¿Y qué haremos ahora?

1.1K 120 18
                                    


POV Emma

No sé cuánto tiempo nos quedamos echadas en la misma posición. Los sollozos de Regina fueron cesando poco a poco. Yo acariciaba sus brazos, sus cabellos, siempre manteniendo mi cuerpo bien pegado al de ella para que mi morena sintiera, además de mi presencia, mi amor.

En cierto momento, me arriesgué a intentar conversar con ella. Delicadamente la giré hacia mí. Me asusté al ver su rostro lastimado, hinchado y con una expresión de derrota total, pero no dejé transparentar mis sentimientos. En sus brazos y piernas unas marcas rojas denunciaban una brutal agresión. Tuve que respirar hondo y sacar el autocontrol para no derrumbarme delante de ella. Tuve ganas de llorar, sentí odio hacia quien había herido a mi novia, sentí odio hacía mí misma por no haberla protegido. Por dentro yo estaba despedazada, pero por fuera mantenía una falsa tranquilidad y serenidad.

«¿Ha sido él quien te ha hecho esto?» ella se mantuvo en silencio, inmóvil, mirando hacia la nada «Bueno, yo...es extraño que esté aquí ahora, ¿no?» el pesado ambiente y mis nervios estaban haciendo que me trabara con las palabras y tartamudease «Regina, perdóname. Me asombré mucho y me sentí aterrada ante todo lo que había descubierto...» suspiré «Me cogió de sorpresa. Confieso que sentí rabia hacia ti por no haber confiado en mí, por no haberme contado todo desde el comienzo de nuestra relación. En el calor del momento te dije todas aquellas barbaridades, dije que no confiaba en ti y lo siento mucho. Era mentira. Me trastorné, pero en el fondo siempre he sabido que la mujer de mi vida es inocente. Mírame...» alcé su rostro y sonreí cuando nuestras miradas se encontraron «Desde el primer día en que nos conocimos sentí que había algo diferente en ti. Cuando fuimos conociéndonos más y comenzamos una relación, tuve la certeza de haber encontrado a la persona que me completaría. Alguien que siempre soñé tener a mi lado, que en las horas de tristeza pudiera apoyarme, entenderme y también hacerme feliz. Hoy te digo que todo lo que vi en ti es verdadero. Eso hace que aún me enamoré más de ti, que sienta que realmente eres todo lo que me faltaba en la vida. Hoy, tú eres mi razón de vivir. Perdóname mis errores y confía en mí. Sé cuánto me amas y no voy a renunciar a ti. ¿Me escuchas? Nunca voy a renunciar a ti, Regina. Me enfadaré, discutiré, pero desistir de nuestro amor...eso es algo inconcebible para mí. No saldré de tu lado nunca más, ni por un segundo. Vamos a superar esto juntas. Juntas»

«No tuve la culpa» finalmente mi amada se manifestó, después de un rato en silencio «Intenté escapar, correr, gritar, pero de nada valió. Fue más fuerte que yo. Emma...fue...¡Dios!...horrible» volvió a echarse a llorar, escondiendo su rostro en mi pecho.

«Shiiii...calma, amor. Calma. Ya pasó. ¡La culpa por supuesto que no es tuya! ¡Eso es inadmisible!» resoplé alto «¿Dijo algo?»

«Que me iba a mostrar lo que es un hombre de verdad» su voz era angustiosa

No pude contener la emoción y las lágrimas descendieron por mi rostro. Ni siquiera podía imaginar lo que aquel monstruo podía haberlo hecho pasar a Mills, los momentos de terror, las agresiones físicas y psicológicas. ¡Sentí un asco inmenso hacia ese canalla! Sería capaz de matarlo fríamente, torturándolo, como había hecho él con mi morena.

«Va a pagar por esto. Lo va a pagar caro» le dije, abrazándola

«No, no lo va a hacer. Robin siempre se escapa. Nunca fue y nunca será cogido. Es inútil. No...no vale la pena»

«¿Qué? ¡No! Regina, Robin no quedará impune. No voy a permitir que eso suceda. Mira lo que te ha hecho ese hijo de puta, amor. Basta de tener miedo. Ya no estás sola. Entiende eso»

«Sus negocios ilícitos llevan años. Vi qué estaba pasando en Washington, pero soy una asesina. ¿Quién me va a creer? Además, de cualquier manera, me encarcelarán. ¿De qué adelanta que lo denuncie?»

El dulce sabor de la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora