Enfrentamientos

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POV Emma

«¡Venga, Emma! ¡Por mí!» Neal me atormentaba mientras yo terminaba de guardar la loza del almuerzo

«¡Neal, pervertido!» miré en dirección a la puerta para comprobar que nadie nos estaba mirando «Ya te dije que no te voy a contar mis intimidades con mi novia» bajé el tono de voz, pero le golpeé en el hombro con el paño.

«¡Ay, qué agresiva eres! Solo tengo curiosidad, ¿eh?» frunció el ceño como si estuviera enfadado

«¡Ah, a otras con eso, chico! Como si nunca hubieras visto un video porno lésbico»

«No soy de ese tipo de personas» mi hermano mantuvo el rostro serio.

«¡No, qué va! Estabas viendo un misa aquella vez que papá te pilló en la sala de la tele cuando tenías 12 años y te puso a hacer todos los ejercicios de matemáticas sin que la profesora te los hubiese pedido» nos quedamos un minuto en silencio y después comenzamos a reírnos.

«¡Dios, ni me lo recuerdes! Pensé que realmente un corazón podría salírseme por la boca ese día» me empujó suavemente

«Hablando de nuestro padre...voy a subir y ver cómo está tu madre» le tiré el paño «El resto es para ti» dije caminando hacia la puerta

«Pero, ¿por qué ahora la madre es solo mía y por qué tengo que acabar yo?»

«Porque soy la mayor» grité saliendo de la cocina

Me acerqué a las dos mujeres que charlaban animadas. Abracé a Regina por detrás, y le di un beso en la mejilla

«Hola...» dijo ella sonriendo «¿Ya acabaste? Podías haber dejado que te ayudáramos»

«Neal se ha quedado encargado de eso. De nada, cuñadita» me giré hacia Tinker «Le estoy poniendo las riendas en tu lugar»

«Y te estaré eternamente agradecida por eso» la rubia reía

«Voy a subir a ver cómo está mi madre, ¿bien?» susurré al oído de Regina

«Claro, cariño. Tinker y yo continuaremos nuestra conversación sobre su facultad. Vete tranquila. Estaré bien»

Le besé de nuevo la mejilla y subí. Llamé suavemente a la puerta y mi padre me abrió.

«Hija...» hablaba en un tono casi inaudible.

«Viene a ver cómo está mamá» murmuré entrando lentamente en el cuarto.

«Le he dado un calmante y...se durmió» papá se sentó en la cama a su lado y yo lo imité

«Ah, papá. No deberías haber hecho eso. Sabes lo débil que es su organismo para eso. ¡Ahora Mary tardará en despertarse!»

«Esa es precisamente la intención. Tu madre tiene que descansar la mente de todo este jaleo. ¿Qué hubiera sido de la conmemoración de Neal si siguiera despierta y atacada como estaba?»

«Ya. Tienes razón. La entiendo. Ha sido mucha información nueva, la pobre, y aún más para una mujer tan religiosa. Me sorprendió y me alegro de que no haya acabado todo en un baño de sangre»

«¿Raro, verdad? También me extrañó esa ambigua reacción de tu madre. Cuando lo supo, hasta el momento en que Regina habló con ella, parecía como si el mundo se hubiera acabado. ¿Qué habrán hablado, eh?»

«No lo sé, pero Regina es...increíble, papá. Nos amamos de verdad y no hay nada equivocado en eso. Querría tanto que entendierais que mi corazón la ha elegido a ella. Soy tan feliz y sería importante para mí que os alegrarais por mí»

El dulce sabor de la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora