

Aguantó unos minutos más hasta que comenzaron a aparecer los créditos. Entonces me incorporé de golpe y tendiéndole una mano le dije:

-No dejaré que nadie te arrincone, Alek.

Él se rió al ver cómo interpretaba una de las frases más famosas de la película.

-¿Quieres que baile o qué?

Por un momento me lo imaginé bailando conmigo salsa. Luego rechacé la idea consciente de que no podría convencerle. Pero se me ocurrió algo mucho mejor.

-No, no vamos a bailar. Levanta.

Rechazó mi mano y se puso en pie rápidamente.

-Bien, participativo, así me gusta. Ahora ve hacia esa esquina -señalé una parte alejada del salón.

-¿Por qué?

-¡Tú hazlo!

Gruñó y anduvo hasta su posición, situada a varios metros de mí.

Primero sacudí la cabeza cómo intentado apartar a la razón de mi subconsciente, después cogí aire varias veces.

-Esto no me huele bien...

Me lancé a la carrera sin pensármelo dos veces. La imagen de los dos dándonos un buen golpe me cruzó por la mente, pero ya era demasiado tarde para echarse atrás. Me proyecté contra su cuerpo al mismo tiempo que sus fuertes brazos actuaban por sí solos, haciéndose con el control de mi cintura e impulsándola hacia lo alto.

No me lo creí hasta que agaché la mirada y vi cómo sus músculos se apoderaban de mi peso, impidiendo que cayera. Estiré mis extremidades igual que un ángel. ¡Lo habíamos conseguido! Y eso que en Dirty Dancing no lo lograban hasta el final.

-Dios mío, Blake, estoy volando.

Su risa me llegó desde abajo, tan real como todo lo que el aquel momento estaba ocurriendo.

-¿Cómo lo has hecho? -quise saber en cuanto me dejó en el suelo igual y de la misma forma que una pluma cuando desciende a causa de la gravedad.

-Te recuerdo que sé ballet, lo llevo en la sangre.

¡Ballet! ¡Pues claro! Su madre había pertenecido al ballet ruso.

-¿Sabes ballet? -grité con la boca abierta.

-Sí, bueno, ya sabes que cuando eres bailarín te toca coger a la bailarina.

¿Cómo no lo había pensado antes? Tal vez porque la idea de ver a Blake en mallas me parecía algo imposible.

-¿Y eres bueno? Es decir, sí has estado en escenarios y esas cosas.

-Hace tiempo...

En aquel instante supe que en realidad no sabía absolutamente nada de su pasado. Nada.

-Yo, siempre quise aprender ballet -lo dejé caer mirando hacia otro lado.

No tardé en notar sus ojos clavados en mí.

-No -negó en seco-, de ninguna manera.

-Oh, vamos, Alek, será divertido. Me portaré bien, lo prometo. Seré la alumna perfecta.

100 Preguntas para BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora