Capítulo 35

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Cinco meses habían pasado desde el accidente de Tai. Nunca entendieron porque los digimons aparecieron en Odaiba pero de algo estaban seguros. Aquello había sido obra de Shoki.

Del tal sujeto no sabían nada de nada. Solo que estaba mal de la cabeza, algo totalmente obvio.

Era marzo. La primavera florecía en Japón y Matt y Sora planeaban su compromiso, sería luego de la graduación.

Kari y Davis seguían juntos y mejor que nunca. Tk seguía sin dirigirles la palabra... es más casi no tenía contacto con ninguno de los digielegidos más que con su hermano. Era preocupante.

Yolei y Ken planeaban viajar a Praga en el verano, solo que aún no le habían dicho a los padres de ella.

Mimi se dirigía al parque Hamarikyu Gardens para encontrarse con su amado. Ese día cumplían 6 meses. Ni ella podía creer que ya hacía medio año que salían juntos. Y Tai... Tai el día que habían cumplido dos meses estaba fuera de sí, ya que era la primera vez que pasaba la barrera de un mes en una relación. Así que a esta altura emanaba felicidad.

Pero había algo que este mes la tenía triste a la castaña. El estar en marzo significaba que quedaban tres meses para terminar el año escolar. Tres meses más con Tai y luego... realmente no quería ser la novia de los planteos pero no podía soportar más esto.

Se encontró con el moreno frente a frente y lo beso tiernamente en los labios, luego ambos se sentaron en uno de los bancos. Entonces la castaña atacó.

-Tenemos que hablar.

El moreno abrió los ojos bien grandes. Eso no podía significar nada bueno.

-No me asustes ¿Estas embarazada?

-¡Tai! ¡No! ¡Qué cosas dices!- Dijo molesta.

El muchacho suspiró pero luego rió. Lo había hecho más a modo de chiste ya que eso era prácticamente imposible.

-Es sobre tu futuro. Es decir nuestro futuro.- Siguió ella.

-¿De qué hablas?- Se extrañó Tai.

-Hablo de ti y la universidad de Kobe... ya llevamos seis meses de relación, por lo cual considero que somos una pareja estable ¿Y aun así sigues queriendo irte a una universidad que está a seis horas de aquí? Tienes la posibilidad de ir a Tokio a estudiar...

El moreno suspiró. Claro que había pensado en eso y más cuando la semana anterior le había llegado su carta de admisión en la Universidad de Kobe. Lo cierto era que siempre había deseado ir a esa excelente universidad pero también odiaba alejarse de Mimi.

-Es la única que me han aceptado.

-¿Al menos has solicitado aplicar en otras? Es decir ¡Hay muchas opciones! No veo porque tengas que irte tan lejos.

-Pareces mi madre. Pero quiero recordarte que cuando empezamos nuestra relación ya sabías de esto.

-¡Pero nunca lo discutimos!

-Lo sé... aún no me ha llegado la carta de Tokio quizás me aceptan y tengono tengo que irme tan lejos...

-Igual creo que debeías evaluar otras posibilidades por si acaso.

-Está bien prometo hacerlo, pero no peleemos más. No quiero que arruinemos nuestro aniversario. ¡Es medio año! ¡Ni yo lo creo!

Entonces la besó con todas sus fuerzas. Lo sucedido con Minako siempre venía a su mente pero cada vez que intentaba decírselo a su novia algo ocurría, era como si la castaña a propósito evitaba el tema. Y de repente había pasado tanto tiempo que se había acostumbrado a esa felicidad plena y cada vez veía más lejano aquel incidente.... Tenía miedo de estropearlo todo. Por eso había optado por callarse.

De repente sonó el celular de Mimi. Ambos fastidiados se separaron. El rostro de la ojimiel se empalideció cuando vio el mensaje que le acababa de llegar. Al notarlo el moreno desconfió.

-¿Quién es? – Preguntó.

La castaña tardó un rato en contestar. No sabía como decirle de quien se trataba.

-Michael.

Entonces Tai luchó con su novia para poder tener en su poder el celular. Una vez que lo consiguió leyó:

"Estoy en Japón ¿Cuándo puedo pasar a verte? Tengo muchas cosas para contarte. Michael"

-¿Ese imbécil no sabe que tienes novio?- espetó Tai con furia. Ese tipo si que lo sacaba fuera de sí.

-Claro lo sabe. Solo quiere verme. Como amigos.

-¡Coomo no! Ese tipo lo único que quiere es seducirte.

-¡Vamos Tai! Ya ha pasado tiempo... ¿No confías en mí?

-Está bien dile que lo veremos mañana en la plaza a las seis.

-¿Veremos?- Preguntó ella.

-¿No pensaras que voy a dejarte que lo veas sola o sí?

Mimi suspiró. Peor era nada. Aunque veía venir una pelea en puerta, respondió el mensaje como su novio le pidió. Prefería estar bien con él antes que tener otra discusión sobre todo después que había prometido repensar su futuro universitario.

El superior Joe se encontraba con su novia visitando a Izzy. Hacía dos meses había conocido a la muchacha de nombre Jade, quien tomaba clases de informática avanzada junto con su amigo. Una vez lo había acompañado y allí la conoció. Fue amor a primera vista.

-¿Cuánto tiempo más tengo que esperar para que vayamos por unos helados? Me estoy aburriendo. Hace como una hora que están con códigos y fuentes que no entiendo.- Se quejó Joe.

-Lo siento es solo que no entendemos este desequilibrio en las redes. No sabemos que lo ha provocado...dijo Jade.

-Yo si estoy casi seguro de saber quién es el que lo provoca.- Afirmó Izzy.

-¿Estás seguro? Hace meses que no tenemos noticias de ese sujeto.- Dijo el superior Joe.

-¿Y qué tal si lleva meses planeando algo terrible?

-¿Por qué tan terminante Izzy?- Era Kari que acababa de ingresar junto a Davis a la habitación.

-¿Qué hacen ustedes aquí?- Preguntó Joe.

-A nosotros también nos resultó extraño lo que está pasando en las redes.

Minako se encontraba observando la escena de los castaños pero no se les acercó. Simplemente los miraba desde lejos. Miraba como Tai sonreía junto a Mimi... como nunca había sonreído al mirarla a ella. Hasta ese día pensaba que Tai la había amado como a nadie, pero se equivocaba. Existía alguien a quien amaba más en ese mundo. Resignada caminó de regreso a su casa.

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El hilo rojo (En corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora