Love me, Potter | Harry Potter

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Luego del partidazo del que se hablaron semanas se acercaba navidad. Una mañana de mediados de diciembre Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve. El lago estaba sólidamente congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a

Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante. -acto en el que participé, pero me encubrieron-

Las clases en las mazmorras eran una tortura-más para mí- en sí el frío era mortal afuera, aquí en las mazmorras eran lo peor para una persona, pero imaginen a una friolenta. Me veían a mí bajo capas de bufandas y guantes para resguardarme del frío.

- Me da mucha lástima -dijo Draco Malfoy, en una de las clases de Pociones- toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la Navidad en Hogwarts, porque no los quieren en sus casas. -Mientras hablaba, miraba en dirección a Harry. Crabbe y Goyle lanzaron risitas burlonas. Harry, que estaba pesando polvo de espinas de pez león, no les hizo caso.

Luego de mi preferencia en los juegos, Draco pasó a ignorarme, no empieza a hablar mal de mí porque sabe que (1 no me importa, (2 Narcissa se enteraría y (3 porque soy la única persona que lo aprecia por ser solo Draco.

Yo seguí con mi búsqueda, si al menos tuviera un indicio, sé que mi mamá era pelirroja, tengo una fotografía de ella, luce como en sus años de colegio, unos 14 o 16. Luego de no volver a conseguir nada oí a los gemelos planear alguna travesura, al acercarme tan sigilosa como serpiente los vi pero antes de poder hacer algo ellos hablaron:

- Alto ahí Black. -me detuve abruptamente ¿...Qué?

- ¿Cómo lo supieron? -dije y me fije que buscaban ocultar un pedazo de pergamino.

- Secretos, pequeña serpiente. -dijo uno de los gemelos, el más delgado.

- ¿Fue ese pergamino, cierto? -ellos se sorprendieron y trataron de cubrir lo que ya sabía. -y no traten de mentirme, es muy obvio. -

- Bien, si fue gracias al pergamino. -dijeron luego de mirarse y lo que supongo yo, telepatía de gemelos. Luego de mirarlos unos segundos salté.

- ¿Estaban planeando alguna broma? ¡Eso está épico! ¡saber cuándo alguien viene y así evitar que te descubran! -solté emocionada, estos rieron y me halaron hacia un pasillo.

- Confiamos en ti por las veces en las que nos has cubierto en algunas travesuras, por eso te lo diremos. El secreto de nuestro éxito.-presté atención a sus palabras-Esto es el mapa del Merodeador, un mapa mágico de todo Hogwarts y las personas que están en ella-

- Estupefacta. -dije luego de esa información-Es definitivamente, un regalo de los Dioses de las bromas. -

- Estamos de acuerdo. -dijeron sonriendo.

- ¿...Y? ¿Cómo funciona? -pregunté, era obvio que quería saber. -Porque esto debo saberlo. -

- Cálmate lagartija. -

- A callar gatos, que si fuera al revés actuarían igual que yo. -Eso de "lagartija y gatos" se debe a la vez en la que nos enfrentamos en la nieve y le pegamos a Quirrell, yo los llamé gatos por ser Gryffindor y su escudo el León, y ellos a mí lagartija por Slytherin y las serpientes, ahora somos algo así como cómplices, si ellos necesitan algo y está en mis manos hacerlo, lo hago y viceversa.

- Verás, este es un pergamino mágico, y para activarlo dirás: Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas. -entonces en el pergamino empezaron a aparecer líneas y nombres, dibujos sobre los pasillos de Hogwarts, y unos tales Canuto, Cornamenta, Lunático y Colagusano. -Y para sellarlo solo dices...-