•Daryl Dixon•
La joven Chambers despertó lentamente, había dormido hasta media mañana como le era usual, pero eso era lo único usual que había esa vez, porque no se encontraba en su casa, ni en su cama, siquiera con la ropa puesta.
Se sentó en la cama, viendo su ropa en una silla. Intento, pero no recordó nada de la noche anterior, solo hablar con Daryl mientras tomaban pero, luego de eso, nada, un espacio en blanco de su memoria. Se sentía rara, no sabía porque y tampoco lo sospechaba, acreditó todo a la resaca y se levanto de la cama. Se vistió -extrañada por su remera rasgada en la cintura- y salió de la pieza.
Miles de preguntas rondaban su cabeza y, al llegar a la cocina, encontró a quien ella creía podía responderlas, Daryl.
— Buen día. — saludó la joven pero él no hizo más que un asentimiento, expectante por lo que diría sobre la noche anterior — Gracias por prestarme tu cama — Daryl frunzo sutilmente en ceño — ¿Donde dormiste vos? — ahí se dio cuenta, ella no lo recordaba. Y el menor de los Dixon se sintió herido por ello, para él había significado algo, más de lo que quería admitir, pero ella lo había olvidado y para él significaba que en verdad no quería recordarlo.
— En el sillón. — dijo, más frío que alguna vez lo había sido y la joven lo noto
— ¿Estas bien? — le pregunto.
Daryl grito por dentro, en su mente estaba rompiendo sillas y paredes, pero no lo hizo, solo asintió y salió de la casa sin dar nada por excusa.
Jo se extraño, él nunca había sido frío con ella, nunca se fue así, sin más. Se sentía mal, demasiado, y no entendía mucho el porqué.
Tomo una manzana y salió hacia donde sabia que estaría su hermana. La resaca no estaba tan mal, el sol no le molestaba mucho, pero si le hizo el camino más insoportable de lo que debería.
Entro a la enfermería, donde usualmente Tara pasaba el tiempo con su novia, Denise, y la encontró desayunando en la mesada.
— Buen día. — saludó la menor, dejando lo que no se comía de la manzana en la basura.
Tara sonrío con picardía, ella siempre pensó que ella y el cazador harían una buena pareja — Entonces, ¿eh? ¿Noche divertida? — le pregunto, intentando incomodarla para divertirse un poco, pero no lo logró.
— No lo sé, no recuerdo nada. — dijo con diversión, pero para la otra Chambers no era divertido, esas palabras la hicieron quedar con absoluta seriedad.
— ¿Que? — preguntó, estupefacta — ¿Estas jodiendo, verdad? — rogó por que sea una broma.
— No, un borrón, nada más. — Tara negó, seria, preocupando a su hermana menor — ¿Por que te pones así? ¿Que hice? — pregunta, pensando que robó o rompió algo.
— Jo, dormiste con Daryl. — la joven se queda perpleja.
Unos flashbacks de cada momento de la noche anterior invadieron su mente. Sintió el tacto que el cazador dejo en cada centímetro de su piel, sintió los besos que él esparció por su cuerpo y, más que nada, sintió una pequeña sonrisa formarse en sus labios. Esa noche, aunque había sido una de las más eroticas que había tenido, no le faltaba el cariño. Cada caricia y beso del cazador la había hecho para que ella se sienta querida, y eran de lo mejor que había sentido. No entendía como podía haberse olvidado.
ESTÁS LEYENDO
One Shots // Daryl Dixon // Norman Reedus.
FanfictionAlgunas pequeñas historias con Daryl Dixon y otras con Norman Reedus. Porque, seamos sinceras, ambos están más buenos que la pizza. Y son como el verano y el sol, si te gusta uno te gusta el otro.