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Las clases con Lockhard eran estresantes, pero las clases de Binns eran sofocantes. Pasaba que tu podías tener el animo hasta la torre más alta de Hogwarts, pero en lo que entrabas a su asignatura una sofocantes ganas de dormir te abrumaban. Es como si al hablar escupiera somníferos.

Si bien Historia de la Magia no era aburrida, el profesor Binns mataba todas las ganas que tenía de ver esta asignatura.

Según escuché por ahí, el profesor Binns era el único profesor fantasma que había en Hogwarts, un hombre viejo y cansado que murió y no se dio cuenta de esto, solo que un día se levanto y dejó su cuerpo en la sala de profesores, ahora está condenado a impartir esta materia hasta la eternidad... Al igual que Myrtle la Llorona con los baños.

Todas las clases en Historia de la Magia eran iguales, igual de monótonas, claro que hoy a cierta chica se le dio por levantar la mano. A ver que tal resulta esto.

Hasta Binns está sorprendido.

-¿Señorita...?

-Granger, profesor. Pensaba que quizá usted pudiera hablarnos sobre la Cámara de los Secretos -al decir esto Hermione, se me encendió el chip, estos idiotas ya buscan problemas.

Era tan insólito este hecho que el chico, no sé su nombre, que estaba boquiabierto mirando por la ventana, se sobresaltó al oírla. La chica de cara de idiota levantó la cabeza y al chico Neville se le resbaló el coso de la mesa, eso y Ronald y Harry mirando a Hermione boquiabiertos.

-Mi disciplina es la Historia de la Magia -dijo con su voz seca, jadeante-. Me ocupo de los hechos, señorita Granger, no de los mitos ni de las leyendas. -Se aclaró la garganta con un pequeño ruido que fue como un chirrido de tiza, y prosiguió-: En septiembre de aquel año, un subcomité de hechiceros sardos...

Pero si creyeron que eso le basto a la leona, pues que equivocados estábamos, porque otra vez su mano se agitaba en el aire.

-¿Señorita Grant?

-Disculpe, señor, ¿no tienen siempre las leyendas una base real? - eso Binns no se lo esperaba. Esta clase se puso interesante.

-Veamos -dijo lentamente el profesor Binns-sí, creo que eso se
podría discutir. -Miró a Hermione como si nunca hubiera visto bien a un
estudiante, y creo que nunca lo ha echo-. Sin embargo, la leyenda por la que usted me pregunta es una patraña hasta tal punto exagerada, yo diría incluso absurda...

Ah, pero querido profesor, ahora la clase entera tiene su atención, el pueblo quiere respuestas.

-Muy bien -dijo despacio-Veamos... la Cámara de los Secretos... Todos ustedes saben, naturalmente, que Hogwarts fue fundado hace unos mil años (no sabemos con certeza la fecha exacta) por los cuatro brujos más importantes de la época. Las cuatro casas del colegio reciben su nombre de ellos: Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin. Los cuatro juntos construyeron este castillo, lejos de las miradas indiscretas de los muggles, dado que aquélla era una época en que la gente tenía miedo a la magia, y los magos y las brujas sufrían persecución.

Dio una pausa tan dramática que por un momento pensé que ya pasaría a la otra vida, y si es que la hay.

»Durante algunos años, los fundadores trabajaron conjuntamente en armonía, buscando jóvenes que dieran muestras de aptitud para la magia y trayéndolos al castillo para educarlos. Pero luego surgieron desacuerdos entre ellos y se produjo una ruptura entre Slytherin y los demás. Slytherin deseaba ser más selectivo con los estudiantes que se admitían en Hogwarts. Pensaba que la enseñanza de la magia debería reservarse para las familias de magos.

»Lo desagradaba tener alumnos de familia muggle, porque no los creía dignos de confianza. Un día se produjo una seria disputa al respecto entre Slytherin y Gryffindor, y Slytherin abandonó el colegio.

Y justamente allí comenzó la icónica y absurda rivalidad entre Gryffindor y Slytherin (las casas, por supuesto), los aires de grandeza que se daban los Ravenclaw y los de amor, amistad y compañerismo con trabajo duro de los Hufflepuff.

Cuando en realidad todos somos excremento de la misma vaca.

-Esto es lo que nos dicen las fuentes históricas fidedignas -dijo-, pero estos simples hechos quedaron ocultos tras la leyenda fantástica de la Cámara de los Secretos. La leyenda nos dice que Slytherin había construido en el castillo una cámara oculta, de la que no sabían nada los otros fundadores.

»Slytherin, según la leyenda, selló la Cámara de los Secretos para que nadie la pudiera abrir hasta que llegara al colegio su auténtico heredero. Sólo el heredero podría abrir la Cámara de los Secretos, desencadenar el horror que contiene y usarlo para librar al colegio de todos los que no tienen derecho a aprender magia.

Al terminar de narrar toda clase estaba sumida en silencio, pero no de esos silencios habituales en su asignatura, y el profesor expresó una clara mueca de molestia ante esto.

-Por supuesto, esta historia es un completo disparate -añadió-Naturalmente, el colegio entero ha sido registrado varias veces en busca de la cámara, por los magos mejor preparados. No existe. Es un cuento inventado para asustar a los crédulos.

Y Hermione volvió a levantar la mano.

-Profesor... ¿A qué se refiere usted exactamente al decir "el horror que
contiene" la cámara?

-Se cree que es algún tipo de monstruo, al que sólo podrá dominar el heredero de Slytherin -explicó el profesor Binns con su voz seca y aflautada.

La clase intercambió miradas nerviosas. Que no cunda el pánico señores, ustedes forman una tormenta en una tapa de agua.

-Pero ya les digo que no existe -añadió el profesor Binns, revolviendo en sus apuntes-. No hay tal cámara ni tal monstruo.

-Pero, profesor -un chico de Gryffindor añadió-si sólo el auténtico heredero de Slytherin puede abrir la cámara, nadie más podría encontrarla, ¿no?

-Tonterías, O'Flaherty -repuso el profesor Binns en tono algo airado-si una larga sucesión de directores de Hogwarts no la han encontrado...

-Pero, profesor -intervino una de las Patil-probablemente haya que emplear magia negra para abrirla...

-El hecho de que un mago no utilice la magia negra no quiere decir que no pueda emplearla, señorita Patati -le interrumpió el profesor Binns-. Insisto, si los predecesores de Dumbledore...

-Pero tal vez sea preciso estar relacionado con Slytherin, y por eso Dumbledore no podría... -los argumentos se escuchaban por todas partes, desde diferentes ángulos los murmullos.

Y no se hizo esperar el : "Tal vez deba abrir la Cámara y eliminar a todos los... Impuros" de parte de la rubia más altiva de Hogwarts. Pero el profesor Binns ya estaba harto.

-Ya basta -dijo bruscamente-¡Es un mito! ¡No existe! ¡No hay el menor indicio de que Slytherin construyera semejante cuarto trastero! Me arrepiento de haberles relatado una leyenda tan absurda. Ahora volvamos, por favor, a la historia, a los hechos evidentes, creíbles y comprobables.

Y acaba de sonar como esos muggles de mente chica, no esos, sino los llamados científicos.

No puedo esperar a la hora de la cena, en mi estomago se está desatando una titanomaquia.

No puedo apartar el pensamiento de que Norah no ha respondido ninguna de mis cartas, y me está entrando el gusanito de la preocupación, ¿Tan malo es? Me refiero, a lo que respecta mi identidad, no me preocupo por ella, sabe perfectamente como cuidarse, esa mujer esconde muchos trucos, es una auténtica Slytherin.

Caminaba por los corredores pero me detuve de imprevisto y regrese por sobre mis pasos hasta dar con lo que me detuvo, al principio había pensado que era Draco, pero ni este es tan bajo, ni tiene el cabello largo y ni tiene aires de niño perdido en las estrellas. Allí frente a mi, a unos pasos se encontraba una niña de cabellera platinada con la vista en el techo mientras daba vueltas y soltaba algunos susurros, hasta que detuvo su vista en mi.

-Espantas a los narggles.

¿Qué.... Carajos son los narggles?

Love me, Potter | Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora