Y todo eso valió la pena

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POV Regina

Respiré hondo al ver a Emma caminando hacia mí. No sé si era la pasión que se reafirmaba o si realmente esa mujer conseguía estar más linda a cada minuto que pasaba. Se había recogido los cabellos en un moño alto y caminaba sonriendo, feliz.

«¿Tardé?» mi rubia preguntó entrelazando discretamente sus dedos a los míos.

«¡Una eternidad!» bromeé

«Vamos para dentro. Mamá dice que te hará su famoso cóctel para que lo pruebes»

«¿Tu madre dijo eso, amor?» la miré desconfiada

«Lo acaba de decir» me arrastró al centro de la sala donde Graham, Neal y Ruby esperaban ansiosamente a Mary.

«El de uva es para mi hija...» la mujer le pasó la copa a Swan «el de limón para mi bebé...» una para Neal «Este de piña para Ruby. El de fresa es el de Graham y, por último, pero no menos importante, este de uva para...¡Regina!»

¡Claro! Todo estaba siendo incómodo. Sonreí y, antes de poder agradecérselo, la madre de mi novia se retiró rápidamente diciendo que se había olvidado de dar algunas instrucciones a los camareros del buffet.

«Prueba, mi amor. ¡Está genial!» la rubia tomaba su bebida como si aquello fuera néctar de dioses.

«Vamos a ver si la señora Mary Margaret es la reina de las bebidas» bromeé y solo sorbí un poquito, pues me di cuenta de que Emma me había llamado "amor" delante de todos.

Las personas que estaban próximas a nosotras en ese momento sabían de nuestra relación, así que no habría problema por eso, pero aun así, sentí algo diferente, algo bueno. Era como si aquella corta palabra reafirmase sus sentimientos hacia mí.

«Es Neal quien celebra su cumpleaños, pero es tía Mary quien está más vieja. Se olvidó de que mi preferido es el de uva y se lo dio a la nuerita» Graham bromeó

«¡Hey, colega! Estás hablando de mi madre» Neal le dio un golpe en el brazo al amigo

«Que no sea por eso» cogí la copa de su mano y le pasé la mía «Confieso que prefiero la fresa» reímos

¡Realmente aquel cóctel estaba delicioso! ¡Era dulce y ácido! Una mezcla de sabores que, unidos al alcohol, lo dejaba excepcional.

La fiesta no podría ir mejor con el hermano de Swan contando sus anécdotas del colegio. Mi novia se tapaba el rostro con las manos en señal de vergüenza, mientras los demás nos echábamos a reír sin creer que fuera posible que existiera alguien tan loco. De repente, notamos a Graham inquieto, con un comportamiento fuera de lo común. Parecía sudar frío y hacía muecas de vez en cuando.

«¿Está todo bien, querido?» Ruby le preguntaba preocupada

«No sé...creo que no» y el hombre salió disparado hacia fuera

«Ok. Solo tenemos locos en esta familia» comentó Swan mientras nos quedábamos mirando la rara escena.

A pesar de la inquietud por la actitud de Graham, continuamos divirtiéndonos. Después de un tiempo, el hombre volvió pálido, pero con rubor en el rostro.

«¿Qué ocurre, mi amor?» su novia le preguntaba.

«Yo...yo...» se llevó la mano a la barriga y salió corriendo de nuevo.

Neal fue tras él y minutos después volvió riendo.

«¡Está con cagalera!» y no paraba de reír

«¿Qué?» Emma se aguantaba para mantenerse seria, así como todos en el grupo.

«Grah...no para. ¡Está igual que un pato!» y más risas

El dulce sabor de la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora