Asignatura pendiente. [Pablizza]

C a p í t u l o 4.

Actualidad {11 de marzo de 2007}

Los rayos de sol impactaban en la ventana, hace horas estaba despierta, no podía parar de pensar en lo que me había dicho Mía ni tampoco dejar de acordarme de Pablo.

10 meses atrás {3 de mayo de 2006}

— Dejame de molestar ¿Por qué no vas a bailar por allá? Hay un montón de chicas lindas — Le fingí una sonrisa a Pablo a quien me había encontrado en el boliche donde había ido con Pilar.

— No me interesa ninguna, yo ya tengo mi ganadora.— Lo mire extrañado.

— ¿Ah sí? ¿Y quién es?

— Marizza, estoy muy enamorado de vos. — Reí irónica.

— Hace dos meses me conoces Pablo, no jodas.

— En serio, esto no se lo dije nunca a una mujer — Otra vez estaba soltando una carcajada.

— Mentira Pablo, es tu verso preferido seguro.

— No Marizza, yo te quiero a vos. 

— Pablo es difícil, nos odiamos ¿Entendes?

— No yo no te odio. Lo difícil va a ser fácil si queres estar conmigo.  

Actualidad {11 de marzo de 2007}

¿Quién diría que del odio al amor había un solo paso? Y peor todavía ¿Quién diría que después del amor otra vez volvemos a intentar el odio? ¿Quién diría que todo iba a desvanecerse algún día? 

— ¡Primer día de clases! — Gritó Pilar ¿Emocionada? ¿A quién le emocionaba el primer día de clases?

— Te juro que te adoro, pero si seguís gritando te voy a pegar. — Hablé abriendo los ojos.

— ¿Por qué tan contenta por el primer día de infierno? — Preguntó Lujan y reí.

—  Porque hace un mes no veo a Tomas. ¿Saben lo qué es no ver a tu novio por tanto tiempo? Me estaba a punto de morir — Rodee los ojos.

— Sos una exagerada Pilar. — Solté de mala gana y me levanté de la cama para colocarme el uniforme.

— Cállate, vos te morías por ver a Pablo otra vez. — La fulmine con la mirada— Perdón, a veces me olvido que ya no están juntos...

— No te olvides. — Fingí sonrisa y salí de la habitación.

10 meses atrás {3 de mayo de 2006}

— Marizza yo te quiero. — Confesó Pablo y baje mi mirada — En serio. —Levanto mi cabeza y intento besarme pero corrí la cara.— Pensé que esto sería diferente, me equivoque. — Se levantó del asiento y intento irse pero lo jalé del brazo.

— Para Pablo, yo también te quiero. — Le sonreí y sentí como sus labios chocaban con los míos para después abrazarme. 

Así se paso la noche, entre besos y bailes de nosotros dos, hasta que decidimos irnos del boliche y ir a pasear por la linda ciudad de Buenos Aires.

— Te dije que no quería que me dejes ganar — Me referí al juego que habíamos jugado hace unos minutos.

— Te deje ganar porque quería que ganes el premio mayor.

— ¿Y cuál es el premio mayor? — Pregunté en tono de burla, el sonrió y entendí a lo que se refería. Sentí como se acercaba a mí y capturaba mis labios. — De lo nuestro, ni una palabra a nadie ¿No? — Dije entre besos y vi como Pablo se separaba lentamente de mí.

— ¿Por qué? ¿No queres que se enteren que salís con el chico que criticas? — Reí y negué con la cabeza.

— No tarado, no me gusta que se metan en mi vida y intenten arruinar todo.     

Actualidad {11 de marzo de 2007}

— ¡Nena te estoy hablando! — Escuché los gritos de Mía detrás de mí — ¿No pensas venir a clases?

— Sí. — Dije al reaccionar dejando atrás los recuerdos. 

— ¡Tarde Spirito! — Subió el tono de voz Carmen la profesora de literatura. 

— Es que yo estaba en... 

— No me importa — Me interrumpió y intente sentarme en uno de los asientos de atrás pero ella abrió su boca — No, este año no se sienta atrás, se sienta en el medio con Bustamante.

— ¡¿Qué?! — Grité.

— Primero baje el tono de voz si no quiere ir a dirección y segundo se sienta en donde le dije.

— Prefiero estar con el chancho antes de sentarme con él. —Murmure y vi como Pablo bajaba la mirada.

— ¿Qué fue lo que dijo señorita Spirito?

— No dije nada profesora. 

No podía creer como había bajado la cabeza y me había sentado al lado de Pablo ¿Por qué el universo conspiraba contra mí? Tal vez si quería sentarme el resto del año con él y por eso no seguí hablando.

— Te morías por sentarte conmigo — Escuche los susurros de Pablo y suspire.

— Me di cuenta que no cambias más, seguís siendo el mismo estúpido de siempre. No sos Brad Pitt ¿Sabías?

— No, soy el chico del que estas enamorada. Ah y ahora que me acuerdo por el cual lloras todas las noches antes de dormir. Creo que soy más que Brad Pitt.