Capitulo Cuarenta y Cuatro

1.2K 80 1
                                    




Después de pasar toda la tarde con la familia de Christopher volvimos a la casa a altas horas de la noche porque decidimos ir a cenar juntos en un restaurante del centro. La pasamos bien, como de costumbre, me contó cómo le había ido en el trabajo y yo le conté sobre la universidad. Me contó algunas cosas sobre su familia y su padre, a quien últimamente había estado visitando.

La mañana siguiente nos despertamos tarde, casi a la hora de almuerzo. El día estaba transcurriendo con calma.

—Lesya, el almuerzo está listo— me llamó Christopher.

—Voy— le dije sentándome en el mueble con mi celular en la mano.

Mandé algunos mensajes y me puse de pie dejando el dispositivo sobre la mesa de centro. Tomé asiento frente a él y lo miré.

—¿Qué?— pregunté, pero no respondió. Empezamos a comer en silencio lo que había preparado: sushi. Sin duda se había convertido en mi plato de comida favorito— En serio, amo esto.

Christopher alzó la mirada hacia mi unos segundos inexpresivo y volvió a la comida.

—¿Qué te pasa?

—Nada.

—¿En serio?— cuestioné soltando los palillos. Me crucé de brazos ligeramente molesta. Se inclinó hacia mi y dejó un beso en mi frente.

—No tengo nada, mi amor— dijo forzando una sonrisa.

—¿Es por la fiesta?— pregunté— Si no quieres ir está bien. Puedo ir sola.

—No es eso— murmuró jugando con la comida. Tomé su rostro entre mis manos para que me mirara.

—¿Qué te ocurre?

—Mañana es el aniversario de Claire— respondió. Solté su rostro y bajé la mirada. Sentí algo extraño en mi interior.

—Entiendo. Aún estoy a tiempo de invitar a alguien más— dije para no darle a entender de que terminaría yendo sola si él no iba.

—Te dije que si iría. Necesito despejar la mente de todas formas.

Después de eso terminamos de comer en silencio. Sentía que algo más le inquietaba, pero aparentemente no quería decirme qué. Me molestaba un poco, sin embargo, no quería entrometerme demasiado en su vida con el poco tiempo que llevábamos. Apenas acababa de conocer a su familia y quién sabe cuántas cosas aún faltan por conocer de él.

—¿Crees que puedas actuar como un civil normal y no un detective?— aventuré para aligerar el ambiente mientras Christopher lavaba los platos.

—Hace mucho que no voy a fiestas de universitarios para celebrar, pero no creo que sea tan difícil— respondió un poco inseguro— ¿Por qué?

—Sólo pregunto. Estás fiesta pueden ser un poco descontroladas— dije sonriendo a sus espaldas. Me miró por sobre su hombro y borré la sonrisa.

—¿En serio?— preguntó y me acerqué a él, abrazándolo por detrás.

—Tal vez veas uno que otro menor de edad bebiendo. Seguramente habrá algún tipo de droga...

—¿Intentas convencerme de no ir?

—Para nada. Solamente estoy advirtiéndote— dije conteniendo la risa.

Me separé y se volvió hacia mi. Juntó sus labios con los míos despertando agradables sensaciones en mi interior, el beso profundizó con la entrada de su lengua en mi boca. En poco tiempo nos quedamos sin aliento.


—Quizás no debí venir después de todo— murmuró estacionando el auto junto a los demás. Sonreí.

—Quizás estás muy viejo para este tipo de cosas— aventuré.

Una Ecuación Peligrosa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora