El señor Nicolá Ricci salió y me quedé sola en la habitación. Dejé mi bolso en una cómoda que hay de madera. Miro por la ventana y logro ver el residencial por completo. Pero más al fondo veo la cuidad. Llena de luces y de vida. Abren la puerta y el primero que entra es el señor Nicolá, seguidamente entra un muchacho, de ojos azules como el mar, su cabello negro totalmente. Es más alto que yo, tiene vaqueros negros y camisa azul marino. Es un hombre muy guapo y elegante.
-Hijo, ella es la bellízima Scarlette. Este es mi 2do regalo por tu cumpleaños 24, felicidades hijo.
Él sólo me miró y no hizo nada. Su padre muy a poco se le iba quitando la sonrisa del rostro.
-¿No te gusta? -Preguntó Nicolá.
-No es eso... Papá, ¿Me dejarías sólo con ella? -Dijo Bruno mirándome, no de la manera que estoy acostumbrada.
El señor Nicolá sólo asintió y salió de la habitación. Bruno no me miró por ningún momento. Sólo se acercaba sin mirarme.
Jamás me había sentido tan nerviosa e incómoda a como me siento frente a Bruno. Su tamaño, lo elegante que és, es algo que me intimida.-¿Tú quieres de verdad esto? -Dijo Bruno mirándome a los ojos.
- ¿A qué te refieres? - Dije verdaderamente confundida.
- A tener relaciones conmigo... No sé, nunca me he preguntado lo que siente una prostituta.
- Es un trabajo, es como cuando eres bombero. Si te llaman a una emergencia tienes que ir. Es tu obligación.
- Pero aún no haz respondido mi pregunta, ¿De verdad quieres esto? -Dijo acercándose más a mi.
Nunca me había preguntado eso... ¿De verdad quiero tener más relaciones con él? ¿Ó con cualquier otro hombre?
-No lo sé, nunca pensé en eso, ya los clientes saben a lo que van -Dije encogiéndome de hombros.
-Te propongo un trato, ¿Qué tal si charlamos este rato, le diré a mi padre que te pague de todas formas?
- Creo que me parece bien -Dije muy, muy, pero muy confundida
- A no ser que tu si quieras tener relaciones... -Dijo sonando un poco como pregunta.
-No, está bien. -Dije sonriendo.
Él se sentó en la cama, e hizo una seña para que me sentara a su lado. Caminé y me coloqué a su lado, más de cerca pude mirar los hermosos ojos azules que tiene.
- ¿No estás acostumbrada a esto cierto? -Preguntó Bruno.
-Es que, lo usual siempre és tener relaciones con los clientes. Es ya una rutina. -Dije mirándo el suelo.
- ¿Porqué lo haces?.
- No lo sé, ya es una profesión por la que mi vida depende de ello. Necesito dinero para mi familia y para mí -Dije sonando avergonzada.
-Le diré a mi padre que te pague muy bien, creo que él estará feliz de que por fin "Ya no sea virgen" - Dijo haciéndo comillas.
- Eres diferente, ¿Sabes?
- Y tú eres linda -Dijo sonriendo.
El calor subía por mis mejillas, nunca me había sentido tan feliz al estar con un cliente. Él me miraba en una manera lástima.
- ¿Cómo te llamas? -Preguntó Bruno
- Mi nombre de nena es Scarlette, pero en realidad me llamo Beberly Smith.
- Mucho gusto Beberly Smith, soy Bruno Ricci -Dijo tomándo mi mano y besándola.
- Tu novia debe de estar muy feliz del novio que tiene -Dije más que todo para saber si estaba comprometido.
- No... -Frunció el ceño- No tengo novia. Tuve una relación pero fué otro plan de mi padre. Él tiene miedo de que me quede soltero para siempre ó que sea homosexual. No tengo nada contra ellos, pero no lo soy.
- Por eso me contrató tu padre -Dije sacando conclusiones.
- Supongo que sí... Eres muy diferente a los estereotipos que le ponen a las prostitutas. Si no fuera por tu forma de vestir pasarías por la mujer más hermosa que he visto.
- Nunca había conocido algún hombre que al mirarme, no pensara en sexo.
- No quiero hacerlo con la primera mujer que se me atraviese, no te digo que no lo haría contigo pero, quiero hacer el amor... No el sexo.
En definitiva este hombre es especial, no es como los malditos hombres que están a mi alrededor. Él piensa en querer a una mujer, por lo que los demás sólo quieren sexo.
- Bruno, eres muy diferente. ¿Ya te lo habían dicho? -Dije sonriendo muy sinceramente.
- A veces me lo dicen, pero hasta este momento me importa quién lo dice.
- La mujer que esté contigo será muy afortunada.
- Espero que llegue la indicada. No la quiero buscar, quiero que ella llegue.
- No te costará encontrarla, tienes una cara muy linda, cuerpo igual y tu forma de ser enamoraría a cualquiera.
- ¿Estás diciéndo que te gusta mi cuerpo, Beberly Smith? -Dijo él con una sonrisa burlona.
- No, bueno sí. Pero el caso es que tu forma de ser va a enamorar a cualquier mujer.
Él empezó a reír. Él había captado mi indirecta y le causó risa. Si yo fuera otro tipo de mujer, me enamoraría de Bruno.
- Oye, shhh -Dije haciéndo que hiciera silencio- Tu padre no se va a creer que tuvimos sexo.
- Cierto, cierto -Dijo recuperándo la compostura.
- ¿Y... Tú estudias? -Pregunté
- Hace meses que terminé mi carrera para manejar los negocios de la familia. Nosotros tenemos Propiedades aquí y en Italia. No te lo digo para impresionar. Sino para que sepas. Me caes muy bien y me inspiras confianza.
- De alguna extraña manera tu también me inspiras confianza. Y te lo dice una prostituta que no confía en nadie.
- Sí -Él rió- Me gustaría tener el poder de sacarte de ese mundo.
- Es mi estilo de vida. No puedo hacer nada.
- Por eso digo, me encantaría...
Después de esa charla, seguimos hablando de nosotros, él es heredero de toda la fortuna de la familia Ricci. Estudió en las mejores universidades y ha tenido una vida no muy difícil.
Luego sigue mi historia. La chica que nació en una casa humilde donde el dinero no alcanzaba y tu padre cayó en cama gracias a un derrame cerebral y tu éras la única para llevar dinero.
Él al escuchar mi historia sólo asentía, supongo que nunca había visto las cosas del modo fácil en la que él las vé.
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Realidad de una prostituta. -Basada en hechos reales-
Akcja¿Alguna vez te haz preguntado lo que vive una prostituta? ¿Sin censura? Te invito a que empiezes a leer y cambies tu actitud sobre nosotras... No somos las fáciles que piensas. Trabajamos por necesidad, no porque nos guste.