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- Transformaciones es una de las magias más complejas y peligrosas que aprenderéis en Hogwarts -dijo-. Cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver. Ya estáis prevenidos. -

La profesora "Maggie" transformó un escritorio en cerdo y luego lo devolvió a su forma original. Algunos estaban muy impresionados y no aguantaban las ganas de empezar-desde leguas se nota- pero muy pronto se dieron cuenta de que pasaría mucho tiempo antes de que pudieran transformar muebles en animales-pobres-. Después de hacer una serie de anotaciones nos dio a cada uno una cerilla para que intentáramos convertirla en una aguja.

Logré convertir la cerilla en aguja, era algo fácil ya que observe por mucho tiempo a Norah hacer cosas y he leído muchos libros, si ya sé los hechizos solo tengo que observar los movimientos para hacerlos. La profesora me observo por el entrecejo y siguió observando a los demás. Al final de la clase una niña-Hermione- logró convertirla y lo que siguió a continuación me desubicó un poco pero creo que era de esperarse, la profesora le dio una radiante sonrisa. Dicen que juntan a estas dos casas más que todo para dejar atrás su rivalidad, pero como lograran hacerlo si no paran de juzgar, si bien Slytherin tiene su reputación eso no significa que absolutamente todos sean así, ¿Qué el mago que esté en esa casa será malvado? La última vez que leí la Historia de Hogwarts y escuché al sombrero ese, los que caían en esta casa era porque tenían lo que se requería; Astucia, Ambición, Fuerza para llegar a tus metas sin importar que, Inteligencia... Se supone que un profesor tiene que ser imparcial y no tener favoritismos, pero como se ve, no es algo que esté en nuestras manos.

En toda la poca estadía que pasé en este colegio no he hecho amigos, no es que no quiera-la verdad no quiero- pero tampoco es que esté muy obligada en cuanto a ese tema, no me hace ilusión tener perros falderos, ni vasallos y mucho menos falsos amigos que solo me buscan por interés, para eso me busco una mascota y ni siquiera eso. Prefiero estar sola que mal acompañada.

Esa mañana desperté por el ensordecedor chillido de las chicas con las que comparto habitación, Agg. No diré nombres, no es como si tuvieran siquiera algo de protagonismo en esta historia, y ni se los voy a dar. Hice lo que se hace diariamente al despertarse en día de clases: aseo personal, discutir contigo mismo, vestirse y salir.

Bajé a la sala común de Slytherin y pasando de largo entre todas las personas y yendo hacia el Gran Comedor y sentándome en la mesa correspondiente a mí casa.

La clase que nos tocaba hoy era pociones dobles con Gryffindor y no es que me entusiasmara tampoco, como corresponde llegué a la zona más fría de las mazmorras según mi sentido de la lógica(? Al estar ya ahí me senté al frente a esperar que todos llegaran. Al cabo de unos minutos estuvimos todos y el profesor Snape, nuestro jefe de casa se levantó luego de observarnos la cara a todos para pasar lista.

- Ah, sí -murmuró-. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad. -Draco Malfoy y sus amigos Crabbe y Goyle rieron tapándose la boca. Claro, no podía faltar, el típico sujeto con seguidores que le lamerían las bolas si se lo pidieran.

- Vosotros estáis aquí para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones -comenzó. Hablaba casi en un susurro, pero se le entendía todo. - Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de vosotros dudaréis que esto sea magia. No espero que lleguéis a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos... Puedo enseñaros cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte... si sois algo más que los alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar. - habla con tanta pasión que me dan ganas de inventar la cura contra la idiotez. Se veía a Hermione Granger sentada en el borde del banquillo con las palabras "no soy un alcornoque y se lo demostraré" plasmada en la cara. Tengo la sensación de que esta niña será un comodín y un grano en el trasero a la vez.

- ¡Potter! -dijo de pronto Snape-. ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo? -

Y Hermione levantó la mano más rápido que un perro con sarna al rascarse.

- No lo sé, señor -contestó Harry. Los labios de Snape se curvaron en un gesto burlón.

- Bah, bah... es evidente que la fama no lo es todo.-creo que esto va para rato-Vamos a intentarlo de nuevo, Potter. ¿Dónde buscarías si te digo que me encuentres un bezoar? -

Le va a dar un calambre en el brazo a esta muchacha.

- No lo sé, señor. -éste parece ratón acorralado.

- Parece que no has abierto ni un libro antes de venir. ¿No es así, Potter? - uhh, ¿eso que huelo es rencor con una pizca de satisfacción?-¿Cuál es la diferencia, Potter; entre acónito y luparia? -

Hermione se puso de pie, con el brazo extendido hacia el techo de la mazmorra. Que alguien le corte el brazo y acabe con su sufrimiento.

- No lo sé -dijo Harry con calma-. Pero creo que Hermione lo sabe. ¿Por qué no se lo pregunta a ella? - Rawng, león, león.

Unos pocos rieron y yo seguía con mi cabeza apoyada en un brazo con el aburrimiento plasmado en mi rostro y un cartel de mátenme en el cuello.

- Siéntate -gritó a Hermione-. Para tu información, Potter; asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida. -tomé mi pluma y empecé a tomar nota de lo que decía. - Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. En lo que se refiere a acónito y luparia, es la misma planta. Bueno, ¿por qué no lo estáis apuntando todo? -

Todos empezaron a escribir de manera apresurada bajo la mirada de Snape. Hermione roja de vergüenza escribía con el espeso cabello cubriéndole el rubor en su rostro.

- Y se le restará un punto a la casa Gryffindor por tu descaro, Potter. -

Snape se paseó entre las parejas de alumnos que se formaron para hacer la poción. En el preciso momento en que les estaba diciendo a todos que miraran la perfección con que Malfoy había cocinado a fuego lento los pedazos de cuernos, multitud de nubes de un ácido humo verde y un fuerte silbido llenaron la mazmorra. De alguna forma, Neville se las había ingeniado para convertir el caldero de un chico de los rojos en un engrudo hirviente que se derramaba sobre el suelo, quemando y haciendo agujeros en los zapatos de los alumnos. En segundos, toda la clase estaba subida a sus taburetes, mientras que Neville, que se había empapado en la poción al volcarse sobre él el caldero, gemía de dolor; por sus brazos y piernas aparecían pústulas rojas.

- ¡Chico idiota! -dijo Snape con enfado, haciendo desaparecer la poción con un movimiento de su varita-. Supongo que añadiste las púas de erizo antes de sacar el caldero del fuego, ¿no? -

En fin, toda la clase fue un total caos, chillidos por acá, guerra de miradas por allá, rivalidades formándose, y aja aja, ver pociones con miss simpatía es toda una odisea.






-SmileCreative-

Love me, Potter | Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora