C a p í t u l o 26.

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Actualidad {2 de abril de 2007}

— Para — Habló cuando nos separamos por falta de aire— Para Marizza yo no quiero que estemos bien por un día y al otro día seamos como perro y gato.

— Yo ya no quiero un día, quiero todos los días.

— ¿Qué? — Preguntó sin entender— Marizza no me quiero ilusionar. 

— Pero esta vez es definitiva de verdad.

— No es definitiva yo sé que después vos vas a cambiar de opinión y...

— No voy a cambiar. — Lo interrumpí —Yo me voy a jugar porque no quiero perderte.  Aunque después me de cuenta que seguís siendo el mismo nenito de papa de siempre yo me voy a jugar por lo que siento y voy a dejar de lado el miedo que tengo de que me vuelvas a lastimar. 

— Es la primera vez que te escucho decir algo maduro — Dijo al mostrar todos sus dientes.

— ¿Ya empezamos con las agresiones? — Pregunté haciendo puchero.

— No es una agresión, nunca te quise agredir, lo que pasa es que quiero tapar lo que siento, es muy fuerte lo que siento por vos. Es como un hongo que me crece por dentro...

— Para Pablo ¿Un hongo? —Reí y el murmuro un "sí"— ¿Un hongo Pablo? Sos cero romántico.

— No sé. Lo único que sé es que seré cero romántico pero soy el que más te quiere.  — Soltó y capturo mis labios otra vez.

— Vos no me queres...Me amas. — Hablé entre besos y el sonrió sin dejar de besarme.— ¿No?

— Te amo. Con toda mi alma. — Nos separamos por falta de aire y le sonreí como una tarada.— Prométeme que no me vas a dejar está vez, me muero sin vos.

— Te lo prometo. — Asentí y bese sus labios otra vez. — Pero vos jurame que no vas a volver a venderte a tu papa después de todo lo que te hizo.

— Te lo juro.

Me abrazó y sonreí mientras posicionaba mi cabeza en su hombro. Por fin me había jugado, por fin había decidido seguir a mis sentimientos, si me equivocaba me iba a doler mucho, pero prefería intentar a quedarme con la duda.

— Tengo que contarte algo. — Decidí hablar mientras caminábamos hacía al colegio.

— ¿Qué hiciste ahora? — Reí y negué con la cabeza— ¿Qué pasó? 

— No hice nada. Hablé con mi mama antes de la gira y nos "arreglamos". 

— ¿En serio? Eso es genial pero no entiendo porque tenes esa cara de perro.

— ¿Cuando no tengo cara de perro? — Él soltó una carcajada— En realidad nunca debí pelearme con ella. Me contó algo horrible. Me contó sobre mi papa y...

— ¿Te dijo lo de la violación? — Levanté mi cabeza y lo mire sin entender.

— ¿Vos como sabes eso?— Pregunté mientras fruncía el ceño.

— Porque tu mama me llamo para contarme como fueron las cosas y me dijo que te cuente la verdad y tal vez así vos le hablarías pero yo le dije que era algo que tenía que hacer ella. También me lo contó Mía.

— ¿Qué? Ah, osea que todos lo sabían menos yo. Genial eh. — Me crucé de brazos— Igual aunque no sabía la historia de mi verdadero papa, si se lo puede llamar así a ese monstruo porque la verdad que prefiero a Spirito, yo siempre tuve miedo a que a mí me violen, tal vez en mi subconsciente lo sabía. Pero no sé, me duele, no es algo lindo enterarse de eso, que se yo a todos los que conozco sus padres los tuvieron con amor y a mi...

— ¿Con amor? — Rió irónico mientras me interrumpía— Te doy varios ejemplos eh. Mía, la madre después de parirla se fue con otro tipo, dejando a su hija y a su marido solos, encima después fallece. Manuel, el padre después de saber que su esposa dio a luz, se pega un tiro. Lujan es huérfana, sus papas la abandonaron desde muy chica. Y a mí me dieron palizas toda la vida, sí eso crees que es con amor.

— Bueno pero Mía tiene un padre que la quiere con todo su corazón y hizo dos papeles a la vez, Manuel tiene a la mamá por más lejos que este. Lujan me tiene a mí y a todos los del curso y vos también me tenes a mí y a tu mama que te ama Pablo aunque tu viejo te haga creer lo contrario.

— Y vos me tenes a mí Marizza, no necesitas un papá. Nunca lo necesitaste. Y si te pone triste pensar en eso, acordate de tu mama, que ella tuvo que hacer de madre y padre mientras te criaba. Además todo esto nos sirve para un futuro.

— Sí esta linda historia te puede enseñar a vos a violar mujeres y a escaparte después de embarazarlas y a mí no sé me enseña a obsesionarme con un borracho. Aunque la historia un poco se repite, porque sos un borracho y me intentaste violar. — Solté una pequeña risa y el bajo la cabeza con una media sonrisa.

— Primero no soy un borracho, tomo solo cuando estoy con mis amigos y segundo no intente violarte exagerada, me quería vengar nada más y eso fue antes de saber lo de tu papa. Y sí nos sirve para un futuro porque por ejemplo la historia que tengo con mi viejo me enseña a que a mis hijos no les tengo que dar palizas toda su vida. Me enseña que ser un padre es todo lo contrario a el. Y si vos llegas a ser al menos la mitad de lo madraza que es tu vieja deberías sentirte orgullosa.

— Sí tenes razón...A nuestros hijos nunca le van a faltar los padres.— El me sonrió de oreja a oreja y me encogí de hombros— Antes de que preguntes quiero tener tres hijos, ni más, ni menos ¿Ok? 

— ¿Dos nenes y una nena? — Puso una voz de nene chiquito y asentí—  Pensé que odiabas a los bebes y a los niños.

— Te odio a vos. 

Sonreí y capture sus labios antes de entrar al Élite Way School abrazados. Mía y Manuel estaban con los brazos cruzados mirándonos de arriba a abajo.

— ¿Se puede saber donde estaban ustedes dos? Hace horas saliste de la cárcel Pablo. Horas. Y te buscamos por todos lados, tenemos que ensayar porque a la noche tocamos en el bar ¿Sabían no? 

— ¡Uh nena callate! —Subí la voz al escuchar a Mía— Deja a mi novio en paz. 

— ¿Novio? — Preguntó Manuel con una sonrisa en el rostró— ¿Dónde estaban ustedes dos?

— Digamos que reconciliándonos. — Mostré todos mis dientes y Mía me imito.

— Pasa que todavía no la celebramos como se debe. — Soltó Pablo refiriéndose al sexo y golpee suavemente su pecho.

— ¿Entonces volvieron? — Preguntó Mía y nosotros asentímos —¡Al fin se decidieron jugar! Prometanme que es definitiva y no se van a separar más.

— Te lo prometemos.

Asignatura pendiente. [Pablizza]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora