C a p í t u l o 14.

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Actualidad {21 de marzo de 2007}

En estos momentos debería estarme cambiando para ir al boliche junto con Pilar y Mía pero en vez de eso estaba tirada en mi cama sin ganas de hacer nada, con la almohada empapada de mis lágrimas, estaba rota, los recuerdos me rompían y la relación inestable que llevaba con Pablo también. ¿Por qué no era capaz de perdonarlo? ¿De jugarme por lo que siento? ¿Por qué tenía que tener tanto miedo?

— Marizza... — Escuché su voz. Esa voz que resonaba siempre en mi cabeza. — ¿Qué haces con el uniforme todavía no te bañaste? En media hora nos vamos. — Sentí el peso de Pablo en mi cama. — ¿Estás bien? — Preguntó mientras pasaba una de sus manos por mi espalda. Mi cara estaba hundida en mi almohada. Opte por secar rápido mis lágrimas y levantar mi cabeza para mirar a los ojos a Pablo.

— Es que no tengo muchas ganas de ir. — Hice una mueca— Ahora me levanto y me voy a bañar. 

— ¿Por qué estuviste llorando?  

Me conocía, a la perfección lo hacia. Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas en vez de negar todo como siempre ahora estaba siendo débil.

— ¿Qué te pasa? — Sentí sus manos acariciar mi rostro. — Amor...— Beso mi mejilla y con dos de sus dedos secó las lágrimas que salían de mis ojos.— Sí no queres ir no vayas, no pasa nada.

— Que no puedo olvidarme de tu estúpida apuesta. ¿Cómo puedo seguir intentando estar bien con alguien que apostó mi virginidad? 

—  ¿Seguís con eso? ¿Cuantas veces tengo que decirte que me arrepiento? Fui un imbécil. Y sabes que lo que siento por vos es verdadero. 

— Pablo yo tuve que dejar el colegio en noviembre y alejarme de todos por un tiempo porque estaba hecha mierda. Porque vos me hiciste mierda. Y lo peor que hice fue haberte ido a buscar a tu departamento en año nuevo. — El bajó su cabeza y suspire — Me voy a bañar y a cambiar. Ni en pedo te dejo ir solo al boliche después terminas con cualquier loca.

Le di un corto beso a sus labios y agarre la ropa que iba a ponerme después de bañarme. Decidí salir de la habitación para ir a las duchas, dejando a Pablo en mi cama solo y confundido.

Hace 2 meses {1 de enero de 2007}

A pesar de lo destruida que estaba necesitaba verlo, por lo que decidí ir a su departamento. Eran las 00:35 y yo estaba tocando el timbre del 4B. Sabía que iba a estar ahí porque Tomas me envió un mensaje diciendo que no había salido a festejar con ellos.

— Sí es la pizza que pedí que toque el timbre dos veces, si no, no me interesa. 

No quería decir que era yo así que toque dos veces más su timbre y vi como el ruido de la puerta sonaba. Entré al edificio y subí en el ascensor hasta su piso. Tome aire para después tocar el timbre de su puerta.

— Hola... — Hice media sonrisa cuando el abrió la puerta. El abrió sus ojos como platos y después mostró todos sus dientes. 

— ¿Qué haces acá? — Habló en un tono feliz. 

— Quería desearte un feliz año nuevo. — Me encogí de hombros y el se corrió de su puerta para dejarme pasar. — Pintaste las paredes de azul, me gusta.

— Sí, me queda claro que no sos la pizza que pedí. — Solté una pequeña risa — ¿Por qué te fuiste así del colegio? Te busque por todos lados.

—  Ya sé. Mi mama me dijo que viniste a mi casa un montón de veces — El asintió— Pablo no podía seguir yendo y verte todos los días.

— No te das una idea de lo que te extrañe. 

Me acerqué a él y colgué mis manos en su cuello. No sé por cuanto tiempo nos miramos a los ojos pero después de este, me subí a su torso y capture sus labios. Esos labios que no había besado en dos meses y que necesitaba tanto.

 Actualidad {21 de marzo de 2007}

— Ya estoy ¿Vamos? — Baje las escaleras con el vestido azul pegado al cuerpo que me había puesto, también llevaba unos zapatos no tan altos de color negro. En el hall estaban Pilar, Tomás, Guido, Laura, Mía, Francisco y Pablo.

— Si fuera por mí, me hubiera ido hace mucho tiempo, pero Pablo dijo que sin vos no se iba a ningún lado. — Revolee los ojos al escuchar la irritante voz de Guido.

—  Te juro que si te ibas me moría. Es que yo si no estás vos no puedo vivir Café. — Dije con sarcasmo y todos rieron.— Vamos estúpidos.

Con los chicos decidimos ir caminando al boliche ya que estaba a unas diez cuadras. Pablo intento darme la mano en el camino pero yo me zafe de su agarre y decidí caminar hasta Mía para estar con ella.

— ¿Te arreglaste con Manuel? — Ella negó— Uh sos una idiota.

— Bueno mira quien hablo, la que hace esperar a Pablo y cuando se de cuenta va a ser demasiado tarde. 

Me dejo con las palabras en la boca y entró en el boliche. A penas entramos el pequeño grupo que formamos para ir se había esparcido por todo el lugar. Ahora solo estábamos juntos Tomas, Pilar, Pablo y yo.

— Nosotras vamos a pedir algo para tomar. Quédense acá. ¿Vos queres algo mi amor? — Le habló Pilar a su novio.

— Lo que vos tomes amor. 

Mi amiga asintió y decidimos dirigirnos a la barra. Como siempre yo me pedía una cerveza. Pilar se había pedido dos daiquiris. Mientras tomaba del pico de la botella de la cerveza que había pagado opte por mirar a Pablo. 

— Yo no lo puedo creer — Le hablé a Pilar.

— ¿Qué pasa? — Me miro y entendió al ver que estaba observando a una morocha que estaba hablando con Pablo.— Vamos ya. 

Ella tomo los dos daiquiris y al llegar le dio uno a su novio, por mi lado llevaba mi cerveza en la mano.

— Vos sos muy lindo. — Escuché la voz de esa morocha hablándole a Pablo.

— Estoy acompañado — Respondió cortante.

— Pero yo no soy celosa— Típico, parecía un gato de la forma que hablaba esta mina. 

— Pero ella sí. — Afirmó Pablo y sonreí. Me acerqué a ellos y mire de arriba a abajo a la tipa que tenía enfrente, ella hizo lo mismo.

— Nunca te fijes en alguien que sigue pensando en su ex — Decidí hablarle de mala gana a la que hace unos segundos se le tiraba a mi ex novio.

— ¿Lo decís por experiencia no? — Respondió toda falsa.

— No. — Negué— Yo hago el papel de ex. 

Pablo rió y yo decidí colgar mis manos en su cuello para capturar sus labios. Sentí sus manos bajando por mi cintura y sonreí entre beso.

— ¿Queres? — Le ofrecí de mi cerveza y asintió para darle unos sorbos.

— ¿Qué pasa? Siempre terminas viniendo cuando ves que alguien se me tira.

— Siempre hay una mina que esta detrás tuyo Pablo — Respondí algo enojada. No con él. Porque él no se le había tirado a nadie o eso es lo que yo pensaba.

— No es mi culpa. Pero yo siempre te prefiero a vos celosa. — Reí— ¿Cómo es eso que haces el papel de ex? 

— Y sí. Vos siempre vas a volver a mí.  

  

Asignatura pendiente. [Pablizza]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora