Los modelos griegos se reincorporan y se visten. Cada uno deja varios billetes en la cama. Todos llegan y me dan un pequeño beso de labios, se que para ellos eso no significa nada.
La verdad es que admiro mucho a la comunidad gay, en la sociedad hay muchas personas que los llaman maricas, pero esas personas no tendrían las mínimas agallas para declararse homosexual y aceptar todas las críticas. Ellos se ven felices, eso es lo que la jodida sociedad no conoce.
Tomo los billetes y los coloco en mi sostén. Tomo la liga que está en mi muñeca y hago un moño. Busco mi ropa y me visto rápido. Me duele ponerme la ropa interior, Me arde el trasero y me cuesta caminar. Por mi apariencia parezco recién salida de un sauna, pero aún así salgo de esa habitación infernal.El de la recepción me ve y me lanza un beso en el aire, sigo su dramatización haciendo que chocó con mi mejilla. Él se abraza a sí mismo y mueve rápidamente sus pestañas. Camino y el guardia me mira y hace un sonrisa forzada. Abre la puerta y de nuevo vuelvo donde pertenezco. Hazel me mira y me hace una seña para que valla junto a ella. Camino y por todo mi ser hay un gran miedo, no quiero trabajar más... Estoy bastante dolorida, ella me ve caminando mal y frunce el ceño.
- ¿Qué te sucedió, Scarlette?
- Los chicos gays, dime que pasa.
- Sé que desde buena mañana has estado muy ocupada, pero todas las nuevas se niegan a ir con éste cliente.
Me enseñó una foto y lo conozco bien. Es un ex preso, salió en las noticias hace unos días, por falta de pruebas lo dejaron libre. Pero estába preso por abusar a una niña de quince años, que era su hija. No culpo a las nuevas, yo tampoco quiero ir.
- Piénsalo bien -Dice Hazel-. Todas las nuevas están perdiendo dinero, y tú lo podrías ganar.
- La verdad es que a mi también me da miedo ese tipo, y estoy muy golpeada.
- ¿Significa un no? -Pregunta.
- Es un no -Afirmo-
Ella asiente y me dice que tengo permiso para ir a casa. Le agradezco y voy a mi privado, tomo mi bolso e introduzco el dinero. Miro mi privado y como siempre me gustaría tener mucha gasolina y quemar todo el lugar, para ya no tener que sufrir por ésto.
Salgo y camino entre las nuevas, unas me sonríen y otras me miran con envidia. Me despido de Cassandra y en el momento en el que voy saliendo, entra el tipo más misterioso que he visto en mi vida. Sombrero negro y un saco azul oscuro. Me mira y no deja de apartar la mirada de mis pechos.- Quiero estar contigo, ahora -Ordena el hombre-
Al mirarlo bien, mis sospechas son ciertas.. Éste es el tipo de la foto que me enseñó Hazel.
- Lo siento, pero ya me tengo que ir -Contesto-
- No me importa, pagaré lo que sea por tí.
- Lo siento, pero mi turno aquí ya terminó, las demás son mejores... Yo soy una simple iniciada -Mentí-
Él iba a contestar pero yo ya me encontraba saliendo de la agencia. Caminé un poco más pero aún así no se veían taxis. Miro mi celular y tengo dos llamadas perdidas de.. Oh Dios... Bruno Ricci.
Le marco de vuelta pero me suena ocupado. Mi corazón late fuerte y acelerado, Bruno. Intento llamarle de nuevo pero ahora me dice que el teléfono está fuera del área de cobertura. Frente a mí se detiene un taxi.
- ¿Transporte, guapa? -Pregunta el chofer.
- Sí.
Abro la puerta de atrás e ingreso. Le indico la dirección y él asiente. En la radio suenan canciones del tipo rancheras, él las comienza a cantar y las personas de afuera lo miran como si tuviera un mandril en la cabeza.
Continúo llamando a Bruno pero no me contesta, me rindo. Tal vez se equivocó de número... ¿Dos veces? Puede ser.El taxi llega a mi casa, le pago y él me guiña un ojo. Salgo del auto y camino a mi casa, y lo que más quiero es tomar algo para el dolor y colocar una crema para aliviar el dolor. Busco las llaves y entro lo más rápido a mi casa, dejo el bolso en el mueble de la cocina y me dirijo a mi cuarto. Los perritos ladran y ladra. Pero por ahora no puedo ir con ellos.
Voy al baño y encuentro una crema para aliviar el dolor. La coloco y siento un pequeño alivio pero a la vez dolor. Las pastillas no dicen nada contra golpes de látigos, pero hay una que me parece correcta... La tomo y ahora sólo quiero descansar.
Llego a mi cama y con todo y ropa me acuesto a dormir.Una de las peores cosas que puede suceder, es que a la mitad de un gran sueño suene tu celular y te despierte. Soñaba que otra vez estaba en la casa de Bruno, pero yo no era ninguna nena ni nada de eso, sino que era sólo una amiga de la clase alta. Bruno me quería como su mujer... No entiendo porqué sueño con eso, es ilógico.
Contesto el celular al revés, y ni siquiera pude ver quien llama.- ¿Hola? -Pregunto.
Y cuelgan la línea. Escucho tres golpes en la puerta, camino lentamente y los perros ladran. Los hago callar y ellos dejan de ladrar.
- ¿Quién es? -Pregunto desde el otro lado de a puerta.
Sólo volvieron a tocar tres veces. Siento un pequeño miedo, en mi interior sabe que hay una posibilidad del tipo con sombrero de la agencia, supongo que no le gusta ser rechazado.
Abro la puerta suavemente y miro con un ojo quien está detrás de la puerta. Mis ojos se abrieron mucho cuando ví. Vestido con unos jeans azules, un saco negro y camisa blanca... Sólo él podría ser tan informal y guapo al mismo tiempo, sólo Bruno puede estar guapo siempre.
ESTÁS LEYENDO
Realidad de una prostituta. -Basada en hechos reales-
Action¿Alguna vez te haz preguntado lo que vive una prostituta? ¿Sin censura? Te invito a que empiezes a leer y cambies tu actitud sobre nosotras... No somos las fáciles que piensas. Trabajamos por necesidad, no porque nos guste.