La reencarnación de Xena ¿Hija de los dioses?

Nico

Quirón nos había reunido a los consejeros de cada cabaña, antes de que fuéramos a dormir, para avisarnos del captura a la bandera que habría, y todos coincidimos que sería una masacre, amazonas y cazadoras juntas contra los semidioses, si ya era humillante perder contra las cazadoras siempre que venían, al menos los romanos también sufrirían, luego de soportar la risa de Thalia e Hylla cada uno fue a su cabaña, como solo tengo a Hazel de hermana le dije lo que teníamos mañana y nos fuimos a dormir.

Hazel me despertó para el desayuno, que tuvieron la consideración de aplazar una hora más, al ser solo ella y yo podíamos dormir más sin pelear por usar el baño; Frank vino a buscarla y se fue con él, yo me cambié un polo negro manga corta, un jean negro y mis convers.

Cuando estaba por salir tocaron la puerta de mi cabaña, de mala gana fui a abrir para toparme con Graciela que vestía un short negro un polo manga cero y un poco escotado, y convers negras con blanco

Hey, hola - me saludó feliz con la mano, y noté en su muñeca derecha una pulsera

Hola, ¿qué haces aquí? - pregunté

Bueno ya que ayer estuvieron jodiendo tú y Percy con mis cosas vine a dejar éstas - señaló la mochila que le dimos que dejó en el piso - y vine a buscar algo,

¿mis cosas dónde están?

Hazel las acomodó en el ropero pasa - me hice a un lado para que pasara y cerré la puerta; ella no perdió un segundo y abrió mi ropero y sacó el bolso donde estaban sus regalos, no aguanté la curiosidad - Oye y esa pulsera, no te la había visto

A este es mmm.. Un regalo de - parecía que buscara a alguien más adentro de la cabaña

De tu papá - me miró molesta - Hazel no está, entonces es

Sí, me lo dejó anoche en mi mochila con una nota, dijo que me serviría y sabría como usarlo - dijo muy feliz

Entonces ¿qué buscas? - le dije

Estos - me mostró el regalo de Percy y Thalia - siempre quise usar un corazón del mar y siento que debo usar este broche hoy - empezó a hacerse una media cola y se colocó el broche, mechones rebeldes se escaparon de su amarre y adornaban su rostro, luego el collar que relucía en su cuello

Dices un corazón del mar, puede ser el original - aclaré

No lo creo, ese collar solo lo debería usar un niño del mar, probablemente lo use la reina - dijo segura

Cómo digas terca, vamos a desayunar - salimos de la cabaña rumbo al comedor

La deje en su mesa y luego me fui a servir yo a la mía, nos juntamos para ir a quemar la ofrenda a los dioses

Para todos los dioses, gracias - la oí decir arrojando un buen pedazo de carne

Hades - dije yo, y fuimos a nuestros lugares

El desayuno pasó normal en lo que cabe decir para un montón de semidioses, hasta que apareció el Señor D y todo se descontroló.

Había volteado a ver a Graciela porque me pareció oírla quejarse con Connor de que no se acercara a su broche cuando ella miró al Señor D que estaba en la mesa principal y comenzó a gritar, se paró y cayó en el piso sosteniendo su cabeza, el Señor D de inmediato estuvo frente a ella sosteniéndola, me abrí paso entre los campistas y llegué a su lado, sus gritos eran aterradores, como si estuviera en los campos de castigo

Mírame Graciela, ¡mírame! - ella le hizo caso pero pareció aumentar su dolor, un hijo de Apolo estaba a su lado apoyando una mano en su cabeza dándole una bendición de su padre para ayudar con el dolor pero gritaba más