El hilo rojo (En corrección)

Capítulo 16

-¿Qué te sucede?- Pregunto Tai.

Matt se sobresaltó. No sabía que no estaba solo.

-No es nada. Ve a disfrutar.- Le respondió.

El moreno enarcó una ceja.

-No voy a disfrutar nada hasta que me digas que es lo que te pasa.

El rubio lo miró avergonzado.

-Me siento un mal amigo. No merezco nada.- Dijo al fin.

-¿De qué hablas?

-Primero comencé a salir con la chica que tú querías, me lo perdonaste y aceptaste la relación. Cuando por fin lo superaste y comenzaste a sentir algo por Mimi yo jamás lo noté, seguí obsesionado pensando que aún te gustaba Sora y me enojaba por cualquier acercamiento tuyo hacia ella, cuando en realidad a ti te estaban pasando otras cosas que no supe ver. No te acompañé como lo debe hacer un verdadero amigo. Soy de lo peor.

Tai se acercó y le dio una bofetada. Este lo miró con una mano en sobre la mejilla.

-Sé que merezco esto.- Comento Matt.

-Lo mereces por decir esas cosas. El culpable aquí soy yo por no haber confiado en ti. Si yo te hubiera dicho como era todo te hubieras ahorrado varios disgustos. Lo lamento mucho hermano.

Dicho esto se abrazaron. Normalmente la relación de ellos había sido siempre así. Peleas y reconciliaciones.

Mimi se encontraba con Kari, Sora y Yolei. Ya había oscurecido y veian como los hombres azaban unos bocadillos que habían conseguido.

-¡No puedo creer que seas mi cuñada!- Dijo Kari con mucho entusiasmo.

La castaña se sonrojó. Sus amigas no paraban de hacerle preguntas incomodas.

-Desde siempre te ha gustado. Debes estar muy contenta.- Dijo Yolei.

-¿Le has confesado a mi hermano que te gusta desde que eres una niña?

-No se lo he dicho. Pensará que soy una tonta... se asustara.

-De ninguna manera. Tu tienes que decirle eso ¡Estoy segura de que le gustaría saberlo! ¡Le causará ternura!- Dijo Sora.

No lo sé.- Seguía dudando la ojimiel.

Rato más tarde comieron. Los bocadillos no eran de lo mejor pero era lo que había y no podían quejarse.

Luego Matt comenzó a tocar su armónica, un clásico que no podía faltar en una fogata.

Más entrada la noche se acomodaron como pudieron para dormir.

Mimi se encontraba junto a palmon, Yolei y hawkmon a su lado en la planta de un árbol.

-Mimi ¿Puedo preguntarte algo?- Dijo Palmon

La ojimiel asintió con la cabeza.

-¿Qué sientes cuando te besan?- Cuestionó la digimon verde con curiosidad.

-Sientes como si estas volando en el cielo.- Contestó la castaña avergonzada.

-Como si nunca volvieras a la tierra.- Siguió Yolei.

-¿A ti te ha besado Ken?- Pregunto hawkmon.

Yolei se acaloró y se veía un tono rojo en sus mejillas. Mimi también la miró. Desconocía bastante la relación de su amiga ya que este último tiempo había estado un poco ocupada peleando con Tai.

-Pues... si.

-¡Cuentame ya!- Exigió Mimi.

-Bueno fue en el verano, cuando fuimos a un matsuri... Ken y yo estábamos caminando y de repente derrame helado sobre mi vestido ¡Una tonta ya lo se! Y Bueno, el se ofreció a ayudarme a limpiarlo y cuando me di cuenta estábamos demasiado cerca como para despegarnos... entonces me besó ¡Fue tan mágico!

Mientras iba contando a Yolei se le iluminaban los ojos. Realmente debía estar muy enamorada de él.

-¿Ustedes ya son una pareja oficial?- Preguntó interesada la castaña.

-Mmmm- Dudó la pelimorada.- No lo sé, nunca hablamos de eso. Es decir solo disfrutamos el momento. Claro que me gustaría que formalicemos, pero Ken no me ha sugerido nada aún.

-Deberías hablarlo con él. No es cordial salir tanto tiempo con una muchacha y no decirle tus intenciones. Es trabajo de él hacerlo, pero como no obtienes nada de su parte, te tocará a ti tomar cartas en el asunto.- Le aconsejó Mimi

-Si, tienes razón. Voy a ver como encaro el tema.- Y dicho esto salió corriendo para donde se encontraba el peliazul.

Mimi la miró extrañada, cuando le aconsejaba no se refería a que lo hable ya mismo. Pero Yolei lo tomó literal. De repente sintió una mano sobre su hombro, se dio vuelta y se encontró con los deliciosos labios de su novio. ¡Que feliz era!