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Bruno y yo regresamos dentro, su padre hablaba animadamente sobre un viaje que realizará el lunes de la próxima semana.

- Hace un tiempo terrible en Alemania, pero creo que el clima no será lo único malo -Dijo el señor Ricci, mirándo al mismo tiempo a su hijo.

- Padre, no me gusta viajar por tanto tiempo y tampoco dejar la casa sola -Respondió Bruno.

El señor Nicolá seguía insistiendo en que lo acompañara, pero Bruno desistía.

- Bueno -Dijo Bruno -, creo que ha sido una velada estupenda pero debemos retirarnos.

- Cierto, hijo. Me parece que debemos despedirnos.

El señor Nicolá se despidió de todos, pero con mi padre habló un poco más. Agradeció a mamá por la increíble comida y cortés fué a estrechar la mano de los otros invitados. Sentí como alguien corría mi cabello y se acercaba a mi oreja.

- ¿Te quedas? -Pregunta Bruno.

- Supongo, no lo sé -Respondo nerviosa.

- Si quieres padre y yo te podemos llevar a tu casa.

Asiento nerviosa y él hace lo mismo. Voy con mi madre y le explico porque ya me retiro. Ella me dice que me cuide, que siga luchando en mi trabajo y que todo me salga bien. Papá me hizo lo mismo, me bendijo y me despidió.

Caminé junto a Bruno y su padre. Un auto nuevo estába estacionado, tiene una capacidad más amplia. Bruno me abre la puerta trasera y me acomodo hasta el fondo del asiento, esperé escuchar la puerta cerrarse pero no se cerró hasta que él estuvo a mi lado.

- Bruno, ¿No vienes al frente? -Preguntó su padre.

- Cuando ella llegue a su casa me pasaré al asiento del copiloto.

El señor NIcolá asintió y Bruno le indicó la dirección. Me quedé totalmente inmóvil, no sabía si sentir vergüenza por su padre, ó por él mismo. Escucho mi teléfono sonar, pero la vibración fué poca y descubro que es un mensaje. Es de Cassandra.

"Lamento avisarte sin tiempo pero tienes que venir aquí. Hay un señor lo bastante millonario que cualquier mujer de aquí quisiera. Ninguna de las otras le agradan, esperamos que tu hagas cumplir sus fantasías, y también lo ordena Hazel."

Guardo el teléfono y hago como si no hubiera sucedido nada. Bruno tiene su teléfono, suenan extraños ruidos provenientes del móvil. De reojo miro y veo que está jugando Angry Birds.
La radio da música clásica, no es de mis gustos pero sé admirar las buenas composiciones y demás.

Llegamos a mi casa y le pregunto al señor Nicolá si le debo dinero, él me dice que lo tome como un favor. Me estrecha la mano y Bruno me ayuda a bajar. Esta vez me sonríe amablemente y me da un beso en la mejilla. Le sonrío amablemente y él vuelve a subir al auto. Busco las llaves de la casa y la abro, escucho el auto como se va. Llamo a Walter para pedirle que me venga a recoger, él me dice que estará ahí en diez minutos.

Entro a la casa y todo está silencioso, busco a los perros y están dormidos y aún con comida. Retiro mi vestido y rápidamente me coloco un top verde oscuro y una enagua de vuelos negra. Tacones altos y más maquillaje. Aplico crema en mis piernas, manos, abdomen, hombros y manos. Escucho la bocina del auto de Walter y salgo, hace mucho frío pero dentro de unos momentos me calentaré.

Me subo al auto y Walter sonríe. Mira mi atuendo y comienza a decirme cosas bonitas. Respondo siempre con una sonrisa y gracias, sonrisa y gracias.
El camino es relativamente corto y llegamos a la agencia. Carnét de identificación y de una vez voy con Cassandra.

Realidad de una prostituta. -Basada en hechos reales-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora