C a p í t u l o 16.

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Actualidad {22 de marzo de 2007}

— ¡Marizza! ¡Hey! — Escuché los gritos de Pablo detrás de mí mientras yo me dirigía a la salida del Élite Way. 

— ¿Qué queres? — Pregunté de mala gana cuando me jalo del brazo y hizo que volteara a verlo.

— Ayer te estuve esperando.

— ¿A mí? ¿Por qué no esperas a una de tus minitas?

— ¿De que minitas me hablas? ¿Qué hice ahora? — Preguntó en un tono preocupado.

  — ¿Cómo es eso que dijeron Guido y Tomas que justo que estaban a punto de volver te acostaste con otra mina?

— Que manía con escuchar todo detrás de la puerta. — Abrí mis ojos como dos platos por su respuesta.

— ¿Eso solo vas a decir Pablo?— Pregunté mientras apretaba mis puños.

— Yo no me acosté con nadie Marizza, bueno sí, con vos.

— ¡No me mientas! — Otra vez volvía a ser débil y mis ojos se llenaban de lágrimas— ¡Deja de mentirme!

— El que se acostó con otra mujer fue Manuel. — Dijo seguro— Justo estaban por volver con Mía y se acostó con Sabrina, la representante.

— ¿Qué? — Pregunté sin entender.

— Sí. Además nosotros no estamos por volver. Me dejaste muy en claro la rutina que queres para tu vida.

— No Pablo yo me iba a jugar por vos pero...

— ¿Pero qué? — Me interrumpió— Si todavía no me perdonas. Ni siquiera confías en mí y encima escuchas conversaciones que no te incumben ¿Te puedo pedir un favor? — Lo mire a los ojos. Lo note cansado, cansado de mis estúpideces seguramente y lleno de rabia— No le cuentes a Mía porque Manuel se lo quiere decir solo. 

— Para Pablo. — Lo agarre del brazo pero el no volteo a verme— Perdón.

— Cuando confíes en mí hablamos.  

— Perdón en serio. Pero a pesar de todo esto al final siempre volvemos a estar juntos porque nos amamos.

— No. — Negó— Con tus desconfianzas y cambios de opinión de un segundo al otro te estoy dejando de amar.  

Así fue como se zafo de mi agarre y se fue dejándome sola, haciendome sentir como la peor mierda del mundo. Y tal vez tenía razón en comenzar a cansarse de mí. Un día le digo que lo quiero y al otro no quiero verlo, pero eso es por la inseguridad que tengo. Por el miedo de volver a salir lastimada y está vez lo lastime a él, otra vez, por desconfiar de él.

— ¿Vas a venir a ensayar? — Me despabile de todos los pensamientos cuando escuche la voz de Manuel dirigiéndose a mí.

— Sí. — Asentí con la cabeza y lo seguí.

Al entrar a la sala de ensayo estaban Mía y Pablo sentados en una de las sillas. Mía se agarraba la cabeza seguramente por la resaca del día anterior y Pablo ni siquiera fue capaz de mirarme.

— En realidad no los reuní para ensayar — Decidió hablar Manuel y todos los miramos sin comprender.

— ¿Y para qué nos reuniste mi amor? — Me sentí mal a escuchar a Mía llamarlo así a Manuel, sin saber que había sido engañada.— ¿Vas a hablar?

— Hable con Sabrina nuestra representante, ella les paso algunas de nuestras canciones a algunos sponsors y justo el sponsor de bubbaloo quiere hacer la gira con nosotros.

— ¿Qué? — Dijimos los tres al unisono— ¿En serio?

— Sí.

— ¿Y cuando salimos? ¿Cuando es? ¡Habla! — Lo zamarree a Manuel quien no emitía palabra alguna.

— La semana que viene, nos vamos el jueves y volvemos el lunes, digamos que no es una gira tan grande y no nos perderíamos tantos días de clases. Eso sí, necesitamos la autorización de nuestros padres, mi madre ya firmó la mía y me la envió por fax. 

Fui la primera que pegó un gritó de felicidad y después se me unió Mía. Los cuatros nos abrazamos y comenzamos a saltar como haciendo "pogo"

— Para ¿Pero vos como vas a conseguir la firma de tu viejo Pablo?
— Le pregunte a mi ex novio que no me había vuelto ni a mirar desde que discutimos hace mas o menos una hora.

— Le pido a mi mama y listo, total todavía no se fue a Europa. De todas formas a vos no te importa. 

— ¿Nos perdimos de algo? — Preguntaron Mía y Manuel al unísono.

— No son los únicos, yo también estoy algo perdido ¿Nunca les pasó que pensaban que una persona los amaba de verdad pero después termino desconfiando de ustedes? Marizza no confía en mí eso es lo que pasa. — Baje mi cabeza al escuchar sus palabras— Que pena que a veces seas tan bocazas y otras tan cobarde.

— ¿Cobarde? No tranquilo. No me llaman Pablo Bustamante, no soy un nenito de papa y muchos menos no soy el hijo del intendente ni el que tiene miedo de denunciarlo solo porque lleve tal cargo, el que tiene miedo de jugarse por su vieja. Si tenes miedo de jugarte por alguien a quien de verdad queres y encima es tu mama ¿Por qué no te matas Pablo? — Le respondí subiendo mi tono de voz.  

— Para Marizza sos una bestia. — Se metió Manuel a la conversación cuando vio que la cara de Pablo se tornaba triste.

— Sí es verdad, soy una bestia, por eso se enamoro de mí ¿No mi amor? 

Termine de decir y decidí desaparecer de esa sala para terminar en mi habitación rota como siempre.

  

Asignatura pendiente. [Pablizza]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora