El hilo rojo (En corrección)

Capítulo 20

Ya hacía una semana que estaban en el digimundo. Ningún suceso extraño había ocurrido desde la huida de Joki.

Pero los muchachos estaban perdiendo la paciencia, quedarían libres en la escuela...

Joe se mostraba molesto, se había perdido dos exámenes de la universidad y si seguía así iba a perder el año.

Mimi estaba juntando frutas junto a Davis.

-Oye cabeza de novia, acabas de pasar de largo un árbol lleno de cocos.- Le llamó la atención su amigo.

-¡Oh lo lamento tanto! Es que estoy un poco dormida.- Contestó la castaña bostezando.

-Y si te paseas hasta altas horas de la madrugada con Kamiya claramente al día siguiente tendrás sueño.

Mimi se sonrojó, la había atrapado.

-¿Cómo lo supiste? ¿Nos espiaste?

-No. Es solo que Tai es muy ruidoso para acostarse.- Dijo.- A propósito... ¿Cómo va eso?

-A decir verdad ¡Excelente! Y eso de la leyenda del hilo no tiene nada que ver. Es decir ¡Tai me enamora cada día más!

-Me alegro por ti. Mereces ser feliz. – Dijo su amigo tristemente.

-Tanto como tu.- Respondió esta al notar la expresión de Davis.

Su amigo levantó la vista para verla.

-He notado que estás pasando mucho tiempo con Kari.- Dijo la castaña con recelo.

Davis le desvió la mirada.

-Somos solo amigos, ya lo sabes. Ella está enamorada de Tk.

-Sí, solo que últimamente ha pasado más tiempo contigo que con su novio.- Afirmó la castaña.

-¿De qué hablas?

-Créeme hablo enserio.- Siguió ella.

Pero la conversación no pudo continuar porque en ese momento los interrumpió Tai.

-No es que venga a hacer el papel de novio celoso ni nada por el estilo, pero hace una hora que salieron a buscar bocadillos y no regresaron. Y me preocupé...

Davis suspiró.

-Estoy seguro de que viniste a controlar que tu novia no te cambie por mi.- Dijo Davis presumiendo.

-Ya quisieras eso.- Respondió Tai y acto seguido besó a Mimi.

-¿Sabes? Mejor me voy con los demás y ustedes encárguense de esto. Ya me contaron palmon y agumon lo incomodo que es esto.- Y dicho esto se fue.

-¿Crees que captó mi indirecta de querer estar a solas contigo?- Dijo Tai sonriéndole a la ojimiel.

-Deberías haber sido un poco más cortés. Replicó esta.

-Solo quería darte esto.- Dijo dándole en sus manos una magnolia fucsia. Era una flor exótica japonesa, muy difícil de conseguir. A Mimi le fascinaba. En realidad todo lo que fuera de color rosa o fucsia le gustaba.

-¿Cómo supiste que me gustaban este tipo de flores?- Preguntó con curiosidad.

-¿Bromeas? ¿Piensas que no te conozco? Obviamente sé cuál es tu color favorito.- Respondió Tai presumiendo de su sabiduría. Mimi le pegó un codazo.

-¡Feliz primera semana preciosa! Le dijo él.

-Es hermosa. Pensé que lo olvidarías.- Respondió ella.

-¿Cómo olvidar el primer día de mi nueva vida? ¡El día en el que comencé a vivir de verdad!

-A veces no creo que hables así de mí. No entiendo cómo pasó.

-Yo no entiendo como la chica más hermosa de la escuela sale conmigo.- Contestó Tai acariciándole la mejilla.

-¡Eres tan tierno!

-Es que te amo.- Dijo este un dejo de dulzura en sus palabras.

Mimi se quedó muda. Eso sí que no lo esperaba.

-Lo siento... no debí decirlo. Quizás es muy pronto y te asusta...

-No me asustaste para nada. Es que me tomaste por sorpresa. ¡Yo también te amo! No puedo creer que me hagas tan feliz.

-Tú me haces feliz.- Y volvió a besarla.

Kari tomó de la mano a Tk y lo condujo hacia un lugar apartado del resto. Le había llevado días pero estaba decidida de lo que iba a hacer.

-¿Por qué venimos aquí Kari? ¿Quieres que estemos solos?- Preguntó el rubio sonriendo.

-No es eso Tk. Necesito hablar contigo.

Tk se puso serio. Cuando la castaña menor usaba ese tono solo se trataba de algo que le estaba molestando.

-Dime ¿Qué sucede?- Preguntó.

-Es acerca de nosotros Tk. Esto no avanza. Yo no estoy cómoda.- Dijo ella mirando hacia el suelo.

-¿De qué hablas? Pensé que habías regresado conmigo y que estaba todo bien.

-Pues yo también pero realmente no está todo bien. Tú sigues siendo el mismo y no te culpo. No quiero cambiarte... simplemente no eres lo que estoy buscando para mi vida.

-Kari escúchate, nos conocemos hace seis años, siempre hemos sido cercanos, siempre supimos que terminaríamos juntos. ¿De repente no soy lo que buscas? ¿A caso es por Davis?

-Davis no tiene nada que ver aquí Tk. Soy yo. No me gusta nuestra relación. No quiero esto.

-Perfecto entonces quédate sola si eso es lo que quieres.- Y dicho esto se marchó.

Davis recién se sumaba al resto. Ken se le acercó.

-¿Sabes? Tk y Kari se fueron por allí. Aún no volvieron. Kari lucía muy mal.

-Ken ¿Crees que paso mucho tiempo con Kari, incluso más que Tk?- Preguntó. Esa duda lo estaba matando desde que la ojimiel se lo había planteado.

-¡Oh ya lo creo! Estoy seguro de que Kari cayó en la cuenta de que siente cosas por ti que no siente por Tk.

-Estás loco hermano. Kari nunca se fijaría en mí.

Pero cuando terminó esa frase Tk apareció pateando todo lo que estaba a su alcance. Estaba furioso.

En ese momento aparecieron Mimi y Tai quienes parecían volver de su luna de miel, pero al ver la expresión del rubio menor se pusieron serios.

-¿Discutiste otra vez con mi hermana? Quiso saber Tai.

-¿Y qué te parece?- Dijo Tk de mal modo y se alejó del resto.

Davis y Ken se miraron. Quizás la teoría de Ken no era del todo errada, de todos modos Mimi también había intentado decírselo... ¿Sería cierto?

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