Asignatura pendiente. [Pablizza]

C a p í t u l o 8.

Actualidad {12 de marzo de 2007}

— Para Pablo. — Lo aparte lentamente de mí — Porque nos besemos por los pasillos y a la noche tengamos sexo no significa que va a volver a ser todo como antes. 

— ¿Sexo? —Preguntó mientras fruncía su ceño.

— Sí sexo.

— Pensé que vos y yo hacíamos el amor. — Dijo triste y hizo una mueca.

— Pablo vos y yo dejamos de hacer el amor hace mucho tiempo — Mentí ¿Por qué siempre decía mentiras? Sabía perfectamente que jamás sería sexo con él— Porque para hacer el amor nos falta justo eso, el amor, no nos queremos mutuamente para llegar al "amor".

— ¿Vos me estas hablando en serio? — Asentí y el tiro su cabeza hacia atrás — Tenes razón, nos falta eso, a vos en especial.

— ¿Qué decís? — Subí mi tono de voz alzando una ceja.

— Que el único que siente amor soy yo al parecer. Yo te amo pero vos no. — Quería gritar a los cuatro vientos porque era la primera vez después de mucho tiempo que Pablo me decía que me amaba pero ahora debía tomar mi papel de chica dura.

— Vos no me amas Pablo, te gusta acostarte conmigo eso es todo. Y yo deje de quererte hace mucho tiempo.

— Ósea que nunca me amaste — El rió irónico y yo negué — ¿Me estás hablando en serio?

— Sí. Nunca te quise lo suficiente. — Vi como sus ojos se comenzaban a cristalizar y mi corazón se rompía con cada palabra que yo decía ¿Por qué tenía que ser tan dura? — No voy a negar que me lastimaste mucho, pero yo para vos soy la figurita difícil y nada más.

— Pensé que eras diferente sabes. Pensé que te conocía, pero es verdad nunca terminas de conocer a las personas. Lo único que se es que seguís siendo la misma resentida de siempre. No me vengas a buscar cuando te sientas sola en la noche y no puedas parar de llorar por todo lo que me estas diciendo ahora y porque ya no tenes todo lo que vivimos ¿Me escuchaste? No quiero verte más Marizza. 

Una lágrima rodó por su mejilla y me sentí la peor mierda del mundo. Él se dio la media vuelta y comenzó a caminar hacia quien sabe donde, sabía que era la última oportunidad para ir detrás de el y tomarlo del brazo, decirle que todavía lo amaba y perdonarlo por lo que me hizo pero no aproveche esa oportunidad, no lo hice, no fui detrás de él, me quede sola llorando en silencio, ahogando mis gritos.

Comencé a caminar hacía mi habitación, lo único que quería hacer era tirarme a la cama y largarme a llorar pero no lo hice. No hice nada de eso. Salí del colegio sin tener la tarde libre y me dirigí a una de las peluquerías mas cercanas, necesitaba un cambio en mí, verme diferente. Parecía Mía en estos momentos que cuando estaba triste se iba de shopping, pero me había cansado de quedarme en la cama sin hacer nada y llorando todo el día. 

Cuando volví al colegio las miradas se posicionaron en mí.

— ¿Nunca vieron a una chica con el pelo corto imbéciles? —Pregunté de mala gana subiendo a mi habitación.

Me había cortado el pelo, ya no era mas la pelirroja, ahora había vuelto al color marrón claro. Mi pelo ahora llegaba hasta mi cuello, y me había agregado dos rastas cortas a mi pelo, no se notaban mucho, pero me gustaba el estilo que me hacía. 

— ¿Qué te hiciste? — Preguntó Pilar cuando entro a la habitación y me observó de arriba a abajo.

— Me opere la cara. — Dije rodeando los ojos —  Me corté el pelo tarada ¿No ves?

— Lo que veo es que la única tarada sos vos. 

— ¿Qué decís? Además no me queda tan mal — Hice una mueca.

— No es por el pelo. Tomas me llamo por teléfono diciendo que hoy no podía salir conmigo porque Pablo estaba destruido y llorando en una cama sin querer levantarse. — Baje mi cabeza — Supongo que estas feliz ¿No? Está bien Marizza, el te lastimó, pero se arrepintió ¿Cuanto tiempo más va a durar tu venganza? 

— No es una venganza yo simplemente no quiero sufrir más Pilar.

— Sos una egoísta. Se quieren y pueden estar juntos pero no sos capaz de jugártela. Yo creí que bajo esa pinta de dura había alguien que merecía la pena.

— Pero ya ves que no. Y si tanto te molesta salí vos con Pablo, no me jodas más. — Subí mi tono de voz y vi como Pilar desaparecía del cuarto.

Actualidad {13 de marzo de 2007}

La noche anterior había pasado entre llantos silenciosos y recuerdos de Pablo y yo, no podía parar de pensar en él. ¿Por qué lo lastime? Por suerte hoy no había clases, más bien teníamos todas las horas libres. Debería haber ido a mi casa ya que era viernes pero preferí quedarme en el Élite Way antes que escuchar las estupideces de mi mama.

Mi celular sonó y vi en el un mensaje de Mía "Te necesito urgente", decidí llamarla en vez de entablar una conversación por mensaje de texto.

— ¿Qué pasa? ¿No sabes que vestido ponerte? ¿El rosa o el violeta me vas a preguntar? — Le pregunte entre risas.

— Es Pablo — Pare de reírme. —  No para de llorar. La mama de él se va a ir a Europa. Más bien, su papa la molió a golpes y ahora la echa a Europa. No sé bien que paso, no nos quiere contar nada, pero a vos si te va a contar.

— Mía... Pablo no me quiere ni ver — Hablé y solté un largo suspiro — Lo lastime.

— Ya sé, y sos una estúpida, pero sos mi amiga y te apoyo en todo aunque me parezca mal. Estamos en la sala de ensayo. Veni por favor.

 Colgó el teléfono y tire mi cabeza hacia atrás. Decidí ponerme de pie y salir de mi habitación para bajar las escaleras y dirigirme a la sala de ensayo.

— ¡No entiendo por qué todo me pasa a mí! — Escuché los gritos de Pablo — ¡Marizza me corta el rostro y me dice de todo! ¡Y ahora mi vieja esta toda golpeada y no quiere denunciar a Sergio! ¡Se va a Europa y me deja solo! ¡Todos me dejan solo! — Vi que Pablo abrazaba a Mía y baje mi cabeza después de escuchar todo lo que decía entre lágrimas.

— Ya la llame a Marizza para que venga, ella te puede ayudar.

— Marizza ya no me quiere ayudar y la necesito demasiado. Necesito que aparezca y me de uno de sus abrazos que me hacen pensar que todo esta bien. Pero no va a venir.

— Uh nene siempre me tiras mala onda ¿Quién dijo que no iba a venir? — Entré a la sala de ensayo y todos fijaron su mirada en mí.