Love me, Potter | Harry Potter

O8

La clase de Flitwick sin duda es una de mis favoritas, el efectuar encantamientos me es entretenido, esta era otra de esas pocas clases en las que los eternos rivales se enfrentan: Gryffindor vs Slytherin, solo que sin el "vs".

Llevaba rato escuchando al profesor dar instrucciones a los demás estudiantes sobre la pronunciación, movimiento de varita y el mago que dijo "ese" en lugar de "efe" y termino con un búfalo en la pansa. En una de esas revueltas apliqué el encantamiento de "Wingardium Leviosa" viendo como la pluma se elevaba, obviamente el profesor estaba más entretenido en otro alumno que en esto.

Escuchar y ver a los Gryffindor que siempre dan entretenimiento a las casas es, ciertamente, entretenido. Uno haciendo movimientos desesperados y acabando de incendiar la pluma y otro apangando el fuego, uno recitando el hechizo como si se le fuese la vida en ello y otra corrigiéndole y mostrándole como se hace, acto que sí vio el profesor.

- Lo estás diciendo mal. -se oyó que Hermione lo reñía-. Es Win-gar-dium levi-o-sa, pronuncia gar más claro y más largo. -

- Dilo, tú, entonces, si eres tan inteligente -dijo Ron con rabia.

Hermione se arremangó las mangas de su túnica, agitó la varita recitando el encantamiento. La pluma se elevó del pupitre y llegó hasta más de un metro por encima de sus cabezas.

- ¡Oh, bien hecho! -gritó el profesor Flitwick, aplaudiendo-. ¡Mirad, Hermione Granger lo ha conseguido! -

- Profesor, ¿Black tiene horas que lo consiguió y usted se fija en eso? -soltó una alumna de Slytherin, obviamente indignada por la falta de atención hacia los alumnos de nuestra casa y la obvia preferencia hacia los Gryffindor.

- ¡Oh! ¿En serio? -dijo volteándose a verme junto a la clase. -¿Y dónde está la pluma? - Cuándo los que me habían visto hacer el hechizo señalaron hacia el techo mostrando la pluma que le faltaba poco de un metro para tocar a éste Flitwick se sorprendió. -¡Impresionante! -

Al finalizar la clase recogí mis cosas y me acerqué a la puerta oyendo como Ron exclamaba furioso en contra de Hermione y ésta salía llorando.

- No es raro que nadie la aguante -dijo a Harry, cuando se abrían paso en el pasillo-. Es una pesadilla, te lo digo en serio. -

Hermione chocó contra Harry y éste dándose cuenta de ella.

- Creo que te ha oído. -

- ¿Y qué? -dijo Ron, aunque parecía un poco incómodo-. Ya debe de haberse dado cuenta de que no tiene amigos. -

- ¿Y desde cuándo no tener amigos ha estado mal cabeza de alcornoque? -rodé los ojos al pasar por su lado.

Antes de la siguiente clase me pase por el baño, todo ser humano en algún momento tiene que ir, es el llamado. Luego de soltar fluidos me lavé las manos pero antes de salir escuché un sollozo ahogado, me acerque a uno de los cubículos viendo desde arriba a Hermione sollozando. Desde detrás del cubículo en el que ella se encontraba dije:

- ¿En serio le darás mayor importancia a lo que dijo un niño que ni siquiera puede recitar la mayoría de hechizos que tú sí? -se oyó como dejó de llorar para oírme-El no tener amigos no está mal, yo no tengo amigos, pero no es porque no tenga, sino que no necesito personas falsas en mi vida ni tampoco los requiera ahora. Eres lo suficientemente lista como para saber que el que estaba hablando era un niño envidioso de que una chica sea más inteligente que él. -

Me aleje de ahí para irme a mi siguiente clase, no me importa si ella me escucha o no, ya eso es problema suyo y no me involucraré en eso. Más tarde en la fiesta de Halloween me encontraba muy entretenida con las decoraciones y la comida que se servía, ese pastel de chocolate estaba bajo la mira. Pero, lo bueno no dura para siempre.