16. Lecciones.

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-¡¿Qué rayos fue eso?!- Las brujas me miran con atención, aún no me compongo de la impresión, jamás pensé que fueran capaces de algo así, nunca vi tanta destrucción y desesperación juntas en un mismo espacio y momento. -No atraparon por accidente a los terroristas, ese era el plan ¿Cierto?, debían buscar la forma de llevar la destrucción hasta su patio trasero, hacerles sentir inseguros hasta dentro de su hermoso palacio.

-Majestad....-Interviene Rachel con tono precavido. -Este ataque estaba previsto desde antes de su proclamación.- Traga saliva. -Y según sabemos usted estaba al tanto, incluso sabía del cambio de fecha de la boda...

-Podrían haber sido amables y explicarme la parte en que llueve fuego, y las malditas voces.- Trato de mantener la calma, pero un asunto en especial me dificulta la tarea.- Jim... no sé qué le sucedió, no sé si está muerto, o quemado... ¡SOY SU REINA MALDICIÓN! Tengo que saberlo todo, ese era el trato.

-Con todo respeto majestad.-Habla Mally con la cabeza gacha.- Aún carece de la experiencia para ello, aún debe formarse en sus dotes y conocer a su pueblo, a su raza...Usted fue proclamada reina, no coronada, lo que significa que está en un periodo de asunción, en el que acepta las responsabilidades de su cargo, y reúne los requisitos para ser coronada.

-Por lo que soy un mero títere, ya habíamos hablado de eso.

-Por supuesto que no majestad.- Indica May. -Solamente está en un periodo de instrucción. Debe aprender a ser una reina. Ese título se gana.

-Muy bien.- Levanto las manos en señal de rendición. -Señoras, enséñenme a ser una reina.

Al instante me arrepiento de mis palabras, todas sacan libros de la altura de un pastel de tres capas, cada uno con títulos como: Mil Fracasos de la Corona....o Filosofía del Poder. Escritos todos por brujos, al menos es lo que me dan a entender los sellos del ojo con los triángulos en su portada, esto debe pertenecer sin duda a la lista negra de la fe.

-No se preocupe majestad.- Habla madre. -Frederick podrá ayudarte, sé que gusta de leer obras clásicas, filosofía y política, en mi opinión un valioso recurso, sólo se debe poner a prueba su lealtad para dejarle formar parte.

-No sé si sea necesario.- Interrumpe Rachel. -Frederick es uno de los nuestros, solo debe recordar.-Dejo los libros a un lado fascinada por aquella revelación, puede que después de todo no haya incurrido en una imprudencia en pedirle su ayuda.

-Alto, alto. Si Frederick es un brujo, ¿Cómo es que no lo sabe? O si lo hace ¿Por qué no huye? Es decir...- ¿Por qué no me lo ha dicho?

-Porque se encargan de borrar sus recuerdos.- Contesta May. -Lo hacen con la mayoría de los hijos del viento, los únicos que se salvan del tratamiento del olvido son aquellos que son robados demasiado pequeños como para recordar.

-¿A qué te refieres con "tratamiento del olvido"?- Pregunto con curiosidad, haber si me ahorran un poco la lectura.

-Cuando lea los libros, lo sabrá.- Y así Madre arruina mis planes.

-Hay otro tema del cual debemos hablar: La empresa de mi padre y la inmediata puesta en marcha de las importaciones de las tierras de los hombres amarillos.

-Majestad.- habla mi madre. -De la empresa de su padre no se preocupe. Ayer envíe un mensajero para citarlos mañana por la mañana y comunicarles de la disolución de la empresa, y de la confiscación de los bienes de éstas que se encuentren bajo su poder.

-¿A cuánto se elevan tales bienes?- Y pensándolo bien, debí preocuparme antes de ese asunto, después de todo soy quien sucede a madre.- Rose, por favor toma nota.- La joven asiente, no me había percatado de las delicadas y cuidadosamente trabajadas trenzas en su cabello, una falta absoluta a la moral panneísta, por suerte ninguna de nosotras debe algo a es dios.

Una Corona de Sangre I: Reina del Cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora