Capítulo 12

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Todos quedaron tendidos en el suelo. El superior Joe le tendió la mano a Mimi para ayudarla a levantarse. Tai gruñó. Se suponía que ese trabajo le correspondía a él. Izzy lo ayudó a levantarse.

-Vas a tener que acostumbrarte. No eres el único interesado en ella. Afirmó Izzy.

El moreno pensó que esto iba a ser difícil. Mimi tenía muchos pretendientes.

De repente Yolei soltó un grito.

-¡Hawkmon!- Dijo la pelimorada corriendo a abrazar a su camarada. De repente todos los demás digimons aparecieron y sus amigos corrieron a su encuentro.

Parecía que solo había sido ayer la última vez que los habían visto. Nada había cambiado... Al menos para ellos, porque los digimons se notaban un poco perdidos al observar los cambios de apariencias de sus amigos. Claro, ellos habían crecido, ya no eran unos niños.

Tai se fue a un apartado con agumon para poder hablar más en privado.

El digimon naranja lucía totalmente feliz de tener a su compañero presente.

-¡Quiero saber todo de ti Tai! ¡Te he extrañado tanto!

-Por favor! ¡No me sensibilices más de lo que ya estoy! ¡Claro que yo también! Acércate y abrázame amigo mío.

Y dicho esto el digimon le devolvió el abrazo.

Hablaron de tantas cosas que no les alcanzaba todo el día para poder contarse todo.

-Cuando recién llegaste lucías algo molesto ¿Había ocurrido algo en el mundo real?

En ese momento Tai volvió a la realidad y recordó porque estaba enojado.

-Sucede que este llamado hacia el digimundo ha interrumpido una cita mía.

-¡Oh ¡Tai! ¿Al fin conseguiste una cita con Sora? ¿Qué pasó con Matt?

Tai se sonrojó.

-No no... Sucede que la muchacha no era Sora... Amigo, estoy enamorado de otra mujer. Ella es tan sensible, simpática, inteligente, sincera, pura...

El digimon cada vez abría más los ojos a medida que su compañero hablaba.

-Lo mejor de todo es que nunca juzga a las personas. ¡Eso me encanta de ella!

-¿Pero de quien estás hablando Tai? ¿La conozco?- Se extrañó agumon.

-¡Oh claro que sí!

Al mismo tiempo Mimi tenía una conversación con palmón.

-Ya no vivo más en los Estados Unidos, así que estoy más que feliz con mis amigos.- Explicaba la castaña.

-Oye Mimi ¿Y ya tienes novio?- Preguntó interesada su digimon verde y rosa.

La castaña se sonrojó de pies a cabezas. Izzy carraspeo al oír dicha pregunta. El superior Joe miró con atención a la muchacha quien se quedó muda por un momento.

-Yo...

-Vamos Mimi, no vas a ocultarle a palmon que estas saliendo con Kamiya.- Como siempre Davis hablaba sin pensar.

La castaña le dirigió una mirada asesina. Era cierto que de los varones con él era con quien tenía más afinidad, pero era tan distraído que le daban ganas de matarlo. Ese comentario no era nada sutil.

-¿Tai y tu están saliendo?- Dijo el palmon emocionada.- ¡Oh Mimi! ¡Estoy tan feliz por ti!

En ese momento apareció digitamamon.

-¡Bienvenidos niños elegidos! Los hemos estado esperando por largo tiempo. Quiero invitarlos a saborear mis delicias.

Todos lo siguieron gustosos. Si había algo que recordaban era la buenna comida que cocinaba ese digimon.

Tai quedó detrás de todo junto a la castaña.

Mbos estaban ruborizados por la situación. El momento especial había sido interrumpido y no habían tenido oportunidad de continuarlo.

-Yo... lamento que nuestra cita haya sido interrumpida.- Se lamentó el moreno.

-Ya podremos continuarlo.- Dijo la muchacha sonriendo. Tai no pudo más que devolverle el gesto, ya que había quedado atontado bajo los efectos de su mirada.

Se sentaron a cenar el ramen que digitamamon les había preparado. Estaba delicioso. Quizás era por la cantidad de tiempo que llevaban sin saborearlo, pero incluso su gusto era mejor ahora.

-¿Soy yo o has mejorado tu receta?- Preguntó Davis.

Digitamamon se puso feliz.

-Es bueno que lo notes porque he estado trabajando mucho para perfeccionarla ¿Te gusta?

-¡Esta delicioso! Estoy muy atento ¿Sabes? He decidido que quiero ser cheff.- Dijo orgulloso.

-Pues yo también quiero dedicarme a la gastronomía. Quiero algún día poder hacer un ramen tan delicioso como el tuyo.- Expresó Mimi.

-¡No saben lo feliz que me hace escuchar eso muchachos!- Contesto el digimon radiante.

Tai se quedó observando a la ojimiel.

-¿Por qué me miras así?- Preguntó esta

-Es que me doy cuenta de que hay muchas cosas que no se de ti aun. Desconocía que querías ser cheff tú también.

-Siempre he sido de buen comer entonces me he estado preocupando por saber cocinar mis recetas favoritas, y descubrí que soy feliz cocinando.- Dijo con un brillo en sus ojos.

-Si eso es lo que realmente te hace feliz ¡Pues hazlo!

Pero Mimi de repente se quedó seria. Acababa de recordar la situación vivida a la mañana.

Tai notó la expresión sombría de la castaña y se preocupó.

-¿Dije algo malo?- Preguntó él.

-No... es solo que me quedé pensando en la situación de esta mañana, en la que apareció Natsumi.

El moreno abrió los ojos. Con lo bien que lo habían pasado en la cita interrumpida, pensó que la muchacha había olvidado lo acontecido y no tendría que darle explicaciones. Pero se equivocaba. Respiró profundo y habló.

-No es lo que crees.

-Lo que yo creo es que me invitaste a salir antes de terminar con Natsumi.

Lucía indignada.

-No es tan así... es decir si... pero no.

-Explícate.- Se estaba poniendo impaciente.

-Sucede que yo comencé a salir con Natsumi en el verano, cuando tu dejaste de contestarme... luego deje de verla y pensé que todo había terminado. Entonces después empezaron las clases y estaba enojado contigo y ella actuaba como si siguiéramos juntos y tu te ponías celosa...

-¿Entonces la usaste para darme celos? ¡Es horrible eso que me dices Tai!

-Me siento tan avergonzado. Pero hoy le aclaré que no quiero nada con ella...

Pero no pudo continuar. De repente un digimon enorme apareció atacando el restaurant. Era Bagramon.

Enseguida Tai ordenó a agumon que digievolucionara, y este obediente se transformó en greymon.

Bagramon comenzó a atacar a greymon, quien hacía un gran esfuerzo por no caer. Lo doblaba en tamaño.

Después de luchar un largo rato, no pudo con él. Greymon cayó al piso. Tai corrió a agarrar a su amigo, quien ahora lucía como coromon.

Cuando se dio vuelta el digimon maligno se estaba llevando a Mimi.

Palmon gritaba. Tai salió corriendo tras él, pero no pudo alcanzarlo.

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El hilo rojo (En corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora