10. Nonlife.

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-Despierta querida.-Escucho la voz de madre en sueños.-Ginna es hora de irnos.

-¿Irnos?- Despierto de golpe, descubriendo que no se trata de un sueño. Madre lleva un elegante sombrero, y por su aroma ya ha bebido su taza de café matutino, y yo sin siquiera salir de la cama.- ¿A dónde?

-A la reunión con las chicas.- Responde como si fuese obvio, mientras acomoda uno de sus guantes.

-Eso es el martes...- Contraataco en esta batalla de respuestas obvias.

-Sí, pero debemos hacer un viaje en barco de poco más de un día.- Ahora comprendo, pero sigo sin entender el por qué.

-Nunca mencionaste ese detalle madre, de verdad hubiera sido muy amable que lo dijeras, ¿Qué tal si he programad una salida?

-Tú no tienes amigas con las que salir, además cuando seas reina lo sabrás todo Ginna, de momento estás en tu fase de aprendizaje y deberás obedecer a tu consejera, ósea, yo.- Dice a la vez que se señala a sí misma.

-No recuerdo haberte escogido como consejera, madre.- Rueda los ojos y se levanta de mi lado para que pueda levantarme.

-Es un puesto auto impuesto.- Le miro poco convencida, no me gustan las imposiciones, pero podría ser peor, al menos madre se maneja muy bien en asuntos relacionados con la compañía, pero desconozco su labor como consejera de una supuesta futura reina.- Como sea, levántate y vístete, el barco sale a mediodía, Nonlife nos aguarda.

-Primero debo pasar por el palacio.-Me levanto a toda prisa y corro al baño, que para mi sorpresa ya está listo y con las mucamas aguardando.

-Por nada.- Dice mi madre antes de irse. Cómo nunca me doy un baño a la velocidad de la luz, solo uso un tipo de aceite y no peino mi cabello.

-Rose.- Le llamo mientras me secan, lo sé, me hacen sentir como una inútil, pero no saben cuánto tiempo ahorran.

-Sí, señorita.- Se presenta a los pocos segundos, es enserio, ellas aguardan entre las sombras esperando a que les llamen.

-Trae un vestido de una sola pieza, sin encajes ni corsé, y rápido...por favor.- Asiente y sale corriendo hacia el vestidor en busca del vestido, al cabo de unos segundos llega con un vestido blanco invierno y un abrigo.

-Hoy hace mucho frío.- Explica.

Me visto, seco mi cabello y salgo en dirección al palacio en el carruaje más pequeño, necesito ahorrar tiempo.

Una vez llego la guardia real me detiene, al parecer el rey, la reina y la princesa han vuelto de su viaje de Goldenrock, lo que implica reforzar los protocolos de seguridad. Esta gente invierte mucho dinero en mantener su vida privada en secreto, he escuchado oscuras historias de la familia real, pero no he podido comprobar ninguna, bueno excepto aquel chisme sobre el apetito sexual del príncipe.

-No tengo tiempo, mande a llamar al mayordomo de su excelencia el príncipe.

-¿Quién es usted para ordenar eso?- Pregunta arrogante el guardia, sus emblemas me hacen ver que no es un simple conscripto, sino un soldado condecorado, y su escarapela oxidada da testimonio de su rango como protector personal del rey, rebajado a custodiar la puerta.

-Ginna Weynher, amiga de la corona y favorita de esta casa.- Dice una voz a mis espaldas, al voltear puedo confirmar mis sospechas, es Jim, quien me sonríe apenas le veo y hace una pequeña reverencia con su cabeza, la cual respondo como se supone que es debido. No logro observar en su expresión alguna clase de rencor desde la última vez que le vi.

Una Corona de Sangre I: Reina del Cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora