Somos familia

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Nico ven aquí - me llamó mi tía

Hoy día nos visitaba la mamá de mi tío junto con una sobrina de él, por la noche según me dijeron tendríamos una cena donde ya estarían el hermano de mi tío y su esposa con nosotros, yo solo quería pasar el día en mi cuarto mandándole mensajes iris a mi mamá, cada que la llamaba la veía preocupada y distante  al menos por los primeros 2 segundos luego su atención iba  a mí por completo y se ponía feliz.

También hablar con mi papá, necesitaba preguntarle como esconder esqueletos en la tierra  de nuevo, por error invoqué un gatito que ahora estaba escondido en mi habitación, mis papás estaban felices que a mi corta edad de 4 años hable a la perfección y pueda controlar los poderes de un niño del inframundo, incluso el abuelito Hades estaba impresionado y contento.

Pero yo sabía que también estaban preocupados por mi aroma, mi mamá siempre me lo recordaba, yo era un legado del Dios Febo o Apolo en griego y ahora con la reciente bendición del abuelito Hades mi olor aumentaría, aunque mamá dijo que por mi estadía con ella cada tanto su aroma se me pegaba lo que prácticamente sería tener el aroma de un Dios encima, no entiendo eso muy bien, yo no me puedo oler.

Y aunque mi madre y mi padre lo nieguen sé que una de las furias me vigila, no sé cuál porque no me la han presentado oficialmente, pero creo que me las puedo arreglar con el arco que me regaló el ¿abuelo? Apolo y la espada-collar que mamá me hizo, era uno en forma de tridente, dijo que con ello estaría seguro, la verdad no comprendí sus palabras y sigo sin hacerlo, aún con mis 4 años soy muy curioso y a palabras de los adultos odiosamente inteligente.

Nico ven - insistió mi tía

Ya voy tía - le respondí dejando mis juguetes en el suelo del jardín

Fui al lado de mi tía que hablaba con una señora mayor, la mamá de mi tío supongo, atrás de ella había una niña rubia que miraba todo con curiosidad, mi tía me puso una mano en el hombro y me sonrió

Éste es Nicolás - me presentó - Nico, ella es la mamá de tu tío

Hola Nico - me saludó la señora

Hola señora, un gusto - le sonreí, y tuve que aguantarme el reír por la cara de sorpresa que puso

Que jovencito tan hábil, ¿seguro que tienes 4? - preguntó incrédula

Sí señora, tengo 4 - asentí

Nico lee mucho - explicó mi tía - su profesora dice que es un niño genio, pero sigue con los de su edad, queremos que crezca conforme su edad

Pero no pueden descuidar sus estudios - rebatió la señora

No se preocupe, adelanto mis estudios en casa - aseguré y no mentía, había agarrado unos libros que encontré de la casa de mi mamá, ella guardaba todos sus libros de primaria y me traje algunos, con su permiso claro está.

Que niño más tierno - ¿tierno? Yo no soy tierno, solo soy tierno para mi mamá - e inteligente, pero dónde están mis modales - exclamó - ven aquí hija, ella es mi nieta, él es Nicolás

Hola Nicolás - me saludó animada - soy Daira

Al principio me costó reaccionar, me era familiar pero ¿de dónde?

Tenía piel bronceada, cabello lacio y rubio que asimilaba al oro, nariz perfilada, ojos azules cielo, sus ojos, esas facciones ¿dónde las había visto?, esa sonrisa juguetona, ¡Claro! La cabaña 7

Daira

El sobrino de mi tío era un niño muy dulce, aunque no se lo comentes porque se pone a murmurar cosas como: yo no soy dulce, te debo dar miedo; pero como podría dar miedo, era un niño tan lindo e inteligente.
A cierto no me he presentado, mi nombre es Daira, tengo 13 años y me gusta escribir, creo que es todo lo que deben saber de mí por el momento, ¡Ah! Sí hay algo más pero no me gusta hablar de ello, así que lo sabrán más adelante.

La reencarnación de Xena ¿Hija de los dioses?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora