La reencarnación de Xena ¿Hija de los dioses?

Nico

Maratón (3/3)

La jodí

Realmente la había jodido ésta vez.

Hemos tenido nuestras peleas con Graciela pero nunca nada grave, al menos nunca camina delante mío luego de una discusión, pero ahora lo está haciendo.

¡Por Hades! En que momento me descontrole de esta manera, malditos dioses del amor, malditos celos, no podía ser más estúpido, ella es una hija de Hades también y aunque su defecto fatídico es la lealtad como su hermano posee una capacidad de rencor increíble, la había jodido maldición.

Sabía que no debí reclamarle más pero luego de verla competir contra Drew y que todos la miraran de esa forma me hirvió la sangre, peor aún que ella no me notó ahí y me fui directo al bosque, necesitaba calmarme pero no...

La jodí peor ¿porqué? Por culpa del Dios de la guerra, a caso no nos puede dejar en paz, y peor que ella vino y dijo que porque lo sintió cerca; luego se fue y supe que la había jodido, se aparece el hijo de ... y empezamos una plática que acabó en pelea y ella llegó a separarnos, aún recuerdo lo último que me dijo: No hagas lo mismo que yo, ¿hacerla sufrir? No sería capaz; pero viéndola ahora sí, lo he hecho y me odio por ello, está caminando con la cabeza gacha, ella nunca camina de esa forma a menos que esté triste y piense en esa situación una y otra vez.

Ahora que lo pienso ¿qué pasó en el Olimpo?, cuando discutimos me sacó en cara que le haya dicho que contara todo sobre ella pero, se lo habrán tomado tan mal.

Estábamos yendo a la playa cuando veo que se a tensionado, llegué a su lado y miré a la dirección en la que su mirada se iba, mi Tío P estaba ahí hablando con Percy, cuando a los segundos voltea a verla, ella empieza a tiritar de furia en su mirada ese sentimiento está bien clavado, decido mirar mejor la situación, ya en la costa el barco se encontraba, con Leo arriba moviéndose de un lado a otro, los demás estaban en la arena hablando entre ellos, Percy y su padre se habían alejado a platicar.

Graciela - llamé

Mejor sigamos - dijo despegando su mirada de la de su padre, caminamos pero de manera forzosa debíamos pasar al lado de ellos

Graciela - llamó mi tío - necesito hablar contigo hija

Yo no soy su hija señor Poseidón - dice con amargura, no les dije ella es rencorosa - algo de parte del consejo

No tienes miedo si quiera de mí, ya que no tienes respeto - regaña mi tío - vas a pasar por mis dominios

Porque usted me orilló a ello - esperen ¿qué? - sus disputamos con el señor de los cielos me hace imposible viajar por aire - desde cuando le llama señor de los cielos a Zeus, algo pasó acá

Hija nunca - dice él pero es interrumpido

No lo soy - grita - puedes entender de una vez que perdiste el derecho de llamarme hija el día que nací, no te hagas conmigo, yo lo sé, sé todo

La cara de mi tío pasa a preocupación, parece nervioso, Percy también lo nota porque observa a su padre y a su hermana analizando las palabras de ella, creo que a Tío P le espera el sermón de su hijo.

Haré el sacrificio correspondiente para que me deje navegar - dice ella mirando el horizonte - espero le sea de su agrado mi señor

Y continúa su camino, bueno esto de ser suicidas con los dioses viene de familia, volteó a ver a mi tío que observa como ella se va, Percy está con el entrecejo fruncido mirando a su padre

Por favor habla con ella - me dice mi tío - no es bueno que guarde rencor en su condición

Disculpe tío - respondí - pero los dos sabemos que tiene motivos

También lo digo por ti sobrino - me mira molesto y lo único que quiero es esconderme, ¿sabrá de nuestra discusión? su mirada dice que sí y que me dará de comer a los tiburones si no lo arreglo

Lo sé - respondo evadiendo su mirada - trataré de que hable con usted

Estaría en deuda si lo logras - dice y yo quiero decir que con tal de que no le mate por tocar a su hija estaría bien pero mejor no

Si me disculpan - dije - iré a seguirla

Ve - dice Percy - tengo que hablar con mi padre

Puedo jurar que Tío P se puso nervioso, con la mirada que tenía Percy le comprendía, me fui a darle el alcance a Graciela y la encontré con Quirón que había llegado recién, sostenía algo en la mano derecho y sus ojos tenía un brillo de emoción y locura, un brillo de con esto mato a quien me haga enfadar, y yo la he hecho enfadar

¡Mierda!