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Caminaba hacia la salida lista para ir a Hogsmeade cuando escuché un trio de voces conocidas cerca de una escalera, por lo que al ver me di cuenta que se trataban de Fred, George y Harry.

-Un regalo navideño por adelantado, Harry -dijo Fred que sacó algo de debajo de la capa y lo puso en una mesa, haciendo con el brazo un ademán rimbombante.

Era un pergamino grande, cuadrado, muy desgastado. No tenía nada escrito, que al fijarme bien vi que era el pergamino que encontraron los gemelos, el mismo pergamino cuyas palabras están grabadas en mi collar, pergamino que sospecho es mi herencia.

-¿Qué es? -preguntó Harry al verlo.

-Un pergamino Harry. ¿Qué no ves? -dije acercándome sobresaltándolos por un momento, pero se calmaron al verme, al menos los gemelos.

-Esto, Harry, es el secreto de nuestro éxito -dijo George, acariciando el pergamino.

-Nos cuesta desprendernos de él -dijo Fred- Pero anoche llegamos a la conclusión de que tú lo necesitas más que nosotros.

-De todas formas, nos lo sabemos de memoria. Tuyo es. A nosotros ya no nos hace falta. -concluyó George mirando a su gemelo y luego a Harry.

-¿Y para qué necesito un pergamino viejo? -preguntó Harry.

-No seas tonto Potter, es obvio que no es sólo un pergamino viejo, de no ser así ¿Por qué sería el secreto de su éxito? -dije señalando con la cabeza a los pelirrojos que asintieron dándome una mirada.

Ciertamente creo que es mucha la casualidad entre ese pergamino y yo, como también creo que me pertenece, me faltan pruebas claro, pero mi sexto sentido nunca falla, solamente doy gracias a que me apresure antes a pedírselo prestado a los gemelos con anterioridad para memorizarlo.

-¡Un pergamino viejo! -exclamó Fred, cerrando los ojos y haciendo una mueca de dolor; como si Harry lo hubiera ofendido gravemente- Explícaselo, George.

-Bueno, Harry.. cuando estábamos en primero.. y éramos jóvenes, despreocupados e inocentes... -Harry se rió. Si, yo también dudaba que Fred y George hubieran sido inocentes alguna vez, ni siquiera durante su periodo de gestación.- Bueno, más inocentes de lo que somos ahora... tuvimos un pequeño problema con Filch.

-Tiramos una bomba fétida en el pasillo y se molestó.

-Así que nos llevó a su despacho y empezó a amenazarnos con el habitual...

-... castigo...

-... de descuartizamiento...

-... y fue inevitable que viéramos en uno de sus archivadores un cajón en que ponía «Confiscado y altamente peligroso».

-No me digáis... -dijo Harry sonriendo.

-Bueno, ¿qué habrías hecho tú? -preguntó Fred- George se encargó de distraerlo lanzando otra bomba fétida, yo abrí a toda prisa el cajón y cogí... esto.

-No fue tan malo como parece -dijo George- Creemos que Filch no sabía utilizarlo. Probablemente sospechaba lo que era, porque si no, no lo habría confiscado.

-¿Y sabéis utilizarlo?

-Si -dijo Fred, sonriendo con complicidad- Esta pequeña maravilla nos ha enseñado más que todos los profesores del colegio.

-Me estáis tomando el pelo -dijo Harry, mirando el pergamino.

-Ah, ¿sí? ¿Te estamos tomando el pelo? -dijo George. Sacó la varita, tocó con ella el pergamino y pronunció: -Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

E inmediatamente, a partir del punto en que había tocado la varita de George, empezaron a aparecer unas finas líneas de tinta, como filamentos de telaraña. Se unieron unas con otras, se cruzaron y se abrieron en abanico en cada una de las esquinas del pergamino. Luego empezaron a aparecer palabras en la parte superior. Palabras en caracteres grandes, verdes y floreados que proclamaban:

Los señores Lunático, Colagusano,
Canuto y Cornamenta proveedores de artículos
para magos traviesos están orgullosos de presentar
EL MAPA DEL MERODEADOR

Era un mapa que mostraba cada detalle del castillo de Hogwarts y de sus terrenos. Pero lo más extraordinario eran las pequeñas motas de tinta que se movían por él, cada una etiquetada con un nombre escrito con letra diminuta.

Estupefacto, Harry se inclinó sobre el mapa. Una mota de la esquina superior izquierda, etiquetada con el nombre del profesor Dumbledore, lo mostraba caminando por su estudio. La gata del portero, la Señora Norris, patrullaba por la segunda planta, y Peeves se hallaba en aquel momento en la sala de los trofeos, dando tumbos.

-Exactamente a Hogsmeade. Hay siete en total. Ahora bien, Filch conoce estos cuatro. -dijo Fred, recorriéndolos con el dedo y señaló los pasadizos- Pero nosotros estamos seguros de que nadie más conoce estos otros. Olvídate de éste de detrás del espejo de la cuarta planta. Lo hemos utilizado hasta el invierno pasado, pero ahora está completamente bloqueado. Y en cuanto a éste, no creemos que nadie lo haya utilizado nunca, porque el sauce boxeador está plantado justo en la entrada. Pero éste de aquí lleva directamente al sótano de Honeydukes. Lo hemos atravesado montones de veces. Y la entrada está al lado mismo de esta aula, como quizás hayas notado, en la joroba de la bruja tuerta.

-Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta -suspiró George, señalando la cabecera del mapa-. Les debemos tanto...

-Hombres nobles que trabajaron sin descanso para ayudar a una nueva generación de quebrantadores de la ley -dijo Fred solemnemente. -Aunque, estás en presencia de una posible descendiente de los autores.

-¿Qué? ¿Ustedes? -preguntó Harry entre confundido y sorprendido. Yo rodé los ojos, me es imposible pensar en cómo es tan ineligente para unas cosas y para otra no.

-Hablamos de Amina. Cuando le mostramo el mapa... (cuando descubrí que lo tenían...) ¡Shh! Porque nosotros así lo quisimos querida. En fin, cuando le mostramos el mapa...

-Nos enteramos que ella tiene una parte de la contraseña del mapa en su collar...

-Collar que se le fue heredado por uno de sus padres.

-No preguntes, yo tampoco lo sé, solo lo tengo y es muy extraño que mi collar tenga esas palabras. -dije antes de que Harry preguntara.

-Bien -añadió George luego- No olvides borrarlo después de haberlo utilizado.

-De lo contrario, cualquiera podría leerlo -dijo Fred en tono de advertencia.

-No tienes más que tocarlo con la varita y decir: «¡Travesura realizada!», y se quedará en blanco.

-Así que, joven Harry -dijo Fred, imitando a Percy admirablemente-, pórtate bien. -Nos veremos en Honeydukes -le dijo George, guiñándole un ojo.

¿Soy yo o en el mapa decía "Newt Scamander"?

Love me, Potter | Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora