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Al día siguiente se me informó que se aceptó mi propuesta respecto a Lockhardt, por lo que al final de todo el semestre presentaré un examen hecho por mi jefe de casa para probar que, en mi opinión, aprendo más por obra mía que por lo que pueda llegar a "enseñarme" ese farsante bueno para nada.

Por lo que pasé parte de la mañana entrenándome para ese examen, solo un ratito porque se venía el partido de Quidditch y realmente no quiero asistir, no veo porque es tan interesante, es como ese juego muggle donde todos van detrás de una pelota para luego patearla en un cuadro, creo que se llamaba foogle, y al estar Hogwarts prácticamente vacío podré relajarme sin tener niños a mi alredor, sin malfoys, ni potters, ni personas insufribles, solo paz.

•••

-Este no es mi concepto de paz...

-Tu quisiste quedarte a ayudar, ahora, ¡Tendríais que haber venido enseguida aquí! -dijo, o más bien gritó, la señora Pomfrey hecha una furia entrando al cubículo donde estaba la víctima y levantando el pedazo de goma que es ahora, el brazo de Harry Potter- Puedo recomponer los huesos en un segundo... pero hacerlos crecer de nuevo...

Dejenme y les explico, cuando hablaba de paz me refería a pasear por los jardines, leer a los pies de algún árbol cerca del lago negro, recorrer los lugares mas recónditos de Hogwarts, en lugar de eso opté por ir a la enfermería para hurgar un poco en ese lugar, quién sabe cuantas historias guarda, y claro, un intercambio de palabras con Pomfrey y prestar mi ayuda para ordenar algunas cosas, pero no, el partido de Quidditch terminó y con ello problemas, porque al cráneo privilegiado de Gilderoy se le ocurrió la grandisima idea de ejercer de medimago y "repara" el brazo roto de Potter. Y henos aquí.

-Pero podrá, ¿no? -dijo Harry, desesperado.

Y como no estarlo, yo hasta entraría en un estado de histeria, y ahora, conociendo mi historial familiar, creo que estaría yendo a Azkaban.

-Desde luego que podré, pero será doloroso -dijo en tono grave la señora Pomfrey, dando un pijama a Harry-. Tendrás que pasar aquí la noche.

Mientras me acercaba vi Hermione aguardar al otro lado de la cortina que rodeaba la cama de Harry mientras Ron lo ayudaba a vestirse.

-¿Te atreves ahora a defender a Lockhart, Hermione? -le dijo Ron a través de la cortina mientras hacía pasar los dedos inanimados de Harry por el puño de la manga-. Si Harry hubiera querido que lo deshuesaran, lo habría pedido.

-Cualquiera puede cometer un error -dijo Hermione-. Y ya no duele, ¿verdad, Harry?

-Cualquiera puede cometer un error, si, pero Lockhart es un adulto, o eso quiero creer, y lo que hizo fue imprudente. Si fueran otras circunstancias se le aprobaría, porque todo profesor de DCAO tiene que saber un grado de medimagia, pero estamos en Hogwarts, con una enfermera más que competente, y su caso no era de extrema emergencia, tenían que haberlo trasladado hasta aquí y no dejar que Lockhart lo tocara. -dijo entrando de imprevisto al cubículo sobresaltando al trío -pero responde Harry, no la preocupes.

-No -respondió Harry-ni duele ni sirve para nada. -Al echarse en la cama, el brazo se balanceó sin gobierno.

-Tengo que ser honesta, tu diagnóstico final es la amputación. -al decir aquello de manera seria el color cedió paso a la palidez en el rostro de los gryffindor, y no soportándolo solté una pequeña risa, porque Ron tenía una mueca de terror, Hermione parecía que se echaría a llorar en ese momento y Harry quería morirse en ese momento.-calma, Pomfrey puede hacer que aparezcan nuevamente.

-¿Tu qué haces aquí? ¿Vienes a asesinarlo?-y como no, Ronald Weasley enjuiciando a los Slytherins.

-Si, vine a asesinarlo, porque esperé a que terminara el partido para hacerlo pero Lockhart entorpeció mis planes, así pondré veneno en su bebida para que parezca un accidente.-claro Weasley, porque mi propósito en la vida en matar Harry Potter y ganarme la envidia de Voldemort por lograr lo que el no pudo hacer.

Love me, Potter | Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora