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Lo miré con los ojos muy abiertos. ¿Bruno dijo eso? ¿BRUNO RICCI DIJO ESO? ¿En qué lo he convertido?

-Estás de broma -Contesté.

-No... Quiero estar contigo. Y quiero decirte que quise estar contigo desde el momento en el que entraste a la habitación. Desde que te quedaste a dormir a mi casa. Desde que me besaste inesperadamente por primera vez. Desde que te vi en casa de tus padres. En resumen, siempre quiero estar contigo.

Sus palabras me dejan sin habla. Él siempre me ha dicho hermosa, guapa, linda y mucho alago, pero jamás pensé que él quisiera estar junto a mi de esa manera. Ha sido virgen desde siempre, y yo he sido la primera mujer que él desea estar así.

-¿Aceptas? -Pregunta con cierta incertidumbre.

-Sí.

Ambos estamos desnudos, nos acercamos y nos besamos con fuerza. Con mucha pasión y deseo. Subo mis piernas a sus costados, él me sostiene de mi trasero y mi espalda. Pero no deja de besarme. Me quiere con él.

Bruno camina y me lleva a mi cama. Nuestras lenguas se convierten en una lucha. Él se posa sobre mí y me deposita con cuidado. Deja de besarme en la boca, llega los besos hasta mi cuello, luego baja sobre mis pechos. Los muerde y los hala con fuerza. Gimo y grito pero él no se detiene. Con sus manos toca mi trasero y deja sus manos ahí. Mientras su boca llega a mi vientre, pasa su lengua cerca de mi ombligo y muevo las caderas. Siento como baja hasta mi vagina y como su lengua se adentra en ella. Grito el nombre de Bruno, me está matando. Lo quiero en mí ahora.

-Eres muy hermosa, necesito disfrutar cada detalle de tu cuerpo.

Retira las manos de mi trasero y toca mis piernas. Me siento húmeda y parece gustarle bastante. Introduce un dedo en mí y lo mueve haciéndo círculos. Luego dos y con la mano izquierda sigue tocando mi pierna.

-Bruno.... ¡Ya!

-¿Lista?

Asiento y él se reincorpora. Me hace sentarme con las piernas abiertas frente a él.

-Quiero ver a la primera chica que penetre.

No es algo muy romántico pero lo noto como un alago. Me mira a los ojos y me toma de las caderas, acomoda su pene y lo introduce en mí. Ahogo un gemido y me siento llena de placer. Cierro los ojos y Bruno comienza a hacer movimientos lentos. Entra y sale, entra y sale.

Comienza a llenarse de placer y lo hace más rápido. Él gime y yo grito. La cama suena con nuestros movimientos. Llegamos al Clímax y Bruno se le ve bien. Realmente bien.

-¿Y bien? ¿Soy una buena chica para penetrar?

-Beb, es la mejor sensación del mundo... Eres una chica fantástica, no quisiera pedir a alguien más.

-¿Más?

Sonrió y me miró a los ojos.

-Toda la tarde, noche, mañana Y SIEMPRE.

Realidad de una prostituta. -Basada en hechos reales-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora