Capítulo 49

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Había dos digimons enormes destruyendo todo lo que había a su alcance, sin embargo todos los juegos seguían en funcionamiento. Al parecer los encargados de manejarlos habían huido sin detenerlos. Había gente subida en ellos aún. 

-Debemos rescatar a esas personas.- Dijo Tai.

 -Creo que primero debemos acabar con esos digimons.- Dijo Matt. 

-¡Pero no pueden permanecer por más tiempo así!

 -Está bien, yo me encargare de los digimons y tu ve con Greymon a rescatarlos. – Dijo Matt. Entonces de inmediato Tai comenzó a correr junto a agumon, quien estaba digievolucionando a Greymon para poder rescatar a las víctimas. Tai se encontraba sobre el lomo de Greymon ofreciéndoles ayuda a las personas atascadas en los juegos más altos. De repente sintió gritos. Era un floramon que intentaba treparse por un tocaban acuático roto por la mitad. El moreno pudo divisar a una muchacha atrapada en lo más alto de ese juego. Floramon quería rescatarla pero no tenía la altura necesaria para lograrlo. 

Tai ordenó a Greymon que se dirija hacia ella. -¡Sostén mi mano!- Gritó.

 La muchacha dudó. -¡Oh vamos! ¡Confía en mí! Entonces ahí pudo divisar su rostro. Un rostro de porcelana que le resultaba familiar. -¡Catherine! ¡Soy Tai!- Dijo. 

-¿Tai? ¿Eres tú? Entonces la muchacha de rizos rubios tomó su mano y se subió al lomo de Greymon sujetándose de él. Greymon los dejó en el piso. Luego Catherine corrió a abrazar a su compañero digimon. Tai se quedó observándola. Hacia cuatro años una noche buena había conocido a esa bonita muchacha en Paris. 

-¿Que estas haciendo aquí?- Preguntó de repente. 

-Lo mismo que tú.- Respondió ella.- Intentando rescatar gente inocente. 

-Me paree que aquí el único que ha rescatando a alguien he sido yo doncella.- Presumió el moreno. Ella se sonrojó. 

-No sé como podría agradecerte, Tai. Es la segunda vez que me salvas.- Dijo sonriéndole. 

Él se ruborizó con aquel comentario.

 -Quise rescatar a un niño.- Explicó ella.- Luego el tobogán se rompió ¡Y todo fue un caos!

 Pero en ese momento los interrumpió otra explosión. Entonces corrieron hacia donde provenía aquel ruido. Allí se encontraban Matt y Garurumon, quienes triunfantes sonreían. Habían derrotado a esos digimons que hacían estragos. -Oh, Tk... veo que has crecido mucho en estos años.- Dijo Catherine. 

Matt se quedó sorprendido ante el comentario de aquella muchacha.

 -¡Oh no! ¡El es Matt el hermano mayor de Tk!- Explicó el moreno comprendiendo la confusión de Catherine. 

-Tai ¿Podrías decirme que está pasando?- Exigió Matt. 

-Oh, si. Verás Matt, esa noche buena que fuimos con tu hermano a París, hemos tenido el agrado de conocer a esta bonita chica. su nombre es Catherine. 

-Encantado de conocerte Catherine. Soy Yamatto Ishida, pero puedes decirme Matt. 

Ella sonrió y lo beso en ambas mejillas. Luego hizo lo mismo con Tai. Amos quedaron algo atontados, pero luego recordaron que ese era el modo de saludarse en Francia. 

-Es increíble el parecido que tienes con tu hermano. Siempre lo recuerdo. Cuando lo veas ¿Puedes darle mis saludos?

 -Claro.- Respondió el rubio avergonzado. 

Ya había oscurecido y por la noche en Hong Kong, refrescaba. Entones mientras caminaban en busca de un taxi, Tai notó que Catherine temblaba de frío, por lo que le ofreció su chaqueta. Ella encantada aceptó. Ya no era una niña de once años como cuando la conoció, ahora estaba frente a una muchacha de quince años. Los años la habían favorecido. Matt recordaba a la perfección los relatos que su hermano le había contado a cerca de una tal francesa, pero nunca había imaginado que se trataba de una mujer tan bonita. Estaba totalmente encantado con la compañía de ella. Cuando consiguieron un taxi, dejaron primero a Catherine en su hotel, donde se estaba hospedando (estrategia que sirvió para saber donde encontrarla luego). Ella se despidió y se fue. Dejándolos atontados por un rato más observándola como entraba.

El hilo rojo (En corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora