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Me volteo y veo que es un viejo cliente, él había querido un trío hace 5 meses. Es difícil olvidar las caras de los demás cuando te azotan de la manera en que unos lo hacen.

Él empezó a tocar mi trasero, metió una mano por debajo de mi enagua, y la empezó a levantar suavemente. Se acercó a mi oído y susurró:

- Espero que recuerdes la última vez que estuviste conmigo... ¿Recuerdas esa buena paga?

-Estoy aquí sólo para complacerte -Dije mordiendo su labio.

-Eso me gusta, ahora empecemos el sexo salvaje.

Dicho esto se quitó los pantalones y en sus bóxer se notaba una gran erección, la toque con mi mano y bajé sus bóxer. Su miembro no era muy grande, pero sí grueso. Lo empecé a chupar con suavidad, mientras hacía que saliera líquido de su miembro. Él me quita el cabello de la cara y empieza a follar mi boca, lo hace de manera muy rápida.

Me hace levantarme, me quita casi que en 5 segundos toda mi ropa, quedo desnuda. Él mira mi cuerpo y se muerde el labio, su mirada erradía picardía. Sabe exactamente lo que quiere. Me toma en sus brazos y me eleva hacia sus caderas. Besa mi boca, baja a mi cuello y se queda en mis senos. Los lame con mucha intensidad, seguidamente los empieza a morder. 

Al momento que para de hacer me lleva a la cama, quita las sábanas mas gruesas y deja las blancas más suaves.

-Princesita, te voy a follar muy duro. ¿Está bien? -Dijo seductoramente

- Es lo que más me gusta - Digo colocándome abierta de piernas.

Una vez que mis piernas están abiertas casi totalmente, él Ingresa su miembro en mí. Empieza con suaves movimientos, pero de pronto lo hace muy rápido, lo hace muy duro como lo prometió. Sé que a este cliente le gusta que sus nenas giman de dolor y pasión. Grito cuando estoy a punto de llegar al clímax pero él no se detiene. Siento hasta dentro su miembro el cual no creí posible pero va más rápido aún. Gimo de placer.

-Así es nena, gime para mí, quiero que digas mi nombre: Ricardo.

-Ahh -Gimo sexosamente- Ricardo sígueme haciendo tuya.

Él saca su miembro y me pone a mi de frente, besa mis senos de nuevo y lo hace con rapidéz. Luego de eso me da la vuelta y antes de que me pueda acomodar me penetra con fuerza. Hace embestidas de un sólo momento, no espera a que su pene salga totalmente, sólo mete y mete con fuerza. Grito de placer para hacerlo sentir bien.

Seguidamente él sale de mí, pero mete su pene casi en el mismo lugar. Me da nalgadas duras, y hace que me corra.

-Como desearía que seas sólo mía, Scarlette.

-Aprovecha el momento, mi amor -Dije gimiendo

Siguió haciendo movimientos suaves, después de eso se detuvo y cuando lo ví se estaba poniendo la ropa.

-¿Tan rápido? -Dije mordiéndome la uña

-Lo siento princesita pero tengo que regresar a trabajar. Afuera te dejaré tu paga, muy buen trabajo. Daré 4 estrellas, no te voy 5 porque espero otra ocasión contigo.

Salió de ahí y de nuevo tengo que acomodar mi privado. Quito las sábanas blancas y coloco unas nuevas. Pongo el edredón rojo justo como estaba. Me pongo de nuevo mi ropa, acomodo mi maquillaje y cabello. Salgo de ahí para ir por mi paga. 

Llego a recepción y veo que Charlie, el segundo al mando está con Cassandra. Él la mira con deseo, pero Cassandra es sólo recepcionista, no es "Nena".

-Cassandra, ¿Dejaron algo para mí? -Dije seria.

-Ahora que lo dices, sí. Un cliente salió y te dejó este sobre.

-Gracias -Dije sin mirar a Charlie.

Regresé a mi privado y coloqué el sobre son $600 en él. No me gusta estar con las nuevas internas, porque ellas hacen preguntas tan tontas cómo: ¿Y si un cliente tiene SIDA? Es obvio que no, aquí los clientes son seleccionados y se comprueba que sean de fiar. ¿Y si un cliente quiere matarme? ¡¡Por Favor!! Aquí lo sabrían si no regresas y tienen el registro de cual fué tu último cliente. Son millones las tonterías que dicen, por eso a veces sólo me limito a sonreír y callar

Realidad de una prostituta. -Basada en hechos reales-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora