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Este capítulo contiene la narración de escenas gay, si no te gustan esas escenas, por favor pase al próximo capítulo. Gracias, Beb.

Comparto con la nueva ingresadas, aún están nerviosas. No conocen mucho del medio, pero no son vírgenes, así que ya tienen una idea de lo que se enfrentan.

-Scarlette -Llama Hazel.

Pongo mala cara y me acerco a ella.

- Te lo diré de una buena manera - Comienza- Llegaste minutos tarde esta mañana, no dieron una buena paga, te desapareciste y no avisaste... Creo que lo mejor sería suspenderte por unos días... Sin dinero.

- Lo lamento, ni siquiera estaba despierta e hice lo mejor que pude, en la mañana hice lo mejor que pude y ellos parecieron disfrutarlo, estába enferma.

- ¿Sabes? No tolero las escusas, pero tengo algo para ti... Quiero que estés lista en una hora, vienen cuatro hombres a la sección gay, pero me pidieron una lesbiana para divertirse... Pensé en Channel, pero ahora que tú también estás en esa lista creo que lo mejor será que tú vallas.

- De acuerdo.

Hazel se fué y yo fuí a mi privado, todo está bien ordenado. Me siento sobre la cama y miro a mi alrededor... ¡En lo que he caído! Vender  mi dignidad, vender placer... Desearía poder tener otro camino, tener lo mismo que tengo en éste lugar pero no es posible... No para mí.

Cuento varios minutos y casi es la hora, nunca he ido a la sección gay de la agencia, los separan de nosotras hasta tienen otra entrada. Un guardia me dice que no puedo pasar, le digo que Hazel me envió y acepta. Llego a la recepción dónde está un hombre al teléfono. Lo miro y sonrió, él me devuelve una sonrisa coqueta... Más coqueta de lo normal. Deja el teléfono y se digna a mirarme.

- Dime que puedo hacer por tí, caramelito -Dice él levantando su hombro ligeramente.

- Hazel me envió.

- Oh caramelito, cuarto número dos, ya ellos no tardan en llegar.

- Gracias.

Él me sonrié y se levanta de su asiento y me besa en las dos mejillas. Camino hacia el cuarto dos, abro la puerta e ingreso. Es casi el mismo a nosotras, con la diferencia de que  la cama es dos veces más grande que una matrimonial, hay vibradores en las paredes, látigos de tiras, cintas de acero, condones.

Por un momento entiendo el punto de Hazel, ellos me van a castigar como si fuera ella... Claro. Me siento en la cama, me retiro la ropa y la acomodo en un pequeño sofá al fondo. Estoy sobre la gran cama, esperando.

Esperé por unos veinte minutos hasta que abrieron la puerta, entraron cuatro hombres musculosos, con perfil de modelos. Me miran, levantan las cejas y sonríen.

- ¿Eres la lesbiana? -Pregunta musculoso número tres.

- Me llamo Scarlette.

- Te voy advertir de una vez, nosotros somos juguetones pero nos gustan las cosas duras... ¿Quieres seguir? -Dice musculoso número uno.

- Estoy para complacerlos -Contesto.

Ellos sonríen y se acercan. Se quitan la ropa, verlos desnudos es como mirar un cuadro de Miguel Ángel, ¡Es asombroso! Sus cuerpos están tonificados a la perfección, musculoso número tres es más musculoso, tanto así que da miedo. Tienen piernas tres veces más gruesas que las mías. Son increíblemente altos. Musculoso número cuatro es de raza negra, pero su cuerpo es más llamativo que el resto, tiene un increíble color de piel.

Musculoso número dos se acerca a mí, toma su pene en las manos. Se posa sobre mí, y ni siquiera me dejó poner húmeda mi zona, y comienza a penetrarme, muy rápido y hasta el fondo. Gimo y poso mis brazos en su cuello. Él me levanta de la cama pero me sigue follando. Me pega bruscamente a la pared, tanto así que me dolió bastante la espalda. Sigue penetrando fuertemente, parece que nunca acabará. Cuando llego al clímax él me suelta y sale de mi.

Musculoso cuatro me toma de las caderas y me da vuelta. Con sus manos toma mi trasero y comienza a lamerlo, pasa su lengua por todo mi trasero y más adentro. Ingresa un dedo y lo chupa, ingresa tres de un sólo movimiento y los mueve seductoramente dentro de mí.

-Ponte de cuatro -Ordena.

Me agacho y coloco mis manos en el suelo. Escucho a los otros musculosos gritando de placer. Él levanta mis piernas y las acerca a él, sólo me sostengo de mis manos. Me toma con sólo una mano y siento como ingresa su pene en mí... OHHH! En muy grande y siento como duele, lo hace despacio y de pronto lo hace increíblemente rápido. Gimo y grito, él lo hace muy bien. Continúa por un gran rato hasta que decide parar. Tomo aire y me siento en la cama, miro como musculoso número uno ingresa su pene en musculoso número dos. En totalmente nuevo, sabía que lo hacían pero nunca lo tuve a la par.

- ¿Estás aburrida, nena? -Pregunta musculoso uno.

Niego con la cabeza y abro mis piernas. Musculoso uno  deja de penetrar a musculoso dos. Viene conmigo y llega a lamer mi vagina. Me muerde muy fuerte, tanto así que debo morderme el labio para que mis gritos no les interrumpan. Siento como otra boca comienza a lamer mi vagina.

- ¿El látigo? -Pregunta musculoso número cuatro

- Sí -Dice excitado musculoso número uno.

He estado en lugares donde me amordazan, donde me bañan, donde me lastiman, así que esto no debe de ser nada malo. Ambos dejan de chuparme y me ponen en pie. Musculoso dos me toma por la espalda y me pone de pecho en la cama. Musculoso cuatro se acerca.

- ¡Levanta el trasero!

Hago lo que me dice y musculoso uno coloca su pene en mi boca. Lo introduzco y siento como el látigo me golpea fuerte en el trasero. No pude gritar, ya que el pene abarca toda mi boca. Aguanto el dolor y succiono más fuerte el pene. Noto como se mueve musculoso uno, está a punto de llegar. Lo aparto y un segundo latigazo se hace presente. Esta vez grito, no lo hace para dar placer, esto realmente duele.

- Vas a tener que aguantar, son diez latigazos y uno más por cada grito tuyo -Aclara musculoso cuatro.

Musculoso dos es quien ahora me pone a chupar su pene, trato de concentrarme y hacerlo bien, pero en mi mente siguen los nueve latigazos que siguen, ocho restantes y uno más por gritar. 

De nuevo siento ese maldito golpe, mi trasero se pone caliente. No me dejaron ni siquiera tomar un respiro cuando el cuarto latigazo se hizo sentir por todo mi ser. Quiero decirle que pare, pero no puedo... Simplemente no puedo hacerlo.Cinco... Seis... Siete y se detiene. Vuelvo a ver atrás y musculoso cuatro está a punto de follarme. Introduce lo más duro posible su pene, me folla de manera suave y lenta, pero continúa avanzando con el ritmo. Lo siento hasta el fondo y comienza a hacerlo bastante rápido, oprimo con más fuerza el pene de musculoso dos. Escucho como los otros dos gritan de placer. Musculoso llega al clímax y sale de mi. No me pudo dejar descansar... Ocho... Nueve... Diez... Once... Doce... Trece... Catorce... Quince y ya no pude más. Retiré el trasero y descansé.

- No te he ordenado que bajes, faltan cinco más -Dice musculoso número cuatro mientras me coloco en la misma posición.

Me duele bastante, creo que aún no tengo roto. Sino ahí ya no podría seguir. De nuevo el cuero se impregna en mi piel, Dieciséis... Diecisiete... Dieciocho... Diecinueve... ¡VEINTE!.

Él se detiene y de nuevo se posa sobre mí y comienza a follarme fuertemente. Sus movimientos son bastante dolorosos, ya que cada vez que choca con mi trasero, un profundo dolor se impregna en mi piel. Continúa hasta que ya no le queden ganas, los otros tres están follándose entre sí. Sale de mi y me deja descansar.

Veo como los tres chupan los penes de los que tienen al lado. El uno con el cuatro y el dos con el tres. Miro como disfrutan tanto de su compañía como la de los otros.  Musculoso número cuatro  introduce su pene en musculoso uno. Éste grita de dolor mientras que el cuatro lo introduce lentamente y suave, tratando de no lastimarlo... Irónico.

Realidad de una prostituta. -Basada en hechos reales-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora