La reencarnación de Xena ¿Hija de los dioses?

¿Por qué no me equivoco?

Llegamos por el viaje a través del fuego, ya que el viaje por las sombras terminaría agotandonos y yo necesitaba toda mi fuerza para lo que se aproximaba, Nico aún no se acostumbraba al viaje por fuego así que fue una pelea hacerlo entrar en razón aceptó después de un rato, él también sabía que la distancia era mucha para el viaje sombra pero es terco.

Aparecimos cerca a donde vivo, ¿cómo es? Bueno es una casa blanca con marrón de dos pisos, una terraza, un espacio en la parte delantera con rejas que es donde estacionan los carros, al frente hay un parque que mide una cuadra tanto de largo como de ancho, después del parque está mi colegio, el edificio asignado para secundaria, Nico iba a vivir en un departamento que estaba al frente del lado lateral de mi colegio y ahí aparecimos, en la entrada del edificio que tenía espacio al frente igual que mi casa pero en vez de rejas era una pared lo que lo separaba de la calle, aparte de la puerta para las personas también tenía puerta levadiza para los carros, era de 4 pisos, Nico tenía todo el cuarto piso más la terraza que era solo para él.

Tienes las llaves - le dije mirando a todos lados para saber si alguien nos había visto

Sí, papá me las trajo cuando te fuiste - la sacó y abrió la puerta

Subimos los cuatro pisos en silencio, me puse a jugar con la cuenca que me dieron por mi primer verano en el campamento, era verde mar con el símbolo del olimpo y una tiara debajo de ella, ambos de dorado, yo había dado la idea de que fuera un estandarte del captura a la bandera que ganamos contra las cazadoras y amazonas, pero los demás me llevaron la contraria.

Es una buena cuenca - dijo Nico abriendo la puerta como mortal en vez de aparecer ahí, que después de todo era culpa mía por no aparecernos ahí

Es bonita - admití - pero eso no quita que no la quería

Pero ya la tienes y no podrás hacer nada - regañó - tu primero - se hizo a un lado para dejarme entrar

Cuando ingresamos casi me da algo, el lugar era precioso, estaba todo amueblado con sofás de cuero negro, las cortinas eran de blanco y negro, la cocina era grande, tenía una isla que la conectaba a la sala y más allá el comedor, un baño principal, y un pasillo que conectaba a tres cuartos más, ¿esperen tres cuartos?

Porqué hay tres cuartos - pregunté con la ceja alzada

El que está al fondo es mío - algo obvio la puerta era negra - el primero de aquí - señaló una puerta marrón - es para invitados y el último - señaló la puerta blanca - es tuya

¿Mía? Pero si - en caso de emergencia dijo una voz en mi mente esa pequeña voz de mi razón por supuesto se la di - ¿Porqué blanca?, mejor azul,  negro o un marrón rojizo eso hubiera sido más mi estilo, no uso mucho blanco - reclamé

Guarda tus reclamos para los dioses - me reprendió - ahora entra

No me podía quejar, el cuarto era grande, grande y hermoso, las paredes de pintadas de azul verdoso con imágenes también pintadas de vida floral, se asemejaba dolorosamente al mar, el techo tenía pintado el cielo con nubes y el sol la mitad, la otra el cielo negro y estrellado con una luna brillante, una ventana que dejaba entrar el aire y la luz solar a la perfección iluminando mi cuarto, me di cuenta entonces porqué nos pusieron en el cuarto piso para que tuviéramos una vista mejor en vez de solo mirar la casa de al lado, las cortinas eran ¡Dioses porqué! rosas (definitivamente obra de Afrodita), contaba con una laptop que estaba encima de un escritorio azul con blanco, el ropero también era blanco un ropero regular, pero sospechaba que por dentro era grande, un tocador con maquillaje y un banco incluido, un espejo de cuerpo entero de Oro (¡¿En serio?!), había también repisas con libros en ellos y una puerta que conducía a un baño de azulejos azules.