Rato más tarde Sora, Matt, Tai y Mimi se encontraron en el centro comercial. Los dos amigos se miraron con cara de resignación, ya que ambos sabían que estaban pura y exclusivamente por ellas allí.
Al cabo de una hora se dieron cuenta de que su función era la de "sostén de bolsas de compras" ¿Tantas cosas debían comprar? ¡Las mujeres eran compradoras compulsivas!
Luego de un rato ya se habían gastado todo el dinero y ellos tenían 6 bolsas cada uno en sus manos.
Entonces decidieron descansar un rato, por lo tanto fueron a una heladería cercana. Entonces se dieron cuenta que en la mesa de al lado se encontraban Kari, Davis, Joe, Jade e Izzy.
-¿Qué hacen aquí?- Preguntó Matt.
-Estábamos reunidos en casa de Izzy porque estábamos preocupados por el problema que hay con las redes, pero nos dio calor entonces vinimos por unos helados ¿Y ustedes?- Dijo Kari.
-Nosotros vinimos a hacer de sosten de bolsas para nuestras novias.- Respondió Tai. Acto seguido recibió un codazo de Mimi.
La tarde fue muy entretenida, y casi estaba llegando a su fin. Lejos estaban de recordar el inconveniente con las redes y la sospecha de que Shoki tenía algo que ver con eso.
Minako quiso emprender el camino a su casa pero de repente sintió que no estaba sola, por eso se dio vuelta. Ahí atrás de ella se encontraba un muchacho alto, rubio, de ojos claros, con el cabello ondulado y muy apuesto.
-Disculpa ¿Necesitas algo?- Quiso saber ella.
El muchacho hizo una sonrisa de recelo.
-No lo sé... pero parece que ambos estábamos interesados en observar a las mismas personas.- Dijo en un tono sereno ese rubio desconocido.
Ella se sonrojó. No podía creer que ese muchacho la había descubierto sin conocerla.
-No sé de qué me estás hablando.- Intento hacerse la desentendida, pero sabía muy bien que no le creería.
-Ambos estábamos espiando a Kamiya y Tachikawa e intuyo que por la misma razón.
-¿Por qué razón espiaría a esos tortolos?
-Por la misma razón que yo. Odio.- Dijo serio.
Minako hizo una mueca. No sabía si era la palabra correcta.
-Yo no odio a Tai. Estoy enamorada de él.
-Al fin nos estamos entendiendo. Creo que tu y yo podríamos tener cosas en común ¿me acompañas?- Dijo el rubio con un tono sereno.
Minako dudó.
-¿Por qué debería acompañar a un desconocido?
Michael sacó su identificación del bolsillo y se la mostró.
-Mi nombre es Michael Washington y vengo de los Estados Unidos. Soy el ex novio de Mimi. ¿Ahora entiendes porque tu y yo debemos aliarnos?
Minako se quedó boquiabierta. ¿Un ex novio de doña perfecta? ¡Eso sí que no lo esperaba! ¿Qué diría Tai si lo viera allí? Definitivamente era conveniente relacionarse con él.
-Acepto.
Michael sonrió y la subió a su auto, donde emprendieron un largo camino. Tenían mucho de qué hablar.
-Creo que están muy serios.- Dijo Kari mirando a su hermano y su cuñada.- ¿Ustedes discutieron o algo asi?
-No pasa nada Kari, enserio.- Dijo Mimi. Tai no emitió comentario. Seguía molesto por la llegada de ese americano. No entendía porque nunca podían estar bien del todo con Mimi.
-¿Sabes? Estoy preocupada por Tk. Hace tanto tiempo que no me habla ¿Estará bien?- Dijo Kari dirigiéndose más precisamente a la ojimiel.
-Está bien.- Respondió la castaña.
Todos la miraron asombrados. Hacía meses que el rubio menor no tenía contacto con ninguno de ellos.
-¿Y cómo lo sabes?- Cuestionó Joe.
-Ayer fui a la casa a probar suerte. Y se ve que estaba de buen humor porque me atendió. Y hablamos por largo rato. Aún no lo ha superado pero está intentando hacerlo. Dijo que extraña a Davis.
-Estas mintiéndome. Dijo el castaño abrumado.
-No. Es verdad. Te echa de menos. Eras un gran amigo para él.
Davis no podía creer lo que escuchaban sus oídos. Hacía mucho tiempo que intentaba entablar una conversación con Tk pero él se rehusaba a hacerlo.
-Y entonces ¿Por qué no me responde cuando intento acercarme? – Dijo fastidiado.
-Porque es muy orgulloso. Pero pronto podrá. Ya verás.
-Necesito hablar con él.- Dijo Kari apenada.- De verdad lo quiero. No puedo aceptar que me odie.
-No te odia Kari. Está dolido. Nada más. Pero creo que lo superará. Cuando amas a alguien eres capaz de perdonarle cualquier cosa. De eso se trate el amor ¿No?
Tai miró de repente a Mimi. ¿Enserio ella le perdonaría cualquier cosa? ¿Lo que pasó con Minako también?
-¿Estas hablando por ti?- Quiso saber Kari rápidamente pare evitar que su hermano se entierre.
-Hablo desde lo que siento. Si amo a alguien por más enojada que esté al principio si de verdad es amor, querré tenerlo cerca de mí siempre ¿No es así? ¿A caso no sientes lo mismo con Davis?
Kari miró a su hermano de reojo como dándole la señal de que era hora de hablar con su novia. Pero como este no respondió a su mirada continuó.
-Por supuesto que siento lo mismo aunque sé que Davis jamás me lastimaría.
Entonces el castaño la rodeó tiernamente por el hombro y besó su mejilla. Ella le sonrió y volvió a prestarle atención a Mimi.
-Pero tu tampoco quisiste lastimarlo a Tk. Simplemente pasó. Pero el te sigue amando y sé que va a perdonarte.
-¡Ojalá estés en lo cierto!
En ese momento vieron que Yolei y Ken se acercaban a ellos discutiendo. El alboroto era tal que toda la gente se volteaba a verlos.
-Estabas mirándola Ken, a mí no me mientas.- Decía Yolei muy molesta.
-¡Te juro que no! Yo estaba concentrado en el autógrafo...
-No. Mirabas su escote. Te vi.
-¡No Yolei! De veras que intentaba ser amable como con todas las muchachas que se acercan a pedirme autógrafos.
-¡Estoy cansada de esto! ¡No puedo soportar que haya tantas chicas enamoradas de ti, Ken!- La pelimorada lucía totalmente indignada.
-No están enamoradas tontita. Solo es admiración. Amor es lo que tenemos tú y yo.
Entonces el peliazul la besó. Los chicos suspiraron. Siempre era lo mismo. Presenciaban las peleas de Ken y Yolei, que generalmente eran por celos de ella y luego se reconciliaban apasionadamente delante de todos.
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El hilo rojo (En corrección)
FanfictionEste es un fanfic basado en personajes ficticios del anime Digimon Adventure Tri, pero solo he tomado sus personajes principales y he modificado sus historias personales. Hay un poco de aventura y acción. Pero me centré más en la historia de amor qu...