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El reloj marcaba las 11:59 P.M., una niña de rizos pelirrojos sostenía entre sus pequeñas manos una estrella, con los ojos cerrados mientras soltaba pequeños murmureos, esperando a que algún día alguien la escuchase y cumpliera su deseo.

Unas campanadas provenientes del salón de abajo, la sacaron de su ensoñación, ya tenía once años, soltó la estrella viendo como los últimos restos de humo se los llevaba el viento.

Camino por los largos pasillos hasta llegar a su habitación, se acostó en su cama viendo hacia el techo mientras sostenía entre sus dedos una fina cadena dorada donde un pequeño mapa colgaba.

Pequeños golpecitos en su ventana la despertaron, se levantó sintiendo el frio suelo bajo sus pies, abrió su ventana dejando pasar a una lechuza que dejaba en su mesa de noche un sobre para volver a partir.

Hogwarts...

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA

Director: Albus Dumbledore

(Orden de Merlín, Primera Clase,

Gran Hechicero, Jefe de Magos,

Jefe Supremo, Confederación

Internacional de Magos).

Querida señorita Black:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el

Colegio Hogwarts de Magia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros

necesarios.

Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del

31 de julio.

Muy cordialmente, Minerva McGonagall

Directora adjunta

Bajo corriendo hasta la cocina donde una mujer rubia bebía un te mientras leía El Diario Del Profeta, levanto la vista, viendo a su sobrina bajar a toda prisa, no entendía, hasta que vio el sobre amarillento.

- ¡tía Norah ya llego! -grito mientras batía el sobre de un lado al otro.

- ¡Amina cálmate!, primero lo primero y luego iremos al Callejón Diagon -dijo tranquilizando a la pequeña de mirada castaña- ¡oh!, feliz cumpleaños querida, toma- le entregó un pequeño paquete.

Amina lo tomó y subió, ellas no eran tan unidas, eran pocas las veces en que Amina la llamaba 'tía', a pesar de que era su "único" familiar, Amina no le tenía tanto aprecio, si, agradecía todo lo que hizo por ella y el no haberla dejado en la calle.

En su habitación Amina abrió el paquete encontrándose una chaqueta de cuero con la palabra "Black" en la espalda, pensó que se debía al color de la chaqueta, ya que esta era negra, y ya hace un tiempo recordaba haber visto una de color rosa que decía "Pink".

•••

Entramos a Gringotts recibiendo un par de miradas, me detuve a mirar un poco, todo era tan... insípido. Norah retiró dinero de mi cuenta bancaria, cuenta que jamás he llegado a escuchar, solo sé que tengo una. Tampoco pude evitar mirar el letrero con la advertencia que decía:

«Entra, desconocido, pero ten cuidado

Con lo que le espera al pecado de la codicia,

Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,

Deberán pagar en cambio mucho más,

Así que si buscas por debajo de nuestro suelo

Un tesoro que nunca fue tuyo,

Ladrón, te hemos advertido, ten cuidado

De encontrar aquí algo más que un tesoro»

Ñee... pienso que algún día alguien lo bastante idiota pero inteligente hará de esa advertencia, una simple frase.

Nos separamos para ir comprando mis cosas de Hogwarts, aparte de que Norah tenía asuntos que atender, 'Madame

Malkin, túnicas para todas las ocasiones', se podía leer en el letrero frente a mí.

Por último, pero no menos importante, «Ollivander: fabricantes de excelentes varitas desde el 382 a.C.».

Al final del día me traje conmigo muchos libros, objetos necesarios y una varita de madera de Bubinga de 27 cm y centro de fibra de corazón de dragón, flexible, una varita con un diseño muy bonito a decir verdad.

Recorrer el Callejón Diagon, prácticamente sola, no es tan divertido que digamos. Que sí hay mucho ajetreo y cosas con la cual entretenerse, no lo discuto, pero no estaría mal pelearle a alguien, discutirle, claro que ese no es mi caso.

Norah; Norah no es lo que digamos la mujer más paciente, bondadosa y alegre que digamos; ella es más de las personas que en lugar de un corazón bombeando sangre, tiene unas pequeñas piezas de metal entrelazadas maquinando a toda hora, que sí tiene momentos "benévolos" en los cuales acostumbra "relajarse" y por "relajarse" me refiero a trabajar desde casa. Pero que puedo hacer; no es como que pueda hacer mucho, si algo sé, es que no se puede modificar a una persona, tal vez físicamente, pero si hablamos de mental tanto psicológica, es cosa de fantasía. Total, la hermana de mi madre es eso, la hermana de mi madre.





-SmileCreative-


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